Entrevista> Vicente Arques / Alcalde de l’Alfàs del Pi
La pequeña salita de espera que da acceso al despacho de alcaldía en el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi es un continuo ir y venir de personas. Y no de funcionarios cargados con carpetas y documentos, que también; sino sobre todo de ciudadanos que quieren departir con el alcalde sus problemas particulares.
Vicente Arques los recibe uno a uno mientras firma documentos, atiende llamadas de teléfono y gestiona el día a día de un municipio de 20.000 habitantes censados. Y esa cercanía, más incluso que las obras y los grandes proyectos, es lo que el primer edil destaca como la parte más importante de su función. A la vista de los resultados electorales que ha venido acumulando, los vecinos también lo creen así.
Este 2022 ha estado protagonizado por los grandes titulares llegados de los proyectos EDUSI convertidos ya en realidad, pero, más allá de esos proyectos principales, ¿con qué se queda de la gestión del día a día, esa que pasa un poco más desapercibida en el radar mediático?
Destacamos el mantenimiento del municipio. Al final, todo lo cuantificamos en dinero; pero esos intangibles, esos aspectos invisibles que son la hospitalidad, el Día Internacional, el Día de Rumanía, el Día de Noruega, el Día de Uruguay, el Día de la discapacidad, el acto de los colectivos que fue una maravilla con el auditorio lleno…
Para nosotros, esos intangibles a los que haces referencia son, precisamente, la atención al público, la hospitalidad y la cercanía que tiene la Administración con la gente.
«La Covid en l’Alfàs es historia y los índices de ocupación están mejor que en 2019, igual que otros muchos indicadores incluido el paro»
Una cercanía, permítame que le diga, que, en general, ha quedado muy tocada tras la pandemia.
Hace poco leía un titular terrible: la Seguridad Social hace tres años que no atiende presencialmente a los ciudadanos, pero yo he bajado al Registro y a Estadística y estamos atendiendo presencialmente en poco más de dos o tres minutos. Por lo tanto, la atención al público y la cercanía de esta Administración, insisto, es muy importante.
Todos los municipios lo han pasado mal con la pandemia, pero l’Alfàs tiene esa particularidad de los residentes extranjeros que, sencillamente, dejaron de venir. ¿Da por completamente superada esa situación o todavía queda camino en la recuperación?
Lo doy totalmente por superado. Fue terrible que Noruega dejase de tener conexión aérea con Alicante. Eso llegó a ocurrir y no podías irte a Noruega, pero tampoco podías venir aquí. Hoy, la covid en l’Alfàs es historia. Los índices de ocupación están mejor que en 2019, igual que otros muchos indicadores incluido el paro.
El año 2023 llegará marcado por la creación de Zonas de Bajas Emisiones en ciudades de más de 50.000 habitantes. L’Alfàs no lo es, pero ustedes han centrado buena parte de esta legislatura en medidas de movilidad. ¿Cuál es el objetivo final que se busca a nivel local?
Siempre hemos comentado que una de las carencias de l’Alfàs del Pi era la ausencia de conectividad. Las circunstancias hacen que te permitan realizar carriles bici, las rotondas te facilitan abrir espacio… y a todo eso hay que sumar nuestras zonas verdes.
El otro día recibí un WhatsApp de un vecino que me pedía que no dejásemos de ser nunca el único municipio costero sin zona azul. Me decía que el poder aparcar es algo fundamental. Vas a otro municipio cercano, me comentaba, y con tantas zonas azules, verdes, naranjas… te vuelves loco.
Pero no me negará que, en los momentos de máxima ocupación, especialmente en l’Albir, aparcar no es sencillo.
La gente protesta porque tiene que aparcar a 250 metros de donde va. Eso es normal, porque en los pueblos pequeños no tenemos esa conciencia de que es mejor aparcar a 250 metros cuando voy a andar hora y media, que pagar cuatro euros para poder andar veinte metros. Eso es algo que, incluso con zona azul, no está garantizado.
«Siempre hemos comentado que una de las carencias de l’Alfàs del Pi era la ausencia de conectividad»
Sin embargo, nunca le he oído hablar mucho de la zona azul cuando justificaba todas esas actuaciones e inversiones en movilidad.
Es algo que ahora estoy poniendo en valor, pero a lo que, es verdad, nunca le había hecho mucho caso. ¡Mira que he tenido ofrecimientos y ofertas! Pero aprovecho para decirlo alto y claro: mientras yo sea alcalde, no habrá zona azul en l’Alfàs. Ni azul, ni naranja, ni verde.
Ya pagamos impuesto de circulación y otras tasas. Puedo entender la zona azul en una gran ciudad, pero en municipios medios como l’Alfàs del Pi, no le veo sentido.
La mayor parte de las intervenciones en movilidad derivadas de la EDUSI están ya en su recta final o, incluso, finalizadas. ¿Cuál es el siguiente paso?
Ya está marcado. Habíamos conseguido una subvención de 3,2 millones de euros que posteriormente fue reducida a 2,4 millones para actuar en la única parte de l’Alfàs que sigue teniendo una carencia: la carretera turística. Una carencia que también viene determinada por las circunstancias propias de ese lugar.
¿Y qué se tiene previsto hacer?
Partiendo desde el Excalibur y hasta el centro de l’Albir hay programada una alameda con carril bici, acera de tres metros, arbolado… Hay que pensar que tenemos allí dos grandes centros hoteleros como son el Excalibur y el Albir Garden, en esos dos kilómetros no hay arcén y ves a los pobres turistas caminando en medio de un bancal o un descampado.
Así pues, la subvención ya está aprobada y, pese a haber tenido que quitar los 800.000 euros de la reducción que te decía, hemos programado la creación de la alameda.
