Entrevista > Francisco Martínez Olcina / Director de la Agrupación Lírica Ciudad de Elda (Elda, 12-noviembre-1949)
Nuestro país ha tenido la fortuna de contar con algunos de los mejores tenores de la historia, como Alfredo Kraus, Plácido Domingo o Josep Carreras. Hoy seguimos teniendo grandes intérpretes, dentro de un segmento, el de la lírica, “que necesita sin duda sangre nueva”.
Es la opinión de Francisco Martínez Olcina, director de la Agrupación Lírica Ciudad de Elda. Con más de tres décadas subido al escenario queremos recordar su trayectoria, aunque continúa actuando, como nos remarca.
Siempre ha mostrado un registro bajo en el coro, la voz más grave, que le ha permitido mantenerla intacta a pesar de los años. Son muchas las obras en las que ha participado, en nuestro municipio -Teatro Castelar o plaza homónima- y en numerosos municipios de la provincia.
«Los aficionados a la lírica suelen ser de mayor edad, las nuevas generaciones no la conocen»
¿Qué representa en su vida la lírica?
Actualmente es una afición. De niño la oía en la radio; me gustaba y fui poco a poco comprándome los clásicos discos de vinilo para seguir escuchándola, porque siempre me fue muy atractiva.
También me agradaba la música moderna, la de mi época.
¿Y en el de Elda?
Durante varios años se celebraron diversos festivales de ópera, donde venían las principales voces mundiales, pero como todo, tuvo un final. La zarzuela tiene un público que, lamentablemente, no se regenera.
Los aficionados a la lírica suelen ser de una edad mayor. Las nuevas generaciones no la conocen, no hay medios para difundirla.
¿Cómo puede mejorar?
Muchas veces los jóvenes no saben qué es la lírica. Recientemente en nuestra agrupación se han incorporado dos chicos y uno de ellos me confesó que nunca había oído una zarzuela, que desconocía totalmente este género. Ahora me comenta que le encanta y está enganchado.
¿Sigue actuando?
En efecto, además de dirigir la compañía, la parte más teatral. Yo asigno los papeles y, según la obra, me coloco en un papel más o menos importante.
Próximamente vamos a interpretar ‘El dúo de la africana’, en Almoradí, y tengo el papel principal.
«Yo asigno los papeles de las obras y, según cuál sea, me asigno uno más o menos relevante»
¿Cuáles han sido sus obras más relevantes?
Hemos hecho unos treinta y seis títulos, entre los que destaco óperas como ‘Marina’ y ‘Don Gil de Alcalá’, que realizamos en 2022. Fueron dos grandes obras, costosas y sumamente interesantes.
También ‘La del soto del parral’, ‘Los gavilanes’, ‘El asombro de Damasco’… Son de larga duración, normalmente de tres actos.
Tenemos también el género chico.
Sí, término que procede de un antiguo argot madrileño, refiriéndose a obras más cortas. Para nada inferiores en cuanto a la calidad, sino de menor extensión. Ejemplos tenemos muchos, como ‘La revoltosa’ o ‘La verbena de la paloma’.
Aclárenos las diferencias entre tenor y barítono.
El tenor, en las voces masculinas, tiene la voz más aguda (Luciano Pavarotti o Alfredo Kraus); el barítono es la voz mediana (Manuel Ausensi o Carlos Álvarez) y el bajo es el registro más grave.
En las mujeres hay igualmente tres registros: soprano ligera, muy agudo (Montserrat Caballé o María Callas); mezzosoprano -con voz más gruesa, como Teresa Berganza-; y contralto, la más grave.
Cuéntenos el secreto para mantener la frescura de la voz tantos años
Mi voz es de bajo y no soy solista, sino más de coro. Podría decir la importancia de no fumar, aunque son muchos aspectos.
A veces gente más joven que yo, por cualquier circunstancia, pierde la voz. Sobre todo hay que cuidarla.
«Estamos preparando la recuperación de ‘Las dos princesas’, de Manuel Fernández Caballero»
Muchos dicen que la música es la voz de Dios.
Siempre se comenta que la voz es algo sublime, especial, que está por encima de todo. La música es algo muy bonito para quien le gusta y un horror para el que no.
¿Cuál es el futuro de la agrupación?
De momento va bien el presente. Para que el futuro sea prometedor tiene que entrar gente nueva, como estos dos chicos que mencioné anteriormente.
La entidad la formamos treinta y cinco miembros -además de los ballets y orquestas- y algunos me preguntan: “¿por qué no hay más gente joven?”. Mi respuesta siempre es la misma: porque no conocen la lírica. A veces hemos pensado en difundirla por las escuelas e institutos, para que al menos la conozcan. Es un poco engorroso, pero es una opción que no descartamos.
¿Qué función representarán próximamente?
Estamos preparando la recuperación de una obra de Manuel Fernández Caballero llamada ‘Las dos princesas’.
Para usted, ¿quién es el mejor cantante de zarzuelas y óperas de la historia?
Los que tenemos más edad tenemos un magnífico recuerdo de Alfredo Kraus, Plácido Domingo y el gran ‘Tutto’ Pavarotti, cada uno en peculiar estilo y especialidades.