La ansiada piscina cubierta municipal de Santa Pola tendrá una segunda oportunidad. Tras más de una década de abandono con las obras a mitad de hacer, el camino para reanudar el proyecto parece haberse despejado por fin.
“Ha sido un proceso judicial largo, pero ya está resuelto por mucho menos dinero de los 5,8 millones que nos exigían inicialmente. Ahora toca finalizar esa obra y lo vamos hacer” nos asegura el vicealcalde José Pedro Martínez.
«El edificio se encuentra en mejor estado de lo que esperábamos» J. P. Martínez (vicealcalde)
14 años en los juzgados
Fue en 2009 cuando se paralizaron las obras de esta gran instalación, presupuestada inicialmente en 4,7 millones de euros, que se ubica en la avenida Albacete junto al Centro de Salud. El motivo fue el quiebre de la empresa constructora Midascon, una de las que formaban la UTE Centro de Salud del Agua que había ganado la adjudicación.
Por aquel entonces la construcción de la futura piscina superaba ya el 80% de su ejecución, pero así se quedó. A partir de ese momento se inició un lentísimo pleito entre el Ayuntamiento de Santa Pola y la sociedad adjudicataria para determinar las condiciones en las que procedía liquidar el contrato.
Finalmente, en 2021, los tribunales resolvieron que el Ayuntamiento debía indemnizar a Centro de Salud del Agua, en concepto de las obras que se realizaron antes de su parálisis, con 1,8 millones de euros. “En realidad el pago ha sido finalmente de 1,5 millones, dado que recuperamos el aval de 300.000 euros” nos matiza Martínez.
Estado actual del edificio
El caso es que el consistorio santapolero ya ha pagado esta cantidad, por lo que ha recuperado todos los derechos sobre estas instalaciones que llevan tantos años abandonadas.
“Hemos realizado un examen del estado de la infraestructura y la verdad es que se encuentra mejor de lo que esperábamos. Tanto la estructura como el vaso de la piscina, la cubierta y muchas zonas ya alicatadas están en buenas condiciones. Podríamos decir que ahora mismo estaríamos como si hubiéramos realizado el 50% de la obra civil” nos señala Martínez.
Aún con todo, el vicealcalde nos reconoce que hay algunos espacios donde sí ha hecho más mella el inexorable paso del tiempo. “La parte más deteriorada corresponde a la maquinaria e instalaciones. También debemos empezar de cero los conductos, el cableado de la instalación eléctrica, la fontanería y los saneamientos” nos explica.
Además, a lo largo de todos estos años, en algunas ocasiones han entrado vándalos a las abandonadas instalaciones ocasionando también diversos destrozos.
El objetivo del equipo de gobierno es adjudicar las obras este año y terminarlas en 2024
Búsqueda fallida de inversores
Durante los últimos años el equipo de gobierno ha estado buscando inversores privados, para que una misma empresa acometiera el final de la construcción y se encargara luego de la gestión de la piscina municipal, tal y como estaba previsto en un principio que hiciera UTE Centro de Salud del Agua. Sin embargo no ha habido éxito en dicha búsqueda, por lo cual el consistorio santapolero deberá licitar la construcción y la posterior administración del complejo por separado.
“Este contratiempo no tiene por qué retrasar los plazos, ya que en estos momentos el Ayuntamiento puede autofinanciar las obras con recursos propios perfectamente” nos señala Martínez.
Objetivo 2024
Próximamente el Ayuntamiento planea realizar una profunda limpieza y recogida de escombros por todo el edificio, como paso previo a reanudar la construcción.
Según nos manifiesta el vicealcalde, el objetivo del actual equipo de gobierno es que las obras estén ya adjudicadas en este mismo año, para que la piscina pueda abrir sus puertas en 2024. “Vamos a trabajar por ello y sabemos cómo hacerlo. Ya tenemos estudiada la financiación y contamos con el dinero que se necesita” nos apunta.
El presupuesto total que maneja el Ayuntamiento para el proyecto, según las valoraciones dictaminadas por los técnicos municipales, rondaría los 3,8 millones de euros.
La planta de arriba se convertirá en una residencia para alojar a clubes deportivos
Distribución del complejo
El complejo cuenta con dos plantas. En la de abajo se ubicarán las dos piscinas cubiertas previstas: Una central con ocho calles para la práctica de natación, más otra menor que se utilizará para otros usos como clases infantiles o ejercicios de rehabilitación. Además se contempla la inclusión de una zona de spa, un gimnasio y una cafetería.
La principal novedad respecto al proyecto original es que la sala de arriba se prevé convertirla en una ‘Residencia Deportiva’ con alojamientos. “Nuestra intención es atraer hasta Santa Pola a clubes deportivos del norte de Europa que vengan a pasar su pretemporada o a equipos de deportes náuticos, dado que tenemos una bahía ideal para la práctica de la vela y otras modalidades” nos explica Martínez.
Además, en el exterior se pretende habilitar una zona ajardinada que incluso contenga algunas pequeñas instalaciones deportivas, como podrían ser pistas de pádel.
Desde el equipo de gobierno no se plantean la gestión directa de todo este complejo, sino que son más partidarios de externalizarla con una empresa especializada.