Josema Yuste / Actor cómico
Josema Yuste (Madrid, 2-marzo-1954) lleva ya más de un año girando con ‘El aguafiestas’ por toda España. En esta exitosa comedia, escrita por el dramaturgo francés Francis Veber, comparte escenario junto a Santiago Urrialde. Ahora llegan a la Comunitat Valenciana para actuar el viernes 12 de mayo en el Teatre Auditori de Catarroja, y los días 13 y 14 en el Teatro Principal de Alicante.
Sergei (Josema Yuste) es un sicario hospedado en un hotel que trata de cumplir con uno de sus ‘encargos’ mediante un rifle desde la ventana. Sin embargo su tarea se verá constantemente interrumpida por Ramón (Santiago Urrialde), el huésped de la habitación contigua. Un hombre de lo más inoportuno que pretende suicidarse después de que su mujer le haya abandonado. Una extraña pareja que producirá situaciones delirantes a raudales y tal vez incluso… alcancen una amistad.
«Siempre he elegido hacer comedias. Demasiados dramas tenemos en la vida»
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?
Yo empecé mi carrera en el teatro de bien jovencito, pero luego, cuando surgió ‘Martes y trece’, lo dejé durante años. Hasta que regresé hacia principios de los años 2000 con una comedia musical basada en la película ‘Cuando Harry encontró a Sally’, con Billy Crystal y Meg Ryan.
A partir de ahí le volví a coger el gusto al teatro. Poco después Jesús Sánchez, quien ahora es mi socio junto a Enrique Fallos, me llamó para realizar otra comedia. A partir de entonces nunca me he vuelto a bajar de los escenarios. Así que llevó más de dos décadas seguidas trabajando en el teatro… que se dice pronto.
Además de comedias, ¿has hecho drama alguna vez o no te han dejado?
No me han dejado (risas). Y además yo tampoco he querido. Ten en cuenta que desde hace muchos años, que me junté con mis actuales socios, todo el teatro que he hecho lo producimos nosotros mismos. Yo elijo lo que quiero hacer, y prefiero siempre comedia porque me gusta hacer reír.
Ya suficiente drama tenemos en la vida como para que yo encima suba al escenario para interpretar a ‘Otelo’.
¿Hay alguna obra de toda tu extensa trayectoria que recuerdes con especial cariño?
Pues… la primera que hice con mis actuales socios. Se llamaba ‘Nadie es perfecto’, una comedia romántica inglesa sobre un escritor romántico que vendía pocos libros y tenía una tía escritora que vendía más libros que él. Yo interpretaba ambos papeles, es decir de hombre y de mujer.
«‘El aguafiestas’ te hace reír al tiempo que estás viendo sufrir a los protagonistas»
Ahora llevas ya más de un año interpretando ‘El aguafiestas’ por toda España. ¿Por qué crees que está gustando tanto?
Sí, recientemente estuvimos en Madrid y a principios de mayo iremos a Andalucía antes de llegar a la Comunidad Valenciana. Es una comedia muy loca y divertida que parte de la situación de dos personajes que viven una situación trágica. A partir de aquí se genera una historia que da para reír y mucho. Estás viendo sufrir a dos personas… y te partes de risa. Es curioso, pero es así.
Suena a muchas dosis de humor negro…
Exacto. El autor Francis Veber siempre escribe comedias protagonizadas por personajes que sufren mucho, con un punto de crueldad. Se producen situaciones que te ríes porque todo les sale mal. Como cuando un amigo tropieza andando por la calle, es algo que te causa risa porque no se ha matado pero le ocurrido un suceso inoportuno.
Supongo que también influye poner a dos actores cómicos juntos de perfiles muy distintos como sois Santiago Urrialde y tú, ¿no?
Sobre todo porque Santiago ha engordado bastante y yo sigo delgado (risas). Es cierto que somos actores con una forma de interpretar muy diferente, y nos damos un contrapunto muy bueno. A la hora de la verdad ambos tenemos esa vis cómica que es tan importante y además nos complementamos muy bien.
Santiago es un actor brutalmente eficaz. Además de ser magnifico en la interpretación, sabe despedir mucha ternura en el público. Eso le va perfecto al personaje que interpreta, ya que es un pobre desgraciado de la vida.
