Entrevista > Paz Castelló / Letrada, periodista y escritora (Novelda, 7-agosto-1970)
Mujer intrépida y dinámica, con capacidad para desarrollar infinidad de funciones -radio, televisión o prensa escrita-, Paz Castelló ejerce por las mañanas como letrada, “mi primer trabajo”. Ya por las tardes se centra en su otra gran pasión, la literatura, donde ha publicado con éxito novelas como ‘Mi nombre escrito en la puerta de un váter’ o ‘Dieciocho meses y un día’.
Las dos fueron sumamente controvertidas, y ambas se las recomendamos encarecidamente, para que puedan comprobar de primera mano la visión crítica de una escritora de sonrisa eterna, pero con una capacidad innata para relatar historias de asesinatos y terror.
Confiesa que necesita un método de trabajo muy específico: el de obligarse a escribir todos los días, “también porque funciono con plazos de entrega”. De hecho, tarda una media de nueve meses en confeccionar una novela y ya tiene casi prácticamente completada su próxima, que verá la luz en 2024 repitiendo la fórmula del pseudónimo.
«Es apasionante la radio; tiene una magia especial y estimula la imaginación del oyente»
Escritora, periodista y licenciada en Derecho, ¿cómo te defines?
Siempre digo que me equivoqué de época al nacer; tenía que haberlo hecho en el Renacimiento, por todas las cosas que he hecho y espero seguir haciendo, básicamente porque me gustan y me interesan.
Cuando tengo curiosidad por algo, muestro un enorme interés y procuro adentrarme en ese mundillo. Eso me pasó con el Derecho, pues quise haber estudiado Periodismo, pero no estaba esa carrera en la Universidad de Alicante.
También has trabajado muchos años en la radio.
Sí, con dieciocho años me presenté a unas pruebas en la Cadena Ser de Alicante y me seleccionaron. Tuve la oportunidad de explorar ese campo de la comunicación a través de la radio, que es apasionante, y por otro lado me formé en Derecho, que era lo que más me gustaba de lo que podía elegir.
En la Ser hice radio fórmula en ‘Los 40 principales’; venía del teatro y buscaban una voz fresca, animosa. Era la época en la que había locutores locales, algo que ya no se produce.
¿Consideras que la radio es el más periodístico de los medios?
Tiene una magia especial, es lo que llaman el medio ciego: haciendo estimular la imaginación del oyente, al igual que los libros. Se parecen mucho en ese sentido, hay un paralelismo.
Quien prueba la radio, dicen que nunca la olvida.
¿Qué te motivaba a escribir de pequeña?
Me recuerdo siempre escribiendo, es como mi forma natural de comunicación. Conservo incluso cuadernos de cuando tenía diez-doce años, que curiosamente eran poemas, pasando después a diarios personales.
Siempre que pasaba algo importante en mi vida, luego lo contaba por escrito; es mi lenguaje, mi forma de ver y entender el mundo. Ser escritor, al final, es una forma de vida.
«Entre mis referentes, Agatha Christie, pero también audiovisuales como Alfred Hitchcock»
¿Cuáles eran tus referentes literarios?
Me ha gustado leer mucho misterio, pero no necesariamente novela. Me fascinaba de pequeña la idea de ser corresponsal de guerra, mezclando esa parte entre escritora y periodista, que siempre se ha mantenido.
Empecé a leer muchas revistas y diarios especializados en temas criminales. También obviamente Agatha Christie, un gran referente desde niña, o películas de Alfred Hitchcock. De todo ello se fue creando un poso que es lo que me ha marcado después como escritora.
¿En qué otros medios has trabajado?
Tras finalizar en la Ser, pasé a Onda Cero Alicante, que acababa de abrir su delegación. Me presenté y me volvieron a seleccionar, para el ‘magazine’; allí hice un poco de todo.
Fue mi verdadera escuela, desde programas infantiles -los domingos- hasta musicales. Llevaba asimismo ‘Protagonistas’ en Alicante, cuando Luis del Olmo desconectaba. De ahí pasé a Ràdio 9, la radio de Canal 9, en valenciano.
¿Cuándo te incorporas al gabinete de prensa del Ayuntamiento de Alicante?
Después de ser madre por primera vez buscaba unos horarios más llevaderos. En el consistorio alicantino estuve unos años, pasando después a gestionar la prensa del Hércules CF -me proporcionó seguidamente la idea de mi primera novela-, y el gabinete de alcaldía del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, donde vivo actualmente.
Finalmente cambié de sector y ahora mismo ocupo, desde hace cinco años, un puesto de responsabilidad en la Administración de Justicia. Dejé la comunicación para ejercer, por fin, de aquello que había estudiado.
Hablemos de tus novelas.
Publiqué la primera en 2009. Anteriormente había hecho relatos cortos, abrí también un blog en internet -visible en mi página web- y hacía muchas cosas en las redes sociales, prosa poética, pero no novela.
Siempre me decía que escribiría una, pese a estar sumamente ocupada, hasta que ese año contactó conmigo una agencia literaria de Barcelona, Sandra Bruna. Me dijo que le gustaba mi estilo, cómo escribía, pero que no era comercial.
