La enseñanza en España es obligatoria hasta finalizar el ciclo escolar de Secundaria. Esto es, cuarto de la ESO. Esta medida legal obliga a los padres a tener escolarizados a sus hijos y que estos asistan a dichos centros. En caso de que los niños se ausenten del centro, los servicios sociales deben actuar para obligarlos a que acudan a clase.
En esta tarea hay tres grandes implicados: los propios alumnos, los padres y el centro escolar. Pero de manera subsidiaria existen una serie de protagonistas que pueden ayudar a que dicha tarea se lleve a cabo de una manera más eficaz. Así, la Policía Local de València trabaja estrechamente con la Concejalía de Educación para que esta labor se ejecute adecuadamente.
Seguimiento
Esta colaboración entre la Concejalía de Educación y la Policía Local se está vertebrando a través de unas jornadas dedicadas a la lucha contra el absentismo escolar en la ciudad. Tras la pasada cita del 17 de octubre, la Academia Central de Policía acogió el pasado 9 de noviembre la segunda sesión colaborativa, donde se siguieron abordando las claves del Programa de seguimiento del Absentismo Escolar Municipal (PAEM).
“Con la organización de estas sesiones, celebradas por primera vez este año, apostamos por una mayor coordinación entre delegaciones para aplicar una respuesta efectiva y multidisciplinar a este problema social”, ha explicado la concejala de Educación, Rocío Gil.
En España la enseñanza es obligatoria hasta concluir el ciclo de Secundaria
Distribución por sexos
Desde el Ayuntamiento de València se ha informado que, actualmente, están interviniendo en cerca de trescientos casos diagnosticados, distribuidos de la siguiente manera: 252 casos de alumnado absentista acumulados del curso escolar 2022-2023; 42 de años anteriores a 2022, comunicados ya a la Fiscalía de menores; y cuatro nuevos del curso académico vigente (2023-2024).
Por sexos, el 55% corresponden a alumnas, mientras que el 45% son de alumnos (134). “A edades tan tempranas, resulta vital involucrar al profesorado, a las familias y a la Policía Local para fomentar la concienciación en todos los entornos de referencia de los más jóvenes”, ha insistido Gil.
“Estas jornadas son esenciales para compartir estrategias, planificar recursos y, sobre todo, impulsar la tarea de prevención e identificación de casos que se viene realizando desde la Administración”, ha manifestado la titular de Educación.
El Programa de seguimiento del Absentismo Escolar Municipal (PAEM) redobla su actividad
Segunda reunión
Con motivo de la segunda jornada, que tuvo lugar este pasado 9 de noviembre como se han indicado en las líneas precedentes, la concejala de Educación quiso agradecer a la Policía Local “la magnífica acogida y la buena predisposición para colaborar con la Delegación de Educación en este proyecto de prevención del absentismo escolar, que es responsabilidad de todos”.
Rocío Gil quiso destacar la coordinación entre la policía y los técnicos de educación, pues “resulta imprescindible para conseguir un objetivo común como es la prevención del absentismo en nuestra ciudad”.
Rocío Gil (concejala de Educación) apuesta por «una respuesta multidisciplinar a este problema social»
Artículo 27 de la Constitución
La escolaridad es un derecho fundamental del menor, tal como indica el artículo 27 de la Constitución, y las instituciones públicas tienen el deber de proporcionar esos espacios educativos, así como la orientación necesaria para que todos los menores tengan un puesto escolar garantizado.
Uno de los principales cometidos de la Delegación de Educación del ayuntamiento es velar por el cumplimiento de este mandato, proporcionando el acceso a un puesto escolar y procurando la escolarización plena de todos los menores desde los seis hasta los dieciséis años. Ello incluye la prevención del absentismo, la detección de casos y la actuación que permita revertir aquellas situaciones ya consolidadas.
Testimonios del profesorado
Para hablar sobre la difícil problemática con la que en algunos centros educativos públicos se vive el absentismo escolar, AQUÍ en València ha querido ponerse en contacto con un docente para recabar cómo se combate esta situación. El profesor, que ha querido mantener el anonimato, ha revelado alguna realidad interesante en el funcionamiento administrativo.
“Cuando el alumno empieza a faltar a clase, se llama a los padres para notificar dicha situación a fin de que el alumno no pierda sus sesiones. Generalmente, los padres instan a su hijo para que deponga esa actitud”, aclara el profesor consultado. Sin embargo, subraya, se dan situaciones en las que los propios padres secundan la decisión de sus hijos de no acudir a las aulas.
“En este caso lo que suele surtir efecto es que por parte de Servicios Sociales se les recuerda que los padres dejarían de percibir ciertas ayudas públicas, tipo subsidios, por incumplir el mandato de mantener escolarizados a sus hijos… Generalmente esto suele surtir efecto, aunque también hay casos en los que aun así persisten en no traerlos al cole”, concluye este profesor.