El Teatro Municipal de Torrevieja ha acogido la octava edición del Festival Nacional de Cortometrajes Torrevieja Audiovisual, organizado por Turmalina Films, el Instituto Municipal de Cultura Joaquín Chapaprieta y el Ayuntamiento de Torrevieja.
La actriz Aurora Carbonell, la directora y guionista Paola García-Sanjuan Machado, el productor Miguel Molina y el diseñador de producción Edou Hydallgo fueron los componentes del jurado.
Tras su deliberación, el premio al mejor cortometraje de ficción ha recaído en Sergio Milán con ‘Actos por partes’, y el premio al mejor cortometraje de animación en Carlos Escutia con su obra ‘1996’.
«‘Actos por partes’ narra cuatro historias de pacientes oncológicos» S. Milán
¿Cómo valoráis haber conseguido el primer premio del certamen, cada uno en su respectiva categoría?
Carlos Escutia (CE) – Una alegría enorme y una sensación de responsabilidad, ya que este tipo de obras audiovisuales y estos premios trascienden a lo personal y perduran en el tiempo más que uno mismo. El corto en realidad es de una escuela de animación. Por lo tanto, hablamos en representación de nuestros alumnos.
Sergio Milán (SM) – El mayor éxito del corto está siendo entre el público y el premio que este otorga. Ganar también el reconocimiento de los profesionales del audiovisual que conforman un jurado nos dice que hemos conseguido, de algún modo, aunar crítica y público, lo cual es una tremenda alegría.
Estos cortometrajes, ¿habían participado anteriormente en otros festivales?
CE – Ha ganado también en los Premios Berlanga en Valencia y otros. También ha sido nominado en diversos festivales de Italia, Perú, Grecia, Yugoslavia o Albacete. Los cortos de animación sin diálogos tienden a ser muy internacionales. Su recorrido por festivales está a mitad en estos momentos.
SM – El viaje está siendo abrumador. Desde su estreno hace seis meses, el cortometraje ha sido seleccionado en más de cincuenta festivales, consiguiendo 34 premios. La vida media de un corto en el circuito es de entre uno y dos años, así que ojalá el sueño continúe el tiempo que nos quede.
En tu caso, Sergio, actualmente sois candidatos a los Goya y a los premios Forqué con ‘Actos por partes’…
SM – Con dos cortometrajes anteriores, ‘Para Sonia’ y ‘Saber perder’, estuvimos preseleccionados para los Goya, pero nunca habíamos llegado a una candidatura. Es un honor para el equipo, sobre todo por el altavoz que ello puede suponer para que el mensaje de la pieza pueda llegar al gran público.
«El cortometraje ‘1996’ está dedicado a la paternidad» C. Escutia
¿A qué paradigmas se enfrentan los protagonistas de vuestras historias?
CE – Si lo dijese haría un ‘spoiler’, pero sí puedo decir que los protagonistas de ‘1996’ se enfrentan a momentos duros y dulces; el tiempo también es importante y todos afrontan la mirada del otro, un hijo con su padre, un padre con su hija.
SM – En el caso de Marta, de ‘Actos por partes’, el cáncer que creía sanado vuelve y con ello nuevos cambios muy radicales en su vida. Se enfrenta a decidir afrontar esos cambios sin saber si vendrán más y peores, o tirar la toalla por el agotamiento que este proceso supone, máxime cuando son años los que uno lleva padeciendo esta enfermedad.
Carlos, ¿qué te motivó a llevar a cabo la historia de ‘1996’?
CE – Los cortos de nuestra escuela de animación son historias bastante emocionales. Por ejemplo, en el anterior ‘Lifetime’ se habla del amor, en ‘El ladrón de caras’ la enfermedad del Alzhéimer o en ‘Palomitas’, del cine. Aquí se quiso tocar el tema de la paternidad: el corto va dedicado a los papás.
Al mío, al del director Ramón Mascarós, que falleció cuando él era joven; al del guionista Sergi Vizcaino o al del productor David Fraile, que fallecieron durante la producción de este corto. Y claro, a los papás de todos los alumnos que participaron en él.
¿Y a ti?
SM – Una de las cuatro historias narradas es la mía propia como paciente y con los años me di cuenta de que contarla, desde su paradójico humor, ayudaba a los que se enfrentaban al comienzo de este proceso.
Junté otras historias reales y sencillamente desarrollé la pieza que a mí me hubiera gustado recibir cuando me diagnosticaron. Algo que me diera esperanza y que me ayudara a no censurar mi sonrisa durante el proceso.
«Me gusta contar historias, pero también la parte comercial» C. Escutia
¿En cuánto tiempo los habéis realizado?
CE – El primer guion aprobado es de noviembre de 2019, pero se llevaba trabajando meses en clase. Se terminó oficialmente en diciembre de 2022, aunque tuvo ajustes posteriores para registrarlo y ajustarlo a diferentes formatos.
SM – En total en un año. Rodamos la primera de las cuatro historias aprovechando la nueva categoría #LlámaloCáncer en el Festival Notodofilmfest, con la inesperada sorpresa de ganar el gran premio del jurado a mejor corto. Gracias a ello sumamos fuerzas con la Asociación Española Contra el Cáncer y otros aliados para poder desarrollar el resto del proyecto.
¿Ha sido complicado materializarlos?
