Entrevista > Pedro Llompart / Responsable deportivo del Gevi Napoli (Palma de Mallorca, Mallorca, 9-enero-1982)
El Gevi Napoli se proclamó el pasado 18 de febrero brillante y sorprendente campeón de la Copa Italia de baloncesto, y parte del éxito se debe al buen hacer de Pedro Llompart, máximo responsable del área deportiva.
Como jugador durante más de veinte temporadas -dos en Reggio Emilia- fue un base cerebral, virtudes que corrobora en los despachos, con un proyecto cauto, pero ambicioso -el club se fundó en 2016- y una perfecta sintonía con el técnico Igor Milicic, croata con pasaporte polaco.
Tanto Pedro como su familia se sienten afortunados de vivir esta aventura transalpina y remarca que la adaptación ha sido sencilla. “Hablo italiano de mi etapa anterior, aunque lo tenía algo desgastado, y la barrera idiomática no ha sido ningún problema para nosotros”.
«Somos un proyecto en construcción, un equipo humilde donde la fuerza está en el bloque»
¿Qué tal por Nápoles?
Está siendo una experiencia muy bonita, junto a Yolanda, mi mujer, y nuestros dos hijos. Nos hemos adaptado perfectamente a una ciudad diferente, histórica, en ocasiones caótica, pero con un encanto increíble y bellos rincones.
Vas por el Paseo Marítimo, observando Capri, la ciudad a tus espaldas, el volcán… La gente, además, es muy abierta.
Acabáis de dar el bombazo en la Copa.
Sí, realmente somos un proyecto en construcción, un equipo humilde donde la fuerza reside en el bloque y con uno de los presupuestos más bajos de la Lega.
Llegamos a la Copa no es nuestro mejor momento, después de tres derrotas consecutivas, pero fuimos capaces de competir a un altísimo nivel y conseguir una gesta que es increíble para un club con pocos años de historia.
¿Cómo se ha vivido en una ciudad tan futbolera?
Se ha vibrado muchísimo. En Nápoles manda el fútbol, es evidente, pero podemos decir que este año el baloncesto se está convirtiendo en una moda.
Somos el equipo con un mayor crecimiento de público de toda la Lega, con un 55% más que el año pasado, con aforos completos todas las jornadas. Estamos creando una cultura de baloncesto muy interesante en Nápoles, ya existente cuando disputaron la Euroliga (2005).
«No llegamos a la Copa en nuestro mejor momento, pero competimos a un altísimo nivel»
¿De qué modo se produce tu incorporación al Gevi Napoli?
Desde mi retirada deportiva hasta mi llegada a Nápoles apenas pasan diez meses. Realmente no buscaba nada, me sentía realizado entrenando a chicos jóvenes del Benidorm y UCAM Murcia y estaba focalizado en mis empresas.
Me llamó de repente Alessandro della Salda, mánager general del Gevi Napoli, con el que ya había coincidido en Reggio Emilia, para decirme que estaba en un proyecto nuevo y que había pensado en mí para el área técnica. Le pregunté por qué yo, a lo que me respondió que “antes que te descubra otro, prefiero hacerlo yo”.
¿Le dijiste de inmediato que sí?
Mi primera respuesta fue que lo veía complicado, por tema contratos, familia, empresas… Se lo comenté seguidamente a Yolanda, quien me hizo ver que este tipo de oportunidades se deben agarrar, porque el baloncesto es lo que me gusta. Que lo intentara.
Los niños estaban también eufóricos y dos días después estaba en Nápoles para empezar a trabajar.
¿Cuáles son tus funciones exactas?
El club está dividido en cuatro áreas, una de ellas es la deportiva, de la que soy el máximo responsable, desde el primer equipo hasta la cantera.
A mi llegada no había entrenador y tuvimos que fichar a diez de los doce jugadores, además del preparador físico. Como decía, estoy también muy involucrado en la cantera e incluso entreno a algunos equipos.
«Hemos crecido un 55% de aficionados en casa de la temporada pasada a la presente»
¿Qué objetivos se marcaron a inicio de temporada?
El principal reto era no sufrir para salvar la categoría, optar al siguiente año para entrar en el play-off y dentro de dos, jugar en Europa.
Afortunadamente hemos quemado etapas muy rápidas en seis meses y los dirigentes me han recalcado la idea de crecer también institucionalmente. Se trata de un proyecto muy serio, con gente muy profesional que desea huir de esa imagen napolitana de caos, impagos, clubes que desaparecen…
La comunicación con el técnico es clave.
Me puse en contacto con Igor y le expuse mi forma diferente de ver las cosas, que iba a ser un director deportivo de campo, estando en el día a día del equipo.
Le indiqué también que tendríamos muchos debates de baloncesto, que él tendría siempre la última palabra en la cancha y mi apoyo en todo momento. Pero que en los despachos discutiríamos más de alguna vez, por estilo de juego o decisiones.
¿Y su contestación?
Que nunca había trabajado así, aunque sonaba muy bien y la verdad es que estamos haciendo un tándem sensacional.