«Mi primera novela, ‘La muerte del 9’, sobre fútbol, tardé en escribirla apenas tres meses»
¿Te hicieron entonces un encargo?
Me invitaron a escribir algo más grande, una novela. Me preguntaron si tenía algo, le dije que no, pero que se lo escribiría. Acababa de finalizar mi relación profesional con el Hércules y me pareció interesante crear ‘La muerte del 9’, que no trata de fútbol, sino de todo lo que hay detrás, la trastienda.
La escribí en tres meses -doce horas al día-, porque tenía la premura que la agencia no se olvidara de mí, y con mi manuscrito bajo el brazo me desplacé a la Ciudad Condal. Fue la primera novela escrita en España por una mujer sobre fútbol y el pistoletazo de salida a mi carrera literaria.
Le siguieron otras novelas, algunas premiadas.
Sí. ‘Mi nombre escrito en la puerta de un váter’ o ‘Dieciocho meses y un día’, que recibió el premio Letras del Mediterráneo que otorga la Diputación de Castellón sobre la violencia de género.
¿A qué se refiere el nombre del título?
El tiempo que lleva el supuesto asesino de una mujer en prisión preventiva, a la espera de juicio. Cuenta la historia de la mejor amiga de la asesinada, que sufre agorafobia y, a su vez, lleva dieciocho meses y un día encerrada en su casa a consecuencia de un estrés postraumático.
Su única obsesión es vengarse de este asesino, con el inconveniente de que no puede salir de casa porque está enferma.
¿La tuya es una visión crítica de la sociedad?
Por supuesto. La literatura me ha servido para plasmar toda la subjetividad que no puedes dentro del periodismo, donde te debes más a unos cánones.
Más que mi visión del mundo, es mi cuestionamiento de las cosas. Los libros y la literatura es una forma estupenda de hacer reflexionar al lector y al ciudadano sobre determinados temas, porque además te permite tener muchos personajes, que cada uno tiene un modo de pensar totalmente distinto.
«La literatura me sirve para plasmar toda la subjetividad que no puedes en periodismo»
¿Cuál es tu metodología de trabajo?
Soy tremendamente metódica; de lo contrario sería imposible hacer todo lo que hago. Cuando comencé a escribir, mis hijos todavía eran pequeños y aprovechaba el horario escolar, con el silencio absoluto. También necesito escribir con ropa cómoda.
Ahora me levanto temprano, acudo a mi otro trabajo, regreso, almuerzo y me pongo a escribir. Asimismo, embarcada en un proyecto, escribo todos los días, de lunes a viernes -siempre una cantidad mínima de folios-, dejándome los fines de semana para desconectar.
¿Incluso los días que estás más espesa?
Sí, me obligo, porque como decía Picasso, la inspiración te debe venir trabajando. Esto es un oficio y tienes que generarlo, obligarle al cerebro a funcionar, obviamente contando con unas cualidades, una técnica.
Tampoco es lo mismo el primer libro que escribes que el sexto. El ‘thriller’, por otro lado, tiene muchos cabos que no puedes dejar sueltos; trabajo con una libreta en la que voy apuntando detalles de lo escrito, cada día.
¿Tener plazos de entrega no te genera ansiedad?
No, trabajo bien bajo presión en general en la vida. No he tenido nunca problemas de ‘hoja en blanco’ y soy muy productiva; estoy acabando una novela y ya tengo dos o tres ideas en la cabeza.
Tardo de media unos nueve meses en escribir una novela de unas 400-450 páginas.
Si solo puedo leer una de tus novelas, ¿cuál me recomiendas?
Complicado. Todas ellas tienen como hilo conductor una parte crítica del mundo, ese punto periodístico en el que pongo al lector frente a un tema para que se involucre y le haga reflexionar. Se trata de novelas muy distintas y cada una tiene su público.
Sí es cierto que una tiene un valor especial, ‘Mi nombre escrito en la puerta de un váter’, porque pensé que nunca se llegaría a publicar, pues cuenta las dificultades que los escritores noveles hemos tenido, en mayor o menor medida, al iniciarnos en la narrativa. La escribí porque me apetecía explicar lo que estaba viviendo, en los momentos duros de la crisis de 2009 -cuando únicamente publicaban los famosos- y me meto con las editoriales, el marketing…
«Necesito ser muy metódica: escribir todos los días, en sumo silencio, con ropa cómoda…»
¿Tu mejor novela está aún por llegar?
¡Siempre está por llegar! Escribí la primera con treinta y nueve años, tengo ahora cincuenta y tres y espero seguir escribiendo cuando tenga noventa. La energía, el alimento o sabiduría que te da la vida es fundamental para un escritor. Por lo tanto, a más años, más experiencia y mayor calidad.
¿Quiénes son tus escritores favoritos?
No me gusta mencionar nombres, porque todo aquel que realiza un esfuerzo escribiendo merece todo mi respeto.
Opto por señalar a los clásicos, a los que ya no están. Uno contemporáneo, que nos dejó muy pronto y me marcó, fue Carlos Ruiz Zafón, autor de ‘La sombra del viento’.
¿Qué puedes avanzarnos de tu próximo proyecto?
Poco, solo que se publicará en 2024 y que voy a firmar con pseudónimo.