«El Ayuntamiento asumirá el millón extra que costará el pabellón de l’Albir por el aumento de los costes»
En su programa electoral de hace cuatro años una de las grandes promesas era la creación del pabellón polideportivo de l’Albir. ¿En qué punto se encuentra esa infraestructura?
Empezamos bien, pero sufrimos un ‘revolcón’ del que hemos podido recuperarnos. Empezamos bien porque presentamos un anteproyecto de dos millones de euros que se aprobó; pero con la famosa subida de precios el equipo redactor nos dijo que con ese presupuesto no se podía hacer la obra prevista porque tenía mucho acero y mucho hormigón, los materiales que más habían subido.
Por ello, hicimos una modificación presupuestaria que elevó el coste del pabellón a tres millones de euros. Lo que ha hecho el Ayuntamiento es comprometerse a que ese millón extra lo asumiremos nosotros.
Así pues, ¿en qué punto estamos?
La Diputación ya ha redactado el proyecto y está en fase de licitación. Es una obra importante y la Diputación, aunque pedimos hacerlo nosotros, ha querido hacerlo ella. Pese a ello, puedo afirmar que una vez pasen las elecciones se abrirá esa licitación y comenzarán a cumplirse los plazos.
Recientemente participó en Canarias en el Congreso Mundial de Banderas Azules que, por cierto, se organizará en l’Alfàs en 2024. A estos cónclaves se va a enseñar lo que uno hace, pero también a aprender. ¿Qué ha aprendido?
¡Que somos tan pequeñitos! Somos un municipio pequeño, pero estamos muy bien. Había un municipio, Sanxenxo, que tenía 17 banderas azules. Nosotros tenemos una, y supone un gran esfuerzo. Tenemos una, sí; pero tenemos un total de siete galardones.
Y hemos conseguido traernos ese congreso para 2024 cuando lo querían Huelva, Gandía, Sanxenxo, Cullera… y se quedaron todos a las puertas.
«Hemos solicitado el octavo galardón azul para el Centro Cultural Escuelas Viejas»
Siendo pequeño, ¿cree que cuesta menos gestionar esas banderas azules?
Somos pequeños y eso implica que los recursos son más limitados. Nosotros destinamos, en recursos económicos, lo mismo que otro municipio que tiene el doble de banderas. Eso demuestra nuestra sensibilidad hacia esa playa, ese paseo, el faro…
Además, muchos de ellos tienen turismo uno o dos meses al año y nosotros lo tenemos doce, que es algo que también implica un mayor esfuerzo.
En la nota de prensa que publicó el Ayuntamiento tras su regreso de Canarias hubo algo que creo que pasó muy desapercibido. Decía usted: “ya estamos trabajando en tener algún galardón más”. ¿Cuál será?
(Ríe) Pues te lo voy a tener que decir: las Escuelas Viejas. Los galardones son una maravilla, pero los siete que tenemos están en l’Albir y tenemos que conseguir ampliar ese espacio. Hemos valorado y solicitado -y creo que nos lo van a dar, porque cumplimos los requisitos- que las Escuelas Viejas sean un centro de interpretación.
Dentro de tres años van a cumplir cien años y es una pasada. Si nos lo dan, serán ocho galardones… y a seguir trabajando.
«La próxima legislatura será más estratégica. Más teórica y de menos obras»
El 28 de mayo usted y su equipo de gobierno se presentan al examen general. ¿Lo hará con una lista continuista o debemos esperar un cambio de caras?
Va a ser una lista muy continuista. Creo que en esta legislatura he tenido el mejor equipo de gestión de mi trayectoria. Los cuatro concejales nuevos han sido un pilar muy grande. Con todo esto en mente, habrá muy pocos cambios. Quizás una o dos personas nuevas.
Si esta legislatura ha sido la de los Fondos Europeos y la Edusi, ¿qué marcará los próximos cuatro años?
La próxima legislatura la trabajo en el ámbito del proceso de adhesiones. Ya no podemos conseguir más galardones azules, los Fondos Edusi acaban en el 23 y comenzaremos a pedir los del 27… Voy a plantearla como la 2015-2019, más estratégica y con mayor visión de ciudad o municipio. Para entendernos, será más teórica y de menos obras.
«En esta legislatura he tenido el mejor equipo de gestión de mi trayectoria»
La principal queja, compartida incluso por el equipo de gobierno ya que así lo han reconocido en varias de sus intervenciones tanto usted como sus concejales, es el de la basura. Hay muchas quejas sobre la falta de limpieza y el estado de los contenedores en el municipio. ¿Qué va a hacer al respecto?
Estamos tomando medidas y hemos mejorado mucho. Hay picos. Lo de la quincena de agosto es espectacular: vacías los contenedores y a la hora están llenos. A partir de septiembre, lo controlas todo. Pese a ello, medidas cortas y precisas. Creo que ya sólo quedan dos islas de contenedores en l’Alfàs del Pi. Han funcionado bien, pero tras doce o trece años, han quedado obsoletos.
Por otro lado, la plantilla de la contrata está hecha en 2007 o 2008 y ya estamos en 2023. Todo se proyectó en aquellos años y la normativa, así como los avances técnicos en medios como los camiones, han cambiado mucho.
¿Cuándo toca abrir el melón de la renovación de la contrata?
Creo que es en el año 2025 o 2026. Antes, nos tocará introducir el contenedor marrón, y ya este año vamos a hacer una experiencia piloto financiada por Europa en l’Albir para coger datos. Esos datos los aprovecharemos para preparar los pliegos de condiciones para esa nueva contrata.