Entrevista> Jaime Pérez / Pregonero de Semana Santa 2024 (Madrid, 25-diciembre-1947)
El pregonero de la Semana Santa 2024 es alguien con una gran trayectoria benéfica y vinculación con San Vicente del Raspeig. Lo primero porque lleva ya seis décadas involucrado en Cáritas, habiendo sido director de la agrupación diocesana de nuestra provincia y ahora del grupo de la parroquia San Juan Bosco en El Campello. Lo segundo porque durante dos décadas, hasta su jubilación en 2013, fue el regente de la conocida fábrica Smurfit Kappa que está ubicada en el polígono de El Canastell.
Podríamos decir incluso que Jaime Pérez ya es un profesional en esto de los pregones, dado que en el pasado protagonizó los de Alicante o Campello. Era casi imperdonable que todavía no hubiera tenido su oportunidad en San Vicente, un error que al fin será corregido este próximo 16 de de marzo.
¿Cómo recuerdas tu etapa de casi veinte años trabajando en San Vicente?
Con mucho cariño. He estado muy ligado a la población, dado que la inmensa mayoría de los trabajadores de la fábrica en esa época eran sanvicenteros. Además contraje amistad con algunos de los políticos y personalidades públicas de la época como Luisa Pastor, Antonio Carbonell, Manolo Marco, Juan Grau, etc. Y algunas veces también procesioné en la Semana Santa sanvicentera.
Al mismo tiempo, durante los seis años que ejercí de director de Cáritas a nivel provincial, también tuve mucha vinculación con el grupo interparroquial de San Vicente, realizando diversos proyectos.
No he vivido nunca físicamente en esta localidad, pero sí es cierto que pasaba la mayor parte de mis horas diarias allí. Recientemente volví para celebrar los sesenta años de mi antigua fábrica y fue muy emocionante reencontrarme con los antiguos empleados y sus familias.
«Recientemente regresé a Smurfit Kappa para celebrar los 60 años de la fábrica»
¿Qué sentiste cuando recibiste la propuesta por parte de la presidenta de la Junta Mayor?
Por un lado me llenó de ilusión, pero por otro me surgió esa intranquilidad que te produce el tener que saber corresponder a tan inmerecido honor. De hecho en ese trabajo me encuentro todavía, dado que llevo meses dándole vueltas al discurso.
¿Nos puedes adelantar algo sobre cómo será el pregón?
La verdad es que todavía voy por el borrador número nosecuantos (risas). El caso es que lo leo, lo releo, lo vuelvo a leer… y luego me viene una idea nueva que me hace tachar otras. Me hubiera encantado haberlo tenido terminado en febrero para poder leerlo tranquilamente en mis ratos libres, pero no ha sido así. Si dios quiere, llegaré al tiempo para el día 16.
«Un buen pregón se hace desde el corazón para trasladar al público los sentimientos propios»
Bueno, tú eres ya prácticamente un pregonero profesional. En base a tus anteriores experiencias, ¿cómo crees que debe ser un buen pregón para que le llegue a la gente?
No te creas que yo me he caracterizado por ser un gran orador en mi trayectoria, pero en estos últimos tiempos parece ser que mi vida está yendo por estos derroteros (risas). Para mí la clave es ponerle corazón, decir lo que uno siente. Esto no es una cuestión de grandilocuencia, sino de saber trasladar tu propio sentimiento personal. En realidad es algo muy difícil de conseguir, pero es lo que trato de hacer siempre.
¿Qué dirías que tiene de especial la Semana Santa de San Vicente?
Hay algunos lugares donde la Semana Santa se reduce a procesionar dos días, pero en San Vicente se vive intensamente desde el Miércoles de Ceniza y luego empiezan ya todas las salidas, traslados de imágenes, viacrucis, etc. Es una semana muy completa, tan extensa como intensa.
Por ejemplo en Campello, la localidad donde yo resido, solo tenemos una cofradía. Es verdad que en San Vicente nos doblan en población, pero es que no tienen dos… sino seis. Hay una tradición fuerte por la Semana Santa, algo que lógicamente me encanta.
«En Cáritas nos ayuda más recibir donaciones económicas u ofertas de empleo que alimentos»
A lo largo de tantísimas décadas involucrado en Cáritas has vivido muchas épocas de bonanza y crisis. ¿Cómo marchan ahora mismo las cosas en estos tiempos de inflación?
Como bien es sabido Cáritas es una organización de la Iglesia Católica dedicada a amparar a las personas más necesitadas, y esto último lamentablemente nunca ha dejado de existir. A veces con mayor número de familias, y otras de gente que huye de guerras. Por ejemplo últimamente han venido muchísimos ucranianos, y eso ha intensificado todavía más nuestra labor.
Nosotros no solo damos, sino que también tratamos de ayudarles a encontrar un empleo a través de talleres, cursos formativos o nuestra agencia de colocación, para que sean ellos mismos los que puedan salir de esta situación.
Es verdad que ahora la carestía de la vida se está haciendo notar. Las familias llegan con muchas dificultades dado que se ha encarecido mucho la alimentación, y ya no digamos los alquileres. Son momentos difíciles, pero tratamos entre todos de superarlos.
¿Cómo podemos ayudaros?
De muchas formas. Empezando por la propia oración para que todo siga yendo bien. Y en cuanto a donaciones, más que alimentos me gustaría reivindicar sobre todo el aspecto económico. Porque cuando hacemos repartos muchas veces no sabemos si estamos cubriendo realmente las necesidades de las personas, que a lo mejor no pueden tomar un determinado producto.
Ahora hemos adoptado un sistema por el cual les entregamos tarjetas solidarias no identificadas. Esto dignifica mucho la situación dado que así no tienen que hacer colas, ni acudir a la iglesia para esperar una bolsa de comida. Simplemente es ir a Mercadona y comprar aquello que necesitan.
Igualmente nos vendría muy bien que más empresarios participaran en nuestras bolsas de trabajo. Todo este tipo de ayudas son imprescindibles.