Entrevista > Rocío Guijarro Sánchez / Artista (L’Alfàs del Pi, 17-marzo-1979)
Rocío Guijarro Sánchez nació artista, talento que fue manifestándose de un modo lógico y natural y le acabó conduciendo hacia Bellas Artes, respondiendo a esa cuestión que todos nos hacemos alguna vez: ¿qué es lo que mejor sabemos hacer? En su caso, dibujar. Determinante también fue el curso que completó en Génova, “un antes y un después en mi vida”.
En un proceso de cambios artísticos, en parte influenciados por la inminente llegada de la inteligencia artificial (IA), “una herramienta a la que vamos a tener que adaptarnos”, considera que sus obras siempre esconden un mensaje, “de tu lenguaje, a través de la técnica”, sin duda una oportunidad de hacer crítica. “El arte siempre se ha utilizado para decir algo”, sostiene.
Entre las obras que más le representan, una de sus primeras series, titulada ‘Alas para qué os quiero si tengo leyes para volar’, en la que mostraba “mi agradecimiento a esas mujeres cuya lucha en el pasado ha permitido que ahora nosotras tengamos estos privilegios”. Asimismo, remarca que en España cada vez se aprecia más y mejor la cultura.
¿Artista desde cuándo?
Pienso que un artista nace, surgiendo posteriormente de manera natural. Supe claro qué quería estudiar al preguntarme lo que mejor se me daba en la vida, porque siempre me encantó dibujar, ver algo y saber plasmarlo en el papel, donde únicamente debía seguir las líneas. Me matriculé en la Universidad de Bellas Artes de Altea, siendo la tercera promoción, así que pude ver también el propio desarrollo de la facultad.
¿El cuarto año lo hiciste en Italia?
Así es. Solicité entrar dentro del programa Erasmus y me lo concedieron, en Génova. Tuve la oportunidad de conocer parte de Italia y su arte, lleno de rincones espectaculares, un poco como España.
Fue una gran experiencia residir en otro país; hacer Erasmus debería ser obligado, porque te marca a nivel personal. Aprendes otro idioma, ves cómo es la docencia en otro país, a valerte por ti misma…
«Siempre me encantó dibujar, ver algo y saber plasmarlo sobre el papel, siguiendo unas líneas»
¿Tanto te influyó?
Recuerdo especialmente una asignatura, centrada en el desarrollo del niño a través del dibujo. Dábamos, además, clase en un palacete del siglo XV, en estancias muy pequeñas, donde nos debíamos sentar en el suelo, sobre una mesa o donde podíamos. La profesora era tan singular…
¿La Rocío artista acabó de formarse en Génova?
Nunca acabamos de formarnos, de aprender como personas y profesionales. Puede que dejes de hacerlo en el mismo segundo que fallecemos; en el fondo, la artista no se puede separar de la persona, porque no para de sacar a la luz lo que eres, mediante otro lenguaje.
«Mi estilo ha ido variando según he ido sintiendo, pasando del hiperrealismo a un minimalismo»
¿Cuáles eran tus referentes?
También han ido variando. Siempre he sido muy clásica, aunque a lo largo de la carrera -y posteriormente- vas experimentando técnicas. Al final debes valorar con cuál te sientes más cómoda; para mí fue volver a mi esencia, a mi lápiz.
Me fascina el hecho de crear esas sombras y volúmenes con las propias manos, sin más elementos, gracias al carboncillo, dándole más tonos u oscuridad. Me he fijado siempre en artistas de la historia que han trabajado de esa manera, como Leonardo da Vinci.
¿Y más actuales?
Con el paso del tiempo descubres e investigas a otros muchos y ahora tengo muy en cuenta a quienes han trabajado el hiperrealismo en el dibujo, como son los casos de Catherine Jenna Hendry o Cath Riley.
«Estoy experimentando por medio de mi obra para saber cómo interactúa con la inteligencia artificial»
¿Tu propio estilo también ha variado?
Sí, puede ser, pasando de ese hiperrealismo que comentaba a un minimalismo. Pero es una especie de péndulo: según te apetece en el momento que estás creando una obra, cómo te sientes y lo que estás viviendo en ese instante.
El propio estado de ánimo puede cambiar el estilo; lo hace por etapas, como se ve en la vida misma. El entorno y las vivencias personales te van afectando, y va cambiando la forma en la que vibras.
¿En qué estás trabajando ahora?
A raíz de la investigación de mi tesis, centrada en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en los Museos de Arte Contemporáneo -véase el MACA-, mi obra se ha quedado ‘enganchada’ por la IA. Estoy experimentando por medio de mi obra para saber cómo interactúa con esta nueva herramienta.
Existen dos posiciones a día de hoy: las personas que tienen mucho miedo a cómo nos van a afectar estas IA, y los que piensan, entre ellos yo, que debemos aprender a surfear esta ola, ¡este tsunami que nos viene encima! Debemos tener en cuenta que una parte nuestra no va a cambiar. Por ejemplo, no va a variar mi forma analógica de trabajar.