Hay leyendas que marcan. Como que Mutxamel, en plena comarca de l’Alacantí, es el municipio de la provincia alicantina con mayor extensión, o al menos una de las principales. En realidad, con 67,47 kilómetros cuadrados, ocupa el puesto número 38, justo después de Onil (48,41), en la Foia de Castalla, y antes de Castell de Castells (45,90).
A decir verdad, la palma se la lleva Orihuela (365,44), en la Vega Baja, dejando a la capitalina Alicante (201,27) en un cuarto puesto. No obstante, 67,47 kilómetros cuadrados y 6.747 hectáreas dan para mucho; entre otras cosas para pillar mochila, buen calzado, ropa del tiempo y algo para hidratarse, más las ganas de disfrutar andando, y liarse a hacer senderismo. Porque aquí hay dónde.
Estación de paso
Para empezar, el propio municipio es estación de paso de la ruta PR-142 (en muchos sitios figura como descatalogada, pero aún hay balizas), que, tras arrancar en playa de San Juan (que pertenece a la ciudad capitalina) o en Sant Joan d’Alacant (municipio independiente de 9,64 kilómetros cuadrados, en el puesto 116 en nuestra clasificación por tamaño), nos lleva hasta la zona montañosa del Xorret de Catí (unos 1.100 metros de altitud).
La comparten Castalla (114,6; la novena, población titular de la Foia de Castalla, a su vez en inscrita en l’Alcoià) y Petrer (104,26; la décima, en el Vinalopó Medio). Se trata de un recorrido largo, más de cuarenta kilómetros (solo de ida, que es lo que se suele recomendar), aunque técnicamente ni fácil ni difícil. Generalmente, se comienza en las alturas para terminar en la playa o incluso antes.
Mutxamel es estación de paso de la ruta al Xorret de Catí
Los tres azudes
Una ruta bastante más imbricada con Mutxamel de lo que cabría suponer. Porque nos encontramos con un itinerario que acompaña al río Monnegre, que baja como río Verd o Verde y remansa por el pantano de Tibi (70,38; en el puesto dieciocho), el gran distribuidor del caudal, a partir de ahora denominado Monnegre o Montnegre (monte negro) hasta que llega al sistema de azudes de Mutxamel.
Allí, el de Mutxamel, ‘les Fontetes’ (las fuentecillas) o Assut Vell (azud viejo), el de Sant Joan o Nou (nuevo) o del Pas (paso) de Busot (la presa de finales del XVIII de siete metros de altitud por 3,60 de anchura) y el de El Campello, lo convierten en el Sec o Seco hasta desembocar en esta última localidad (55,27; puesto treinta). El segundo dique sirvió para derivar las aguas al canal de Gualeró, para vivificar la huerta de Alicante.
Monnegre centra varios de los trazados para caminantes
Bajo la calima
Como es lógico, esta gran ruta posee tramos en común con otros senderos locales o al menos interconectados con municipios más o menos colindantes. Por ejemplo, para enlazar con la pedanía (compartida con otras localidades) de Monnegre, podemos caminar hasta uno de los diminutos núcleos poblacionales, Monnegre d’Alt. Treinta y muchos kilómetros ida y vuelta, en plan circular, que nos permiten también visitar la zona del Portell de la Moleta.
Esta área, complementaria de la partida de Monnegre junto a la Casa de Giner, Foia del Boter, el Pla del Rocar o Río Park, también figura en una serie de rutas senderistas que, salvo algún pino por el lado del río, transcurren entre urbanizaciones por algunos tramos, bajo pura calima, sol abrasador en verano, aunque regalan hermosos paisajes casi marcianos.
Desde el propio ayuntamiento se proponen seis trazados
Huertas y calles
También los azudes, el principal en cierto modo museabilizado a partir de las visitas escolares y de institutos, forman parte de las varias caminatas que parten de Mutxamel o la contemplan como destino o parada. Por ejemplo, por los cañaverales del río, en una circular de entre nueve y diez kilómetros a partir del azud de Sant Joan.
Pero nada nos impide, por ejemplo, recorrernos las huertas de ese Camp d’Alacant (campo de Alicante) germen de la actual comarca de l’Alacantí, por ejemplo yéndonos a la pedanía alicantina-sanjuanera dominada por el monasterio de la Santa Faz. Pasamos también por Sant Joan en ruta circular de poco más de siete kilómetros, la mayor parte en zona urbana. Porque el senderismo no ha de estar reñido con la ciudad.
Con marchamo municipal
Buena parte de las anteriores rutas han ido perfilándose por los propios senderistas, pero han ido señalizándose de manera oficial con el tiempo. De hecho, hoy el propio ayuntamiento presenta los siguientes senderos locales (SL): 152 (Canyar Portelles-Calvari), 153 (Assut de Mutxamel-Lloma o loma Ramos), 154 (Assut de Mutxamel-Assut de Sant Joan), 155 (Barranco Cocons-minas de ocre), 156 (Assut de Sant Joan-Cantalar) y la ruta veraniega del Farolet.
De unos cinco kilómetros, tres (solo ida), seis, otros seis, casi seis y medio (solo ida) y tres y medio, respectivamente, se trata de trazados de gran valor paisajístico y en general baja dificultad (algo más entonados, eso sí, el 154, entre los azudes, y el de los ‘cocons’ o pozas naturales). El último, el estival, forma parte, de hecho, de una actividad urbana especialmente preparada para la chavalería, generalmente a finales de julio. Que haya senderos para todos.