Colocado en los meses posteriores a los confinamientos derivados de la pandemia para, o así se defendió en aquel momento, ayudar a regular el tráfico rodado en la zona y hacerla más segura para los peatones que, tras meses encerrados en casa, podían al fin salir a la calle para ‘estirar las piernas’ y tomar aire fresco, el semáforo ubicado frente a la entrada principal del Club Náutico de Altea y que tanta polémica ha generado durante todo este tiempo es ya historia.
El equipo de gobierno de aquel momento siempre aseguró que se trataba de una medida puntual y temporal, y que el elemento regulador del tráfico desaparecería una vez que lo hicieran las distintas restricciones a la movilidad que emanaron de la pandemia y que, para evitar accidentes de carácter grave en un vial que siempre, pero especialmente en esos momentos, fue utilizado por miles de peatones al día; no esa era la mejor de las soluciones posibles.
Un único sentido
Sin embargo, los años pasaron y el semáforo seguía en su sitio, creando un profundo malestar entre los vecinos y comerciantes de la zona, que aseguraban que sus largas fases provocaban, especialmente en los momentos de mayor afluencia turística, importantes atascos en la zona, algo de lo que se hizo eco en diversas ocasiones la oposición y que generó, incluso, protestas formales por parte de los hosteleros de ese punto de la bahía debido a las molestias que los ruidos y olores provocaban en sus terrazas.
Ahora, tal y como han explicado la edil de Infraestructuras, Aurora Serrat, y el concejal de Tráfico, Deo Sánchez, el semáforo de la discordia ha dejado de funcionar “desde el pasado viernes, 22 de marzo”. Así mismo, y desde ese momento, se ha tomado la determinación de “instaurar un único sentido de circulación en dirección hacia el Albir”.
«Esta decisión tiene como objeto mejorar la circulación en la zona» D. Sánchez
Avalado por los técnicos
“Esta decisión, basada en informes emitidos por técnicos municipales y por los propios agentes de la Policía Local, tiene como objeto mejorar la circulación en la zona, ocasionando los menores problemas posibles y siendo la más recomendable” de cuantas se habían puesto sobre la mesa, explica el responsable municipal de Tráfico y Seguridad Ciudadana y también portavoz del equipo de gobierno, Deo Sánchez.
Según los datos aportados por el edil socialista, “se dará entrada y salida al edificio Mar i Llevant y a los apartamentos Altea, al estar estos situados en puntos que posibilitan su acceso”. Para Sánchez, “con esta solución se da respuesta a la necesidad de regular el tráfico de la zona promoviendo la movilidad peatonal y el uso de la bicicleta para unir la zona de San Pere con el Paseo de l’Albir”.
«Con esta solución se da respuesta a la regulación del tráfico, promoviendo la movilidad peatonal y el uso de la bici» D. Sánchez
Muy usada por viandantes
Por su parte, la edil de Infraestructuras de la Villa Blanca, Aurora Serrat, ha recordado que “la carretera de l’Albir siempre ha sido utilizada por peatones que realizan paseos o actividades deportivas entre Altea y l’Alfàs del Pi”.
Tal y como ha vuelto a argumentar Serrat, que también formó parte de la administración anterior y, por lo tanto, del equipo de gobierno que adoptó esta solución, “a raíz de la crisis sanitaria el tránsito peatonal sufrió un incremento significativo en la zona. Esta situación motivó el cambio de uso del carril más próximo al mar, pasando a convertirse en una zona peatonal cerrada al tráfico de vehículos en un tramo de unos quinientos metros y, posteriormente, a ser una vía de un solo sentido con regulación semafórica”.
«Gran cantidad de personas frecuentan la zona realizando actividades deportivas, tanto a pie como en bicicleta» A. Serrat
Peatones y ciclistas
Esa utilización de la vía más allá del tráfico rodado no ha disminuido de manera muy pronunciada una vez que se ha retomado la normalidad tras la pandemia. Así las cosas, Serrat ha añadido que “a fecha de hoy, dicha zona es frecuentada por gran cantidad de personas realizando actividades deportivas, tanto a pie como en bicicleta”.
Tanto es así que, tal y como ha insistido la responsable local del área de Infraestructuras (que en el gobierno anterior ocupó el actual alcalde, Diego Zaragozí), “hoy por hoy es una de las zonas de Altea con mayor grado de movilidad peatonal y favorece la comunicación entre la playa de l’Albir y el casco urbano de Altea”.
Problemas de seguridad
Según los informes técnicos, restablecer la circulación en doble sentido, tal y como estaba en el pasado, “podría ofrecer problemas de seguridad, al carecer de una zona peatonal de las dimensiones adecuadas al número de personas que lo transitan a diario”.
Además, ha concluido Serrat, “el actual paso alternativo provoca retenciones de tráfico y tiempos excesivos de espera, con los consiguientes ruidos generados por el motor de los vehículos y la emisión de gases durante el tiempo de espera del semáforo”.