A todo el mundo le ha pasado alguna vez que, en el momento más inoportuno, le suenan las tripas sin poder evitarlo, provocando rubor y nerviosismo ante esa situación. Tener gases en el tracto digestivo es completamente normal y generalmente no ocurre por nada malo, pero en la mayoría de las ocasiones el sonido suele causar vergüenza.
El ruido abdominal o borborigmo puede aparecer por una disbiosis intestinal, es decir un desequilibrio de la flora intestinal que puede evitarse llevando un buen estilo de vida y una alimentación adecuada. Los sonidos abdominales están causados por el viaje que realizan los alimentos a través de los intestinos. Son normales y pueden durar entre 5 y 35 minutos.
Proceso de digestión
La digestión comienza en la boca, lugar por el que entran los alimentos que son masticados y mezclados con la saliva, que cuenta con muchas enzimas. A través de un proceso químico se forma el bolo alimenticio, preparado para ser digerido por el resto del sistema digestivo a través del proceso de deglución. La comida se comprime y va hacia el estómago, donde empieza a sintetizarse y liberar componentes que ayudan a los alimentos a degradarse. A continuación, llega al intestino delgado; es aquí donde se degradan la mayor parte de alimentos y se realiza la absorción de muchos nutrientes. Una vez que el organismo degrada y absorbe lo que necesita, elimina lo innecesario.
El estómago y el intestino delgado son los órganos en los que hay mayor movimiento en el sistema digestivo. A mayor actividad y motilidad más serán los ruidos generados. La presencia de gases y líquidos en estos órganos, producidos al tragar y hablar, son los causantes de que se generen ruidos en el abdomen. Cuando se movilizan forman pequeñas burbujas que causan el típico burbujeo que escuchamos.
Causas de los ruidos
Tanto el estómago como el intestino no son órganos silenciosos, sino que producen ruidos huecos. Los sonidos fisiológicos son normales y pueden estar causados por varios motivos. Los principales son:
- Estómago vacío, por hambre. Al ni haber bolo en el intestino sino gas, las contracciones hacen que baje y produzca sonido.
- Abundantes gases.
- Inflamaciones gastrointestinales.
- Diarrea o deposiciones blandas o líquidas.
- Obstrucción intestinal.
Cómo evitar los ruidos abdominales
Existen algunos consejos para las personas a las que les suenan las tripas. Los principales son:
- Comer despacio y de forma pausada.
- Masticar bien para acelerar el proceso de digestión. Se aconseja masticar entre 10 a 40 veces cada bocado.
- No comer chicle.
- Evitar ingerir bebidas gaseosas.
- No fumar para evitar aspirar gases.
- Reducir el consumo de bebidas alcohólicas.
- Disminuir el consumo de alimentos flatulentos como legumbres, brócoli o coliflor.