Entrevista> Juan Ramón Roca / Escritor (Zona Internacional de Tánger, 1958)
Hace ya 28 años que vino a Alicante para trabajar como profesor de Formación Profesional en la rama audiovisual, en el IES Luis García Berlanga de San Juan. Sin embargo no ha olvidado su tierra natal, hasta el punto de que ha escrito y reeditado ya varios libros dedicados a Marruecos. Todos ellos están disponibles en la librería Raíces de Alicante.
El destino quiso que Juan Ramón Roca naciera en el antiguo protectorado internacional de Tánger aún sin tener antecedentes tangerinos en su familia. Charlamos con este enamorado de su tierra, precisamente en un momento en el que el pueblo marroquí sufre las horas más oscuras padecidas en las últimas décadas.
¿Por qué naciste en Tánger?
Mi madre es una zamorana que llegó allí de niña porque mi abuelo era juez y le nombraron fiscal del Tribunal Mixto Internacional en los años 30. Y mi padre un médico otorrino barcelonés que se trasladó en los 50 para trabajar en el nuevo hospital que se construyó para atender las necesidades de la numerosa comunidad española, superior a unas 30.000 personas, que ya residía en Tánger. Yo pasé allí toda mi infancia y juventud.
«Tánger es una ciudad que ha sabido superar su oscuro pasado»
¿Cómo surgió tu devoción por escribir sobre Marruecos?
Fue un poco por despecho. Mi primer libro fue una guía turística sobre Tánger, porque cuando hablaba con amigos que visitaban Marruecos siempre me decían lo mismo: “Fez es maravilloso, Marrakech estupendo, Rabat genial…”. Sin embargo al preguntarles por mi ciudad, me decían que no habían pasado o incluso que se habían quedado en el hotel porque les habían dicho que no tenía nada interesante y que además era muy peligrosa.
Evidentemente esto me molestaba. Por supuesto para cualquier persona su pueblo es el más bonito del mundo, pero además es que Tánger es una ciudad muy interesante que tiene incluso un origen mitológico. Luego se convirtió en la capital diplomática de Marruecos y tuvo una gran importancia geopolítica.
Yo estuve en Marruecos hace pocos años y sí visité Tánger. Habéis superado ya esta fama tan negra, ¿no?
Aquí lo que ocurrió es que en los años 70, 80 y 90 la ciudad quedó bastante abandonada. El rey Hassan II le dio la espalda, queriendo desarrollar más el sur como destino turístico. La idea era que Tánger fuera un foco industrial, pero no pudo competir contra un puerto tan consolidado como el de Casablanca. Además hubo una inmigración masiva desde el campo y acabó proliferando la economía delictiva con contrabando, juego ilegal, prostitución e incluso se entró en la red del narcotráfico.
Sin embargo con Mohammed VI esto cambió radicalmente. Se desarrollaron varios polos económicos construyendo un nuevo puerto de contenedores que ha atraído empresas extranjeras, se generó un puerto deportivo manteniendo el pesquero, se descongestionó la zona antigua llevando el centro financiero a la periferia, y se rehabilitaron los monumentos históricos creándose incluso nuevos museos. Aún así todavía hoy tenemos que luchar contra esta leyenda negra.
«Marruecos se ha occidentalizado mucho en los últimos tiempos»
También has publicado varios libros sobre historias marroquíes.
Mi objetivo siempre ha sido que se conozca mejor el Marruecos antes de la influencia europea, ya que en los últimos tiempos el país se ha occidentalizado bastante. Por ejemplo a la hora de vestir se nota muchísimo, solo en algunos pueblos se sigue portando túnicas.
Por eso me fijé en los escritos de viajeros europeos del siglo XIX que relataron cómo era este Marruecos tradicional. Cuando viajas a un lugar desconocido creo que es interesante leerse antes algún libro que te introduzca en esta nueva cultura. Así que me decidí por reeditar tres de estos libros muy enriquecedores que estaban totalmente descatalogados y que cuentan cosas que no salen en las guías.
Siendo un país tan cercano, ¿los españoles tenemos muchos falsos tópicos sobre Marruecos?
Sí, desde casi siempre. Ten en cuenta que el Imperio Otomano era enemigo nuestro y los piratas del norte de África venían a nuestras costas para arrasar con todo. Hemos tenido muchas guerras hasta principios del siglo pasado, como el Desastre de Annual. Incluso gran parte de las tropas franquistas fueron reclutadas en Marruecos, y en una guerra siempre se cometen crímenes. En definitiva, hay un temor hacia ellos que se ha transmitido en España desde padres a hijos y que todavía existe.
Por ejemplo, poca gente sabe que Jesucristo para el islam es un profeta. Evidentemente no es el hijo de Dios ni es su gran profeta Mahoma, pero en su religión blasfemar contra Jesús está penado. Vale que en un determinado momento haya podido haber un fanatismo religioso, pero eso no es algo genérico y menos en Marruecos. En general predomina mucho el respeto hacia el cristianismo. Incluso el propio Corán prohíbe la conversión forzosa.
«No creo que el terremoto propicie grandes cambios políticos en Marruecos porque la gente apoya al rey»
Después del fatídico terremoto se han escuchado muchas críticas hacia Mohammed VI por tardar en reaccionar y rechazar parte de la ayuda internacional. ¿Crees que esto podría propiciar un cambio político-social en Marruecos próximamente?
Yo no estoy tan seguro de eso. En general la población marroquí tiene un grandísimo respeto al rey dado que ha hecho mucho por el país, sobre todo por la zona norte. Y ten en cuenta que también es el comendador de los creyentes, descendiente del Profeta. Es decir, hablamos de una figura tanto política como religiosa.
El terremoto ha afectado sobre todo a poblaciones de montaña de muy difícil acceso y además ocurrió en plena noche. El tipo de construcción de estas casas también han dificultado los rescates. Quizás podrían haberse salvado más vidas, no lo sé. Pero la dinastía alauita siempre ha sido gente inteligente que ha sabido gobernar bien a un pueblo complicado.
¿Tienes algún otro proyecto sobre Marruecos a medio plazo?
Este año se celebra el centenario del Estatuto de Tánger por el que se convirtió en ciudad internacional, lo cual tuvo una gran importancia geopolítica. Estoy trabajando conjuntamente con la Casa del Mediterráneo para realizar algunos actos conmemorativos, como ponencias o exposiciones, que probablemente serán en noviembre.