Los medios de comunicación tanto provinciales como locales parecían estar de enhorabuena en aquel momento: se inauguraba el 11 de febrero de 2005 una multisala musical (o sea, una discoteca de las grandes, con varios apartados) en San Vicente del Raspeig. Un recinto de 208,26 metros cuadrados, que siendo generosos en las cifras, a razón de cuatro espectadores de pie por metro cuadrado, nos daba una capacidad de unas 833 personas.
Nave 8 se presentaba entonces como una panacea informativa porque todo el mundo desplazó periodistas para cubrir la información, dándole de paso a los responsables de la propuesta, hoy ya desaparecida, publicidad gratuita ¿Por qué precisamente en San Vicente del Raspeig, cuando la ‘movida’ parecía centrarse allá abajo, en el casco antiguo de Alicante ciudad, el Barrio?
Cuestiones de espacio
La primera es casi la más evidente: centrado el jaraneo juvenil y nocturno en una zona tan acotada como aquella, ¿dónde se iba a montar algo así, que según los propietarios se espejaba en salas como la hoy mítica y aún activa Razzmatazz, en Barcelona? Incluso se inspiró en su segmentación en varios espacios según estilo o género, aparte de la sala de conciertos.
Abría la espita a cualquier estilo, rock duro incluido. De hecho, tras una inauguración oficiosa o “preinauguración” en la Nochevieja y la Noche de Reyes, abrían tarareos dos bandas guitarreras, la riojana Tierra Santa, nacida en 1997, y la ibense Gangbang 66, del 2000. Nave 8 se encontraba muy astutamente ubicada en un polígono industrial adjunto al lado norte del campus universitario. Y eso explica mucho.
Se espejaba en salas como la barcelonesa Razzmatazz
Espaldas arboladas
Situada en la calle del Bronce (cruzada por las del Zinc y el Acero, y el Carrer Finca El Pilar), a espaldas de un caserón privado con arboleda y parque, la citada finca El Pilar, que saluda a la carretera de Alicante (CV-828) a la altura de la ciudad deportiva universitaria, la sala estaba a un paso de un centro repleto de gente joven con ganas de pasar buenas noches de fin de semana.
No muy lejos incluso a pie, edificios de nueva factura. Ayuntamiento e inmobiliarias comenzaban en los noventa a facilitar alquiler o compra de viviendas para jóvenes estudiantes, que en muchos casos venían de otros puntos de la provincia o de más allá. Todavía hoy continúa siendo el municipio, incluso durante la pandemia, un campo abonado para la llegada de operadores de residencias para estudiantes.
Ayuntamiento e inmobiliarias facilitaban acceso a viviendas para estudiantes
Ambiente relajado
Durante un tiempo, el de Nave 8 fue el modelo a seguir en el lugar. Ya había un movimiento nocturno de pubs, varios hoy reconvertidos en gastrobares (cocina de alta calidad a precios asequibles) y ‘café-lounges’ o ‘lounge-bares’ (donde tomarse copas en ambiente relajado). De todas formas, la ‘marcha’ nocturna sanvicentera que comenzó a establecerse, como el barrio alicantino, vía personal universitario, siempre fue de ‘tranqui’.
Al menos ocurría en la población en sí, más dada al bar de toda la vida, el de las cañas con aperitivo. El estatuto de constitución de la Universidad de Alicante (UA), en el campus de San Vicente, se aprobaba en 1985. En realidad daba carta de continuidad al Centro de Estudios Universitarios (CEU) inaugurado en 1968. Pero, aunque parezca curioso, a muchos efectos la UA estaba por la fecha como más cercana a la capital que a este municipio.
San Vicente no parece presentar una oferta tipo ‘paquete’ definitorio
Otros ejemplos
Aunque el modelo marcado por otras poblaciones, como Sant Joan d’Alacant, que vio cómo varias plantas bajas con amplio patio de la zona norte se convertían en pubs alternativos (en todas sus acepciones) al Casco Antiguo alicantino, para desesperación vecinal (pero ya desaparecieron, al igual que parte de las viviendas), quizá el hecho de que en San Vicente la zona clásica en el fondo esté integrada con la moderna, sin alejamiento físico, tuvo algo que ver.
Aún hoy, no hay más que fijarse en que las demás ofertas nocturnas (alguna que otra no parece haber sobrevivido a la pandemia) prácticamente se localizan en las cercanías de la universidad, en zonas de reciente construcción precisamente, cercanas además al polígono industrial donde se activó todo esto, y basan su programación en acontecimientos universitarios (como, por ejemplo, el comienzo o el final de curso, los post exámenes).
A piñón fijo
Pero aún así San Vicente no parece presentar en general una oferta tipo ‘paquete’ como el que definió a otros ocios nocturnos juveniles (la marcha del Barrio cuando este se encontraba en su momento álgido, las noches del puerto alicantino, los pubs de la playa de San Juan, la oferta alternativa de Sant Joan…), sino lo de ‘subir’ (o ‘bajar’, según) a un sitio determinado.
Nave 8, según la mayor parte de las referencias, cerraba en septiembre de 2010, tras solo cinco años de funcionamiento. En realidad, acabó por transmutarse en la sala The One (lo fácil, ‘la uno’, pero podemos traducirlo como ‘la única’), más o menos lo mismo pero puesto al día. En estas épocas donde el tardeo quiere sustituir a la nocturnidad, casi es una declaración de principios.