Entrevista> Andoni Cintado / Subcampeón del mundo de taekwondo (Bilbao, 11-marzo-1999)
Los campeones no nacen, se hacen. Y es que llegar al éxito es algo complicado para lo que hace falta talento, pero que es imposible alcanzar sin trabajo y sacrificio.
Andoni Cintado ha aprendido teniendo que pasar por buenos y malos momentos. Ahora, de la mano del Club Olimpo Sedaví, se acaba de proclamar subcampeón del mundo de taekwondo en México, con tan sólo 23 años. Un éxito para el que ha tenido que trabajar y superar todos los retos que su carrera le ha puesto en el camino.
Subcampeón del mundo, suena fuerte pensar eso de alguien que pertenece a un club de la zona, no es poca cosa.
Subcampeón del mundo, me cuesta decirlo a mí también. Me da satisfacción decirlo sin ninguna muletilla detrás, como ‘junior’ o ‘universitario’, esto es subcampeón del mundo a secas.
«Valencia me ha dado muchísimas cosas, si lo llego a saber me hubiera venido antes»
Llegabas al Campeonato del Mundo el 23 en el ranking mundial, ¿te sorprendió a ti mismo el subcampeonato o era algo a lo que sentías que aspirabas?
Yo creía y tenía la firmeza de que algún día llegaría un resultado así, por el trabajo, por la constancia, por estar ahí, pero no pensaba que iba a llegar tan pronto. Tampoco tenía la certeza porque hay mucha gente que trabaja mucho y no lo consigue.
Al final esa plata se podría haber alterado en cualquiera de los combates porque todos fueron muy ajustados, alguno lo gané literalmente en el último segundo. Todo salió como tenía que salir y estoy muy agradecido.
Te enfrentaste a algunos de mejores del mundo, ¿realmente eran tan al límite esos combates como para decidirse por detalles?
En taekwondo hay ocho pesos masculinos, sí que es cierto que algunos son pesos olímpicos, en mi caso hay peso normal y peso olímpico también, entonces suele haber gente más puntera y a mí me tocó enfrentarme a un campeón de Europa, a un subcampeón Olímpico actual, un bronce Olímpico actual, un subcampeón del mundo hasta entonces y un tercer del mundo actual. Fue un sorteo que no fue nada fácil.
¿Qué pensabas al ver que peleabas contra rivales de tanta entidad?
Anecdóticamente yo ya había combatido con todos, y todos me habían ganado ya mínimo una vez o dos. Yo a ellos no les había ganado nunca, a ninguno de los cinco con los que combatí. Pero poco a poco iba ganando, no veía una perspectiva de sorteo, iba poco a poco.
«Un deportista se viene abajo mucho y muchas veces durante su carrera deportiva»
Triunfaste mucho en la época de cadete pero, sin embargo, los éxitos no terminaron de llegar en categoría junior. ¿Cómo conseguiste no venirte abajo?
Si te contesto que no me he venido abajo te miento. Un deportista se viene abajo mucho y muchas veces durante su carrera deportiva y creo que la clave es venirte abajo, ser consciente, normalizar que te has venido abajo y ponerte a trabajar para salir de ahí, pero no dramatizar.
Todo deportista tiene muy malas épocas, sobre todo cuando estamos en una edad joven, que lo gestionamos todo peor, luego le vas quitando importancia.
¿Cuál es la receta para lograrlo?
Ahora le doy menos importancia al taekwondo que hace cinco años, y eso que ahora el taekwondo tiene más importancia en mi vida. Pero hay que saber gestionarlo, tener mucho apoyo. A mí mis padres me han facilitado la vida muchísimo, han estado ahí siempre. Hay que saber gestionarlo mentalmente, tener ayuda de tus padres y de profesionales de este sector.
Yo llevo trabajando con psicólogos deportivos desde que tengo uso de razón. Y tener herramientas para saberlo llevar, pero sobretodo normalizarlo. Yo en cadete venia de ser campeón y subcampeón de España, de ser una promesita, y luego los tres años de junior perdí los tres, no tengo ninguna medalla junior, fue una época bastante dura.
«Es un resultado increíble y forma parte de la historia del taekwondo nacional y valenciano»
Siendo de Bilbao apostaste por mudarte a València, ¿qué aspectos te hicieron decidirte?
Cuando decidí cambiar y venir no era consciente de lo que tenía en Valencia. Si lo llego a saber me hubiera venido antes. Valencia a mí me ha dado muchísimas cosas, es una ciudad que se la recomiendo a todo el mundo y creo que han sido los mejores cuatro años de mi vida.
El Club Deportivo Olimpo de Sedaví te acogió, lo que sin duda ha dado buenos resultados, ¿cómo te sientes y qué te trajo al Club?
Ya conocía a Paco Martín y había entrenado con él. Aprovecho para darle mi agradecimiento a él, a Cristina Muñoz y a todo el club. El Club Olimpo se Sedaví, con total sinceridad, tiene un ambiente y una familiaridad que no he visto en otros clubes a nivel Comunidad Valenciana ni en España. Además la Federación Valenciana de Taekwondo me acogió súper bien desde el primer momento.
¿Te ves como un posible embajador de tu deporte?
La verdad que es mucho, cuando lo escucho todavía tengo la sensación de que igual están exagerando, pero la realidad es que mis referentes de esa época yo creo que no eran subcampeones del mundo y los idolatraba. Es innegable, por mucho que me guste ser humilde, que es un resultado increíble y forma parte de la historia del taekwondo nacional y valenciano.