Una de las principales incógnitas urbanísticas de Petrer de los últimos tiempos ha quedado despejada. El Ayuntamiento ha hecho público el proyecto definitivo de la reforma integral de la Plaza de Baix, que va a contar con un presupuesto de casi 1,8 millones de euros, y que ganará un 40% más de espacio para el viandante.
Aunque la integración de la iglesia y las termas descubiertas a finales de 2021 en el subsuelo de la plaza era uno de los puntos candentes que más ha traído de cabeza a las autoridades municipales, por las complejidades técnicas y financieras que entrañaban, finalmente se quedan fuera de dicho proyecto y no podrán hacerse visitables.
Desde la concejalía de Urbanismo, junto con Patrimonio, se ha estado durante todo este tiempo estudiando cómo convertir los yacimientos en una especie de museo en el que los visitantes pudieran contemplar o incluso pasearse entre los restos del siglo IV, pero siempre con la idea de que no había que entorpecer la vitalidad social ni el normal desarrollo del que siempre ha gozado este neurálgico espacio.
Solución inviable
Según el concejal de Urbanismo, David Morcillo, los hallazgos arqueológicos han obligado a cambiar el primitivo proyecto de reforma de la Plaza de Baix aprobado hace dos años. “Encontrar una iglesia, unas termas y unos mosaicos, generó un grave problema a nivel técnico, que complicaba hacerlos visitables, tal y como habíamos barajado en un primer momento”.
El edil nos relata que el descubrimiento del yacimiento perteneciente a Villa Petraria, a pesar de la alegría que supuso sacar a la luz unos restos únicos en la provincia, trajo consigo varios inconvenientes. El primero fue a nivel económico, dado que hacerlos visitables incrementaría el presupuesto en dos millones de euros más de lo que va a costar el proyecto actual, con lo que el coste final se dispararía hasta casi cuatro millones.
1,8 millones de euros, financiados al 50% por la diputación, es el coste final de la operación
Plaza partida
Pero eso no es todo. Integrarlos dentro de la plaza, dada la poca profundidad a la que se encuentran, obligaría a una complejidad técnica añadida “que no hubiera gustado a nadie”, admite Morcillo, al tener que partir la plaza en dos, elevando la zona en la que se encuentra el yacimiento arqueológico a mayor altura que el resto y limitando, por tanto, el uso del espacio para los actos que allí se celebran.
El responsable de urbanismo de Petrer reconoce que ha sido “muy doloroso” tener que volver a dejar enterradas las ruinas, “pero no podíamos llevar al ayuntamiento a una inversión estratosférica de casi cuatro millones de euros cuando el resultado no iba a quedar bien al tener que hacer la plaza a doble altura”.
El mosaico encontrado en la basílica fue extraído y actualmente está siendo restaurado
Una única altura
“La Plaza de Baix, -continúa David Morcillo-, no es una plaza cualquiera. Acoge muchas actividades durante todo el año muy emocionales y muy importantes para la ciudad, así que siendo pragmáticos hemos hecho un proyecto de plaza a una única altura”.
Los restos descubiertos, junto con el acceso al inacabado refugio de la guerra civil española, ya pudieron ser datados y estudiados en detalle cuando salieron a la luz y contemplados por todo aquel que se acercó a visitarlos, pero de momento se quedan en las entrañas de la plaza como testigos mudos de un pedazo de nuestra historia.
En cualquier caso, el mosaico encontrado en el interior de la basílica fue cuidadosamente extraído, y actualmente está siendo restaurado para ser expuesto públicamente en un futuro próximo.
Las obras tendrán un plazo de ejecución de un año, y se encajarán entre las fiestas de moros de 2024-2025
Más espacioso para el viandante
El proyecto aprobado gana espacio para el peatón en un 40% más al suprimirse los aparcamientos laterales, aunque los vehículos podrán seguir atravesando la plaza por delante del ayuntamiento y de la Iglesia de San Bartolomé.
Tal y como nos explica el edil, se ha tratado de buscar tres objetivos: ganar superficie para el peatón; no tener impedimentos para los actos ni para las imágenes que pasan durante el año en procesión; e intentar recordar el pasado con el presente y el futuro. Con respecto a esta última cuestión, se hará una recreación serigrafiada en el suelo sobre el mismo lugar en el que se encuentran enterradas la basílica y las termas.
Estreno para ‘moros’ de 2025
Casi 1,8 millones de euros será el coste de las obras, financiados al 50% por la Diputación de Alicante a través del Plan Planifica 2024/2027. El final de las Fiestas de Moros y Cristianos de 2024 marcarán el comienzo de las obras y los plazos que se manejan para su realización son de un año, así que se espera que la remozada Plaza de Baix pueda inaugurarse por todo lo alto para los moros de 2025.
El proyecto contempla implementar una pavimentación uniforme mediante adoquines y la introducción de maceteros y mobiliario urbano móvil que podrá ser retirado en función de las necesidades. El agua volverá a brotar de la plaza con una fuente a nivel del suelo. Se aprovechará para renovar las redes de saneamiento, recogida de aguas pluviales y suministro de agua potable y también se colocarán nuevas columnas de alumbrado y soportes para velas que garanticen zonas de sombra.
Además, las fachadas del ayuntamiento y de la iglesia tendrán un sistema especial de iluminación al estilo del que existe en el castillo. En suma, apunta Morcillo, se ha intentado mantener el mismo diseño y estética que se empleó en la reforma de la zona de Gabriel Payá. El objetivo final es, por tanto, un cambio de imagen más moderno y funcional sin que la plaza pierda su emblemática condición.