Entrevista> Miguel Fuster / Piloto de rallys (Benidorm, 1971)
Es, sólo por detrás de Chus Puras (con un título más), el piloto con más campeonatos de España de rallys en su palmarés. Lleva en activo desde 1991 y en ese tiempo ha corrido 194 carreras en las que ha sumado 37 victorias, 86 podios y 216 scratch.
Ahora, a los 51 años y tras tres alejado del volante, ha invertido buena parte de su tiempo, esfuerzo y talento en la organización del Rally de La Nucía, pero su próximo paso, ahora confirmado por él mismo en AQUÍ en La Nucía, está ya en capilla: volver al asfalto.
Por tercer año consecutivo no ha estado en la salida del Rally de La Nucía, pero ha formado parte de la organización del mismo. ¿Cómo lo valora?
Hemos tenido un rally de La Nucía espectacular. Ha sido el mejor de todos los tiempos en el sentido de que se han juntado muchas cosas. Para mí, claro está, el mejor fue el de 2018 porque fue cuando me jugaba aquí el Campeonato de España y aquí me proclamé casi campeón, que es lo mismo que le ha pasado a Pepe López.
«Mi coche favorito es el primero con el que empecé a correr, el Renault 5 Turbo. Es un mito y, de hecho, lo tengo»
Un rally que, además, ha mantenido toda la emoción del S-CER.
Este año, además del Supercampeonato de España, también estaba en juego todo lo demás: la Copa Clío, la Copa Dacia, la Copa Peugeot, la Beca… todas las categorías. ¡Hasta el regional de Levante se decidía en La Nucía!
Lo que venía por detrás era un espectáculo. Lo de menos, entre comillas, eran los de delante. Ahí había guerra, pero por detrás, veías a los niños jugándoselo todo en todas las categorías. No había ninguna que no se decidiera aquí. Buena prueba de ello es que había 80 inscritos y acabaron 55. Más de veinte de esos abandonos fueron por accidentes. Ha sido una locura de rally.
¿Qué nota le pone a la organización?
A nivel de organización, creo que nos hemos salido. Tanto por los tramos como los reagrupamientos de Benidorm, Bolulla, Jalón… Y también por el parque cerrado de asistencia de La Nucía, que cada vez está más grande.
Tuvimos una inspección de la FIA porque buscamos, en un futuro, llegar a la European Rally Championship (ERC). Los jueces estuvieron siguiendo todo el Rally de La Nucía y se fueron encantados. Hemos cometido muy pocos fallos y creo que eso se verá premiado en un futuro.
Para dar ese salto al ERC, ¿hay suficientes tramos interesantes en la provincia?
Si algo nos sobra aquí son buenos tramos de montaña. Tendríamos problemas para hacer un rally de tierra, pero el ERC es sobre asfalto. En el Campeonato de España tienes que tener un radio de ochenta a cien kilómetros donde tienen que estar los tramos, pero cuando te abres al ERC, ese radio son doscientos kilómetros. Desde Alicante a Gandía y te puedes aburrir de tramos.
¿Incluso para aspirar a un hipotético salto al Mundial?
Podríamos aspirar al Mundial sin problema ninguno. Yo estuve hace poco en el RACC y para irme a ver un tramo, en el que salían de Salou, tenía que hacer 120 kilómetros. Aquí, con esa distancia, arrancas de Castellón y acabas en Alicante… mira el interior que tenemos aquí.
«De mi carrera lo conservo todo salvo mi primer casco y mi primer mono»
Usted debutó en 1991 y ha corrido con muchos coches. ¿Cuál es su favorito?
Mi coche favorito es el primero con el que empecé a correr, el Renault 5 Turbo. Es un mito y todavía lo tengo. De hecho, yo tenía dos. El de carreras no lo he podido recuperar, pero sí el de entrenar. Se lo he regalado a mi hija.
Me costó mucho encontrarlo y recuperarlo y, sobre todo, he invertido cinco o seis años en restaurarlo.
¿Guarda muchas cosas de su carrera?
Tengo todo… no los coches, porque no tenía ni para gasolina, ¿cómo iba a tener para guardar los coches? Pero sí conservo todo lo demás salvo mi primer casco y mi primer mono, que los tuve que vender para comprar los segundos. Sé a quién se los vendí, un chico de Calpe que empezaba cuando yo llevaba dos años. Se lo he pedido, pero no me los quiere vender.
Y en 2018… colgó el casco.
En 2018 gané mi último Campeonato de España y paré porque terminé muy agotado. Es toda una vida, desde los dieciocho años sin bajarme del coche, y ese año culminé un año muy complicado con el triunfo. Mi gente, hasta mi mánager, me decían que estaba mayor.
Pero le veo con ganas de marcha.
Entonces eso, unido al esfuerzo que hice por ganar ese campeonato, me hizo parar un año para coger aire. Luego, vino la pandemia y llevo tres años de parón. Ahora, efectivamente, me he planteado que quiero seguir corriendo porque creo que estoy listo para lo que haga falta.
¿Ya tiene claro con qué marca lo hará?
Llevo flirteando con Renault un par de años por el tema del Alpine. También con Porsche, mi marca de antes y de la que sigo siendo embajador.
«No voy a engañar a nadie diciendo que si vuelvo es para pasear. Yo voy a ir a ganar»
¿En qué situación están esas negociaciones?
La de Renault está trabajándose y la Porsche está, como aquel que dice, hecho; porque es sólo coger uno de mis coches anteriores, sacarlo y correr.
¿Y esos que le decían viejo?
Sólo faltaba el fin de semana de La Nucía. No podía dar ni un paso sin que me dijeran que tengo que volver. Hasta los patrocinadores que he tenido de siempre, como llevo tres años parado, han podido ahorrar algo y me dicen que hay que volver.
¿Con qué objetivo vuelve?
Lo que me motiva es ganar. No voy a engañar a nadie diciendo que si vuelvo es para pasear. Yo voy a ir a ganar. Lo de la edad es un tópico. En el DNI pone que tengo 51 años y hay días en que los tengo, pero otros en que tengo 25. Eso es algo que está sólo en la cabeza.
¿Cuándo conoceremos su futuro?
No me he puesto una fecha concreta, pero tiene que ser antes de final de año porque todos los presupuestos tienen que estar decididos para esa fecha.