La, en ocasiones, poco valorada comarca del Rincón de Ademuz -enclavada entre las provincias de Cuenca y Teruel- nos sorprende con lugares como el que les vamos a mostrar hoy: Castielfabib, una pequeña localidad de poco menos de 300 habitantes que resulta ideal para una escapada desde València (a hora y media en coche).
Castielfabib late en el corazón de esta singular región, para sorprendernos gracias a un escenario que desprende vida. Paisajes de postal, rutas fascinantes y un amplio patrimonio histórico y cultural, además de una gastronomía exquisita, es lo que encuentra todo el afortunado que se acerca hasta estas tierras.
Sin duda, el destino es una excusa perfecta para disfrutar del turismo rural y perderse a través de recorridos senderistas que “te llevarán a rincones repletos de encanto”. Uno de ellos está en el Paraje Natural de la Muela de los Tres Reinos, punto de encuentro entre la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Aragón.
Origen antiguo
Castielfabib es, junto a Ademuz, una de las dos villas históricas de la comarca. Así, desde la conquista cristiana por parte de los aragoneses (siglo XIII), ambas fueron incorporadas al dominio real como villas de realengo y gozaron de representación en las Cortes.
Pero sus orígenes, por supuesto, son mucho más antiguos, como se aprecia en los restos de la Edad de Bronce descubiertos en la Solana del Soreico. También rastros romanos aparecen en el Castillo de Fabio, al oeste de la localidad.
Se ubica, además, a orillas del río Ebrón, y seguir sus huellas es otro de los itinerarios más recomendados. El propio curso del agua nos hará de guía en un trayecto totalmente señalizado que nos permitirá observar las Hoces del Ebrón, las Cuevas de Hituelo o la Villa Vieja, entre otras maravillas.
Situado a una hora y media de València ciudad, es un lugar perfecto para disfrutar del turismo rural
Qué visitar
Iniciamos la visita en la iglesia-fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles, considerada la edificación más relevante de la población por su gran tamaño y posición estratégica.
Es un buen ejemplo de iglesia de reconquista, fundada por la Orden del Hospital a inicios del siglo XIII a partir de una torre musulmana situada en el lugar. Cuenta con cuatro estancias superpuestas (fragua, almacén, granero e iglesia) y presenta la estructura gótica inicial, con una serie de arcos fajones de piedra.
La Torreta o Torre del Hospital es el lugar donde mejor contemplar la totalidad del municipio y gran parte de la comarca, así como desde los miradores de la Villa Vieja, El Moral y la Peña Garrate.
Paisajes de postal, bellas rutas y un rico patrimonio cultural y gastronómico es lo que encuentra todo visitante
Castillo y murallas
El castillo -de origen musulmán y declarado Bien de Interés Cultural en 2008- se ubica en un peñón rocoso que antaño fue una zona estratégica y que permite divisar el valle del río Ebrón a su paso por Castielfabib.
Consta de dos partes: la celoquia, el punto más alto (donde se concentraba la guarnición militar) y el albacar, con un aljibe, que servía de espacio seguro para la población en periodos de guerra.
La toma de este castillo por parte de Pedro II de Aragón se puede catalogar como el inicio de la conquista del Reino de València.
Por su parte, las murallas forman un itinerario patrimonial que recorre las estrechas callejuelas de la villa y permite apreciar de primera mano varios de los vestigios del recinto amurallado medieval que han llegado hasta nuestros días.
Entre los rincones por conocer, la iglesia-fortaleza, el castillo, las murallas y la Cruz de los Tres Reinos
La Cruz de los Tres Reinos
El punto geográfico de mayor altitud de Castielfabib (1.560 metros) es la Cruz de los Tres Reinos, también limítrofe con las provincias de Cuenca y Teruel. En este lugar, cuenta la leyenda, se reunían en la Edad Media los reyes, para que ninguno tuviera que salir de su territorio.
La cima se enmarca en el mencionado Parque Natural de la Muela de los Tres Reinos, próximo a Arroyo Cerezo, y con la posibilidad de realizar diversas rutas a través de sus fuentes, cuevas y singular flora.
Las Huellas del Ebrón
Este camino de unos cinco kilómetros, igualmente señalizado, discurre por las inmediaciones del río Ebrón, por estrechos y profundos cañones.
El recorrido circular garantiza también buena parte del patrimonio cultural extramuros, en el que sobresale el convento de San Guillermo (s. XIV), el Molino de la Villa, el acueducto del canal o el medieval acceso empedrado a la Villa Vieja.
Finalmente, las Lomas de Abril es la última ruta senderista que les sugerimos para comprender las bellezas de Castielfabib. En este bosque nos espera un entorno lleno de tesoros: barrancos, pinturas rupestres, una antigua paridera, fauna extraordinaria…