CE – Producir cortos de animación siempre es una penitencia, llevamos trece y uno a mitad del proceso siempre se pregunta: ‘¿Por qué me he metido en esto otra vez?’. Esa es la verdad. Pero siempre compensa al final.
SM – El rodaje y equipo han sido mágicos. Más complicado ha sido conseguir el dinero para hacerlo realidad, ya que no hemos contado con ninguna ayuda oficial. Gracias a ganar Notododofilmfest, que nos nombraran embajadores del premio #LlámaloCáncer en la siguiente edición, a todos los mecenas, profesionales y empresas audiovisuales que nos han ayudado, hemos conseguido hacer las cosas lo mejor posible.
Carlos, ¿de dónde viene tu interés por la cinematografía y el cortometraje?
CE – En mi caso no viene de un interés estrictamente artístico. No me formé en esa área y siempre he sido muy autodidacta, lo cual va en sintonía con lo que hacemos desde nuestra escuela de animación, donde se huye de los métodos tradicionales de formación. Este enfoque, obviamente, no encaja con todo el mundo.
Me gusta contar historias, pero también la parte comercial y puramente de industria audiovisual. Por ese motivo, también dirijo un estudio donde se producen videojuegos o se participa en películas y series de animación.
«Estudié cinematografía e interpretación porque me gusta comunicar» S. Milán
¿En qué ha cambiado tu forma de trabajar desde entonces?
CE – Hay una metodología para producir un cortometraje de animación, existe un sistema y una forma de hacerlo que lleva al éxito.
Pero no dejan de ser personas los que participan, y cubrir las piezas que fallan no siempre es sencillo ni comprensible para los que forman parte del proyecto. En este caso más que en ningún otro; si no te rindes, no puedes perder.
Uno de tus principales proyectos ha sido ‘Lifetime: A PAC-MAN Story’, realizado durante el máster en animación en 2017 y con el que llegaste a ser galardonado en los Premios Feroz en 2020, ¿qué significó para ti tal reconocimiento?
CE – Recibir premios siempre es una alegría, especialmente para nuestros alumnos que logran cierto caché, reconocimiento y aumenta sus posibilidades de encontrar trabajo.
«El reconocimiento y los premios abren y cierran puertas» C. Escutia
¿Te ha abierto puertas dentro del sector?
CE – Los premios y el reconocimiento abren y cierran puertas, imagino que es comparable a la fama. Va en dos direcciones, ya que también se pierden oportunidades, cambian la percepción de las personas, forman una imagen que no puedes controlar del todo.
En nuestro caso, la filosofía y metodología es la misma que desde el principio, pero ahora tenemos unos cien premios internacionales de nuestras obras que antes no teníamos y esto, inexorablemente, cambia como te percibe la gente.
¿Has probado suerte en el mundo del largometraje?
CE – Creo que soy el único en Valencia que ha rechazado una subvención a largometraje de animación. No conozco ningún otro caso, al menos, y eran varios cientos de miles de euros.
Cuando produzca un largometraje será porque estoy seguro de poder hacerlo por mí mismo y con libertad. Alrededor mío he vivido cómo las obras no se terminan o se estrenan años después, sin ningún tipo de relevancia o interés del público.
Sergio, has estudiado interpretación en diversas escuelas, entre las que destacan ‘La lavandería’ y la escuela de interpretación ‘Jorge Eines’, ¿de dónde viene tu afición por el sector?
SM – Lo que me encanta es contar historias. Estudié cinematografía e interpretación en paralelo porque lo que me gusta es comunicar, sea en el puesto que sea.
«Mi asignatura pendiente es el largometraje» S. Milán
¿Has evolucionado tras llevar más de quince cortometrajes a tus espaldas?
SM – Mi pasión sigue siendo la misma y si tengo algo que podríamos llamar sello, creo que tampoco ha cambiado. He ganado en madurez, abordando con más sosiego los retos. Sigo aprendiendo, nunca dejaré de hacerlo, de eso se trata.
En tu trayectoria profesional destaca la escritura y dirección de cortometrajes como ‘Para Sonia’, siendo multipremiado en diversos festivales nacionales e internacionales. ¿De qué trata dicha obra?
SM – Trata sobre la accesibilidad en el cine para personas con problemas de visión y de cómo tanto la audiodescripción como el maravilloso doblaje de este país, lejos de restar a la cultura, da un servicio a muchas personas que no pueden leer subtítulos.
Fue mi primer proyecto de repercusión y, a día de hoy, me sigue emocionando lo que significó para tantas personas que se sorprenden al descubrir que lo dirigí yo.
Además del mundo del cortometraje, ¿te has adentrado en el largometraje?
SM – No, es la próxima asignatura pendiente. Pero vivo el presente con mucha intensidad; haber sido paciente oncológico es lo que tiene, y ahora mismo intento no perderme una sola de las emociones que el viaje de ‘Actos por partes’ está trayendo consigo.
Pienso en el futuro, por supuesto, pero déjame saborear un poco este dulce momento.
Otras obras del festival
Este año han sido once obras las seleccionadas para participar en el festival: cinco en animación y seis en ficción. De todas ellas, cuatro fueron las candidatas finalistas, entre las que, además de las vencedoras, se incluyeron ‘Leo’, dirigido por Sergio Postigo Cruz, y ‘Lullaby Aquarium’, dirigido por Ana María Mendicote Brañas y Queralt de Miguel Rosique.