Entrevista > Mónica Torres Ribes / Artista y dueña del estudio Mónica Art (Xàbia, 2-enero-1995)
A Mónica Torres desde pequeña le ha gustado pintar. Siempre llevaba consigo una libreta y un boli, porque en su tiempo libre siempre se la pasaba dibujando. Con ocho años sus padres la apuntaron a clases de pintura y empezó con el óleo, algo que le ha seguido a lo largo de su carrera. Al año siguiente entró en una academia para seguir formándose, hasta que veinte años más tarde ha podido abrir su propio estudio.
¿Cómo ha sido tu formación?
Me puse a estudiar el Bachillerato Artístico y tuve que hacer un pequeño parón con las extraescolares de pintura. Decidí irme a Altea para hacer los dos años de bachiller y cuanto terminé me fui a Valencia a hacer la carrera de Bellas Artes. Los dos primeros años los cursé en la facultad de Valencia y los dos últimos años decidí hacerlos en Altea.
Los primeros años fueron un poco más difíciles por decirlo de algún modo. Había que hacer muchísimos trabajos y estudiar asignaturas que quizás no eran de mi preferencia. Esos dos años estuve dudando un poco de si había elegido bien, pero la verdad que los dos últimos los disfruté muchísimo.
«Ofrezco clases de pintura tanto privadas como grupales»
Cuando terminaste la carrera, ¿qué decidiste hacer?
Al terminar necesitaba hacer algún máster, pero no sabía bien cuál, así que decidí irme un año al extranjero. Me fui a Irlanda para mejorar el inglés y así pensar qué es lo que quería hacer. Cuando volví opté por hacer un máster en Educación al Profesorado. En pandemia empecé a dar alguna clase de pintura a conocidos, y tuve a tres alumnos.
Cuando pasó la pandemia, me apunté a la bolsa de Cataluña y he ido un par de veces allí a trabajar en varios institutos, donde impartía clases de dibujo, de dibujo técnico o plástica. La última vez fue en septiembre del año pasado.
¿Qué te gusta pintar y qué quieres transmitir con tus obras?
Pinto un poco de todo. Hago cuadros realistas y siempre al óleo; también hago obras abstractas jugando con texturas. Me gusta trabajar con colores tierra, colores cálidos y azules, porque me recuerdan al mar. El arte es una manera de expresar lo que uno siente. Pintar me ha ayudado a encontrar mi paz interior, a conectar con los elementos de la naturaleza y a plasmar las cosas que siento.
«Tengo alumnos que han tenido problemas psicológicos y la pintura les ha ayudado»
¿Por qué has decidido abrir ahora tu estudio?
Cuando volví de Cataluña encontré un local que había cerca de mi casa y que estaba en alquiler. Mi abuela siempre me insistía mucho en que cogiese algún sitio y ella conocía justo a la mujer de ese local. Gracias a ella fui a preguntar y vi que era una oportunidad muy buena.
Decidí dar el paso de alquilar y empezar a dar clases más formales. Hay muchos niños a los que les gusta pintar porque es una manera de desconectar, e incluso también para adultos. Y, al mismo tiempo tener como una pequeña galería con mis obras, porque llevo muchos años pintando, también para vender.
¿Antes de tener tu estudio habías vendido alguna obra o has estado con alguna galería?
No he estado en ninguna galería, pero sí que he hecho alguna exposición. En junio del año pasado tuve la oportunidad de hacer una en la Sala Turia de Balearia en Denia.
Fue una experiencia muy buena y una manera también de dar un paso muy grande y darme a conocer. Poder hacer una exposición en una sala con un prestigio como es la Fundación Balearia era una manera de exponer mis obras; gracias a eso, vendí dos cuadros.
«Mi mayor ilusión es poder compartir mi arte con el mundo»
¿Qué servicios ofreces al público?
Ofrezco clases de pintura tanto privadas como grupales. Lo que creo que caracteriza en mi estudio es que hago grupos muy reducidos con cuatro o cinco alumnos como mucho. Prefiero menos gente y dar una mayor atención, poder ayudarles y que aprendan.
Cada uno tiene la libertad de pintar lo que le apetezca, es una forma de que desconecten y se relajen. Tengo algunos alumnos que han tenido algún problema psicológico y la pintura les ha ayudado muchísimo. Hay muchos padres que me agradecen lo que hacemos aquí, porque es como una terapia para ellos.
¿Cuáles son tus planes de futuro?
Mi mayor ilusión es poder compartir mi arte con el mundo y ser reconocida por ello. Para mí sería todo un sueño, porque no puedo estar siempre pintando y acumulando las obras.