Fue en 2007, hace ya casi tres lustros, cuando Bernabé Cano, que aquel día 27 de mayo se enfrentaba por segunda vez a las urnas como alcaldable (llegó al cargo en 2001 tras la dimisión de su predecesor, Diego Such), superó algo que parece casi imposible de conseguir: reunir para su candidatura más del 70% de los votos emitidos en una cita electoral.
De los 5.853 votos dirigidos a alguna de las candidaturas aquel día (hubo 84 votos en blanco y 31 nulos), el Partido Popular de Bernabé Cano se llevó 4.306. En otras palabras, 72 de cada cien nucieros que ese día ejercieron su derecho al voto confiaron en el que, por aquel entonces, aspiraba a alargar su mandato a toda una década.
Mayorías absolutísimas
Aquel número nunca se ha vuelto a repetir, pero tampoco ha quedado Cano lejos Cano de hacer aquel registro espectacular. Cuatro años más tarde, cuando se cumplía el décimo aniversario de su llegada a la alcaldía, el porcentaje de nucieros que seguían confiando en su primer edil seguía siendo del 70,5% mientras que en las penúltimas elecciones locales, las de 2015, se produjo el bache más profundo, convenciendo al 56,7% de los ciudadanos.
Un tropiezo que para sí quisieran la mayoría de alcaldes de España porque, al fin y al cabo, no puso en peligro la mayoría absoluta con la que la administración Cano rige en La Nucía desde hace ya más de dos décadas, y que se refrendó de nuevo hace ahora cuatro años, cuando volvió a concentrar más de seis de cada diez votos con un porcentaje del 63,7%.
Los nucieros podrán elegir entre los proyectos del PP, el PSPV-PSOE y la coalición formada por Compromís y Podemos
Tres opciones
En los comicios que tendrán lugar el próximo día 28 de mayo, nada de eso cambiará. La gran duda, en realidad, es saber si Cano podrá volver a colocar el listón por encima del 70% o no, porque a la disolución absoluta de Ciudadanos, tanto a nivel local como estatal, y a la ausencia de un rival por su derecha (Vox no presentará candidatura); ni PSPV-PSOE, ni Compromís-Podemos, que acudirán juntos a la cita con las urnas, parecen rivales a la altura del candidato del partido conservador.
Que Cano es, a día de hoy, invencible, lo demuestra el hecho de que, al menos en apariencia, el resto de partidos hayan dado la pelea por perdida incluso antes de empezarla. Será por estrategia o porque, sencillamente, nadie se atreve a plantarle cara al alcalde; de hecho los socialistas han tenido que recurrir a una veterana de la formación para asumir el papel de candidata ‘paracaidista’.
Bernabé Cano volverá a presentar como mayor aval la gestión realizada en el municipio a lo largo de ya más de 20 años
PSPV-PSOE: veteranía
Efectivamente, desde la bancada socialista, que en 2019 se tuvo que conformar con sólo tres representantes en el pleno tras reunir 1.338 votos (el 18,7% del total) se ha optado por colocar como cabeza de cartel a Genoveva Tent, una de esas personas a las que no es difícil colocarle el adjetivo de ‘histórica’ a la hora de repasar su compromiso político.
Tent no sólo es una socialista con amplia trayectoria en la Marina Baixa, sino también una experimentadísima veterana de la política local, tras haber ostentado responsabilidades de gobierno en los ejecutivos de otro invencible de la comarca, Vicente Arques, en la vecina l’Alfàs del Pi.
Genoveva Tent, histórica socialista de la Marina Baixa, será la principal rival de Cano
Proyecto a largo plazo
Además, Tent es muy activa también en el ámbito social y reivindicativo de la Marina Baixa, donde no sólo no es raro, sino que es muy habitual verla participar de manera muy activa en cualquier evento del ámbito feminista y de la lucha contra la violencia de género. Ha asumido, con su habitual valentía y estoicismo, su rol como candidata ‘paracaidista’ en una de las plazas más complicadas para los socialistas en toda España.
Las aspiraciones de Genoveva Tent no pasan, en cualquier caso, por arrebatarle la alcaldía a Cano, pero sí intentará comenzar a poner los cimientos para una reconstrucción de la izquierda y, de esta forma, proponer un modelo de oposición que cale entre los nucieros y, así, ir erosionando poco a poco la solidez de la fortaleza de Cano.
Compromís y Podemos, en coalición
Conscientes de que ante un rival tan potente todo lo que sea dividir es, por definición, restar, Compromís y Podemos han optado por el modelo Yolanda Díaz y han decidido sumar. Sumar, en este caso, uniendo sus dos candidaturas bajo una misma lista y, de esta forma, tratar de ganarse, al menos, un sillón en el pleno.
Hace cuatro años, cuando Ciudadanos obtuvo un representante con 536 votos, Compromís se quedó fuera del pleno con 339 sufragios y Podemos tampoco obtuvo representación con 209 avales ciudadanos por lo que, al menos eso dicen las matemáticas, sólo una gran bajada de su suelo electoral volvería a impedir ese tercer partido en la vida política local.