«Santiago Urrialde es un actor muy eficaz que sabe influir ternura al público»
Sin embargo a ti quizás te van personajes malvados, con más mala leche.
Eso es verdad, lo reconozco (risas). Y justo es así en esta historia. Yo soy el villano mientras que Santiago es el pobre desgraciado.
Además en el reparto hay otros cuatro personajes interpretados por los actores Maribel Lara, Vicente Renovell, Kike Ortega y Arturo Venegas. ¿Qué peso tienen en la obra?
Son personajes satélite que resultan totalmente necesarios para airear la comedia y que se genere la trama, aunque no son fundamentales en la historia, como el botones del hotel, un médico, el amante de la mujer de Santiago… Aún siendo una comedia muy focalizada en dos personajes, ellos contribuyen a hacerla más amena.
¿Y cuál es el secreto para mantenerse tanto tiempo en cartel?
Pues no lo sé, ojalá lo supiera. Yo siempre intento hacer comedias no solo para entretener sino para reír de verdad. Mi obsesión en mi vida siempre es esa, que la gente se ría y que además ocurra en diferentes momentos de la obra. No me conformo con que el público simplemente pase un rato agradable.
La risa es un ejercicio muy saludable que te hace quedarte fenomenal después de la obra y recordarla durante más tiempo. Es como que te limpia el alma. Se te va el estrés y todos los malos rollos. Así que el secreto supongo que es ese… hacer comedia para que la gente se ría y conseguirlo.
«Yo siempre intento hacer comedias que no solo entretengan, sino que de verdad hagan reír»
¿Has actuado más veces en el Teatre Auditori de Catarroja?
Te diría que he estado aquí con todas mis comedias. Ten en cuenta que mi socio Enrique Fallos es valenciano y siempre suele programar nuestras producciones tanto en Catarroja como en otras poblaciones con teatro de la Comunidad Valenciana. Tengo una relación estupenda con esta tierra.
Además de ‘El aguafiestas’, actualmente también estás dirigiendo ‘La cena de los idiotas’. Para mí es uno de los guiones más divertidos que he visto.
Totalmente. Es un guion precisamente escrito por el mismo autor que ‘El aguafiestas’, en el que también hay muchas dosis de crueldad (risas). En este caso se trata de una nueva adaptación que he realizado yo mismo, y le he metido algunos gags que no están en el texto original para trasladarlo un poco más al humor español nuestro.
Ahora mismo estamos en Madrid. Tenemos difícil realizar una gira por España ya que los actores del reparto tienen compromisos en televisión, pero tal vez la repongamos para la temporada que viene.
También vas a participar en un nuevo programa de Telemadrid, ¿no?
Sí, voy a hacer el papel de jurado en un talent show para cómicos. Buscaremos al mejor cómico de la Comunidad de Madrid. En cada programa participan varios humoristas y se van eliminando según los votos del jurado y el público, para que queden solo los mejores.
Se han hecho muchos programas de concurso de talentos en la televisión, pero la mayoría han sido más orientados hacia la música. En este caso nosotros nos vamos a centrar en el humor, que en realidad es aquello que la gente más reclama en televisión.
«Se puede hacer humor de muchas cosas sin meterse necesariamente en problemas»
¿Quizás los humoristas que empiezan hoy en día lo tienen más complicado que en tu época? ¿Tienen que ser más políticamente correctos?
Puede ser. Al final cada humorista debe marcarse a sí mismo la línea de hasta dónde debe ser políticamente correcto. En realidad siempre ha habido gente a la que no le gusta algo que has dicho o te reclama que te hayas metido con su colectivo. Es imposible gustarle a todo el mundo.
Lo que pasa es que antes cuando se quejaba alguien normalmente no pasaba de ahí, pero ahora con las redes sociales se puede convertir en una polémica a nivel nacional. ¿Eso es más presión para vosotros?
Es así. Por eso siempre digo a los nuevos cómicos que deben ser ellos quienes marquen sus límites. Debemos ser nuestros propios censores. Yo personalmente siempre intento tener respeto hacia ciertas cosas. Hay tanto de lo que se puede hacer humor que… ¿para qué meterse con aspectos que no van a ningún lado y te pueden traer problemas?
De igual manera también te digo que es importante tratar de que no te afecten tanto las opiniones de los demás. No hay que creerse mucho las críticas, ni las buenas ni las malas. Eso es lo que te hace ser libre.