Fue una de las primeras y más importantes víctimas de la profunda crisis económica de mediados de los 2000, y no ha sido hasta casi veinte años después cuando el equipo de gobierno alfasino ha podido retomar con garantías el proyecto de crear el primer centro de día del municipio.
Se trata de una infraestructura que, dada la pirámide poblacional de l’Alfàs del Pi (marcada por una población más envejecida que la media), podría considerarse como una necesidad lógica, pero eso es algo que deberá de determinar ahora el estudio de viabilidad económica, un documento para el que el pleno municipal ya ha aprobado una modificación presupuestaria que permitirá destinar 15.000 euros a su redacción.
Proyecto en cartera
La construcción de un centro de día en l’Alfàs del Pi es “uno de los proyectos en cartera del gobierno de Arques para esta legislatura, y será una empresa especializada la responsable de definir todos los parámetros, desde dimensiones del centro, pasando por el número de habitaciones, hasta regular su futuro funcionamiento”, según ha dicho el portavoz del gobierno alfasino, Toni Such.
El también edil de Urbanismo ha explicado que la ubicación que se maneja para este centro no es la misma que la que se valoró hace ahora casi dos décadas, sino que se están estudiando opciones “en las inmediaciones de la urbanización Belmonte”.
Primer paso administrativo
En cualquier caso, el propio Toni Such ha querido aclarar que, como sucede con toda acción pública, los plazos burocráticos deberán ir cumpliéndose uno a uno y que, por lo tanto, “el procedimiento no ha hecho más que ponerse en marcha”, si bien valora este primer paso como “algo que entendemos fundamental y muy importante, porque reafirma nuestro compromiso de llevar a buen término su construcción”.
Así las cosas, el portavoz municipal explicó que el pleno del pasado mes de febrero sirvió para aprobar “una modificación presupuestaria de 15.000 euros, al objeto de poder financiar el estudio de viabilidad económica del futuro centro de día”. De esta forma, se dio “el primer paso para su construcción, iniciando por tanto el procedimiento administrativo previo necesario, sin prisa, pero sin pausa”. Un proyecto para el que, subrayó, “no hay marcha atrás”.