Entrevista > Pedro Muñoz / Segundo entrenador del Club Balonmano Benidorm (Benidorm, 4-marzo-1986)
Pedro Muñoz comenzó su andadura en el banquillo del primer equipo del Club Balonmano Benidorm cuando el equipo jugaba en el pabellón de Foietes y militaba en Segunda Nacional.
Desde ahí, siempre en segundo plano, ha vivido la gran evolución de una entidad que este año ha completado ya su décima campaña en la Liga Asobal. Ahora, tras más de década y media, ha llegado el momento de poner punto y final a esa etapa.
Has decidido dejar el puesto de segundo entrenador del TM Benidorm después de muchos años, y lo haces porque la implicación que el puesto requiere ya no es compatible con tu vida laboral y familiar.
Así es. Es un poco difícil ya compaginar horas de entrenamiento, de trabajo, la familia… Y llega un momento que tienes que pensar, dar prioridad a ciertas cosas, y ya ha llegado.
«La temporada pasada, cuando estuvimos en Europa, sí que lo viví como un año difícil»
¿Cuántos años has sido segundo entrenador?
Si no recuerdo mal, trece o catorce años. Empecé cuando el equipo estaba en Segunda Nacional y he vivido todos los ascensos.
La recién terminada ha sido la décima temporada consecutiva en Liga Asobal, y tú las has vivido todas. ¿Cuál ha sido la más complicada?
Desde dentro nosotros siempre vemos las cosas de manera un poco distinta a como las veis los periodistas o la afición. Somos muy conscientes de la dificultad de la liga. La temporada pasada, cuando estuvimos en Europa, sí que lo viví como un año difícil, pero a la vez ilusionante.
¿Cómo es el primer partido, la primera vez que uno se sienta en un banquillo de Asobal? Me imagino que, como técnico, eso es a lo que uno aspira, a llegar a la élite.
La verdad, no lo recuerdo tanto; hace ya muchos años de eso. Pero sí que tengo el recuerdo de muchísima ilusión porque llegara ese día, y lo vives como algo único que no has vivido hasta entonces, y muy bonito.
«Empecé haciendo voleibol y tenis, hasta que en el colegio probé balonmano. Me enganchó y no pensé en probar otro deporte»
Y hablando de normalizar las situaciones, ¿crees que la decisión que has tomado ahora, si todo lo demás fuese igual, si hablásemos de trabajo, de familia, de obligaciones, exactamente igual, pero esta fuese la primera, la segunda o la tercera temporada de Asobal, sería diferente?
Lo vería difícil. Es algo que he hablado mucho con Sergio (Carballeira). Lo he consensuado con él y le decía “es que ni miro al tema económico ni a ningún otro, sino que ahora mismo le doy otra prioridad”. Me costaría, porque me faltan horas al día.
¿Cuándo te diste cuenta de que tenías más futuro como técnico que como jugador?
Como jugador no tenía mucho futuro, las cosas como son. A raíz de una lesión que tuve bastante grave, que me alejó unos meses de la pista y tras la que continué y terminé la temporada, me di cuenta de que era el momento de dar el salto al banquillo, porque había sufrido bastante la pista y pensaba que era buen momento.
Decías antes que no tienes un recuerdo muy vivo del primer partido en Asobal. ¿Cuál es el primer recuerdo?
Mi primer recuerdo de balonmano lo tengo del colegio. Iba a las monjas y me acuerdo de jugar con mis amigos y en la liga escolar de Benidorm. Ese recuerdo es el que tengo en la mente siempre.
Luego, respecto al tema profesional, no se me olvidará nunca el primer partido contra el Barça, que vino Karabatic… un equipazo tenía el Barça. No estaba ni la grada de abajo, que eran sillas de plástico. Y te das cuenta de cómo han pasado los años, cómo ha evolucionado el balonmano de entonces a ahora.
«Comencé cuando el equipo estaba en Segunda Nacional y he vivido todos los ascensos»
Jorro, Zupo, Fernando Latorre, Sergio Carballeira… Has estado al lado de un montón de grandes nombres del balonmano español, de los banquillos. ¿Quién es el que más te ha enseñado?
Creo que Fernando Latorre, porque es con quien más años he estado. Con Zupo viví algo diferente: cómo gestiona en el equipo, desde la experiencia que tiene con la gente con la que ha entrenado.
Y también te digo que con Sergio he notado que he progresado en este último año. No te diría que he aprendido más, pero sí que me he sentido mucho más partícipe que en otras ocasiones, mucho más involucrado en la plantilla, y con cada uno te diría que he aprendido bastante.
¿En algún momento se te ofreció o tú mismo planteaste asumir el rol de primer entrenador?
No ha llegado a darse esa situación. Yo tenía claro, por mi rutina con el trabajo, que no es compatible. Hasta para ser segundo, necesitas, en mi opinión, dedicarte 100% a esto, porque el equipo lo requiere.
¿Cuándo empezó a rondarte por la cabeza lo de dejarlo?
Te diría que ya son dos o tres años, pero no era la misma sensación. Ahí sí que es verdad que llegaba marzo, abril, y yo creo que era un poco la fatiga de la temporada, que se hace larga y empiezas a darle vueltas.
Pero este año sí que tenía la sensación de decir ‘me faltan horas’, y no le ves otra opción. Y ya desde finales de enero le iba dando muchas vueltas y hace cosa de mes y medio o dos meses, fue cuando ya hablé con Sergio. Fue el primero al que se lo dije.