Entrevista > José Miguel Sánchez / Exjugador del C.F. Benidorm (Quart de Poblet, 19-marzo-1986)
La decisión no ha sido fácil, pero José Miguel Sánchez, ‘José’ como nombre deportivo, ha podido darse el lujo que pocos deportistas pueden: retirarse justo en un momento dulce.
A sus 38 años y tras haberse convertido en padre recientemente, este proletario del balón ha capitaneado al C.F. Benidorm hacia el ascenso a Tercera RFEF y, tras muchos años sobre el césped, inicia una nueva etapa en la que, asegura, será un asiduo del Guillermo Amor, aunque ahora desde la grada.
¿Cuál es tu primer recuerdo con un balón?
Cuando era Querubín, con cinco años; me venían grandes los pantalones, hasta los tobillos y, encima, jugábamos fútbol 11, porque en esa época no había fútbol 8 ni fútbol 7. Imagínate si había campo para correr.
¿Y el primer recuerdo ‘futbolero’?
Por ejemplo, cuando el Real Madrid ganó la séptima, con aquel gol de Mijatović contra la Juventus. Me acuerdo que estaba en casa viéndolo con mi padre y, como soy del Madrid, es un bonito recuerdo.
Vamos a esta temporada del ascenso del C.F. Benidorm. Fue, en general, un año muy bueno en cuanto a resultados, pero también hubo un periodo en el que las victorias se conseguían siempre por la mínima y eso generó ciertas dudas. Miguel Ángel Martínez, el entrenador, siempre mandó mensajes de calma, pero ¿dentro del vestuario, los jugadores, tenías esa tranquilidad?
Puedo decir lo mismo que el ‘míster’. Estábamos muy seguros de que los partidos se sacarían adelante. Se puede pensar que sí, que el resultado era muy justo; pero al final son tres puntos igual y eso es lo que nos ha llevado a ser campeones y a ascender.
«Dentro del equipo sabíamos que a todos nos estaban mirando, porque David Villa y su gente había llegado ya el año anterior»
Al C.F. Benidorm se le señaló, desde mucho antes de arrancar la temporada, como el gran favorito a hacerse con el título y el ascenso. ¿Os supuso una presión añadida ser el rival a batir por parte de todos?
Creo que no. Dentro del equipo sabíamos que a todos nos estaban mirando, porque David Villa y su gente había llegado ya el año anterior, a mitad de temporada; pero no notamos presión alguna. Incluso, te diría que nos daba más ganas de estar en el Benidorm y jugar por el objetivo que nos marcamos desde el principio.
Has estado en el C.F. Benidorm desde 2020. ¿Has notado mucha diferencia en cuanto al trato de la afición, los rivales, la prensa… desde que sois el equipo de ‘El Guaje’?
Cuando yo llegué, en el año 2020, ya se estaba pensando en hacer un equipo para poder intentar ascender, pero sí que es cierto que teniendo a David Villa detrás siempre se te exige un poco más.
Lo que hemos visto este año en las gradas del Guillermo Amor ha sido muy curioso porque habéis tenido en todo momento un gran número de aficionados británicos. ¿Cómo es eso de jugar en casa y que te animen en inglés?
(Ríe) La verdad es que, sea en inglés o en otro idioma, al final se nota que la agrada está contigo. Tú estás en el campo y todo eso se agradece mucho. Da igual en el idioma que sea, lo que importa es que te apoyen.
«Es una decisión que cuesta mucho tomar, pero sabes que tiene que llegar el momento y me ha llegado ahora»
Y llegó el final de temporada y tuvisteis ese amistoso contra el València. Es cierto que Rubén Baraja dio entrada a muchos suplentes y chavales del filial, pero si tomamos ese partido como referencia, me dio la sensación de que con el bloque de esta temporada el C.F. Benidorm lo puede hacer bien en Tercera RFEF.
No sacaron muchos titulares, pero date cuenta que vinieron muchos jugadores del filial que quieren demostrar también su valía. Nosotros tenemos jugadores que han estado en la misma categoría que muchos de esos chicos y al final esto es fútbol, es once contra once y se compitió muy bien.
Ahora que has colgado las botas después de muchos años en el llamado ‘fútbol modesto’, ¿se puede llegar a disfrutar de una carrera en estas categorías aceptando que no se va a conseguir llegar a la élite?
Todo el mundo quiere estar en Primera, por supuesto; pero al final te tienes que hacer a tu categoría y vivir día a día y, sobre todo, año a año. Si tienes suerte y te puedes subir al tren cuando pasa, bien; si no es así, debes mantenerte y seguir.
Los del fútbol modesto sois los verdaderos currantes de este deporte. En tu caso, por ejemplo, llevas años compaginando entrenamientos, competiciones y trabajo. ¿Ha sido complicado conseguirlo?
Sí, porque son dos trabajos. Al principio no lo veía así, pero llevo ya cuatro o cinco años compaginándolo, porque al final tienes que buscarte un poquito la vida laboral, y sí que cuesta.
Va con cada persona. Yo no estoy en un trabajo en el que esté sentado ni mucho menos, es físico y la verdad que cuesta. En cualquier caso, ese sacrificio merece la pena, porque desconecto de todo cuando vengo al fútbol.
«Actualmente, sinceramente, no tengo ganas de ponerme las botas»
Acabas de ser padre hace unos meses y supongo que eso ha pesado también mucho a la hora de tomar la decisión de decir adiós. Sobre todo, siendo el capitán y habiendo conseguido un ascenso.
Es una decisión que cuesta mucho tomar, pero sabes que tiene que llegar el momento y me ha llegado ahora. Y sí, el nacimiento de mi hijo ha pesado en esa decisión. Había días que llegaba a casa y no le veía porque me marchaba temprano por la mañana y estaba durmiendo, y llegaba por la noche y estaba durmiendo. Creo que ahora toca disfrutar.
¿Te vamos a ver en las gradas la próxima temporada o, una vez que has dejado el fútbol en activo, vas a necesitar un tiempo de ‘descompresión’?
En absoluto, tengo pensado venir mucho aquí a ver al equipo.
¿Y te llama eso de ponerte las botas y echar alguna pachanga con amigos?
De momento, sinceramente, no tengo ganas de ponerme las botas. Además, acabé con la rodilla un poco tocada y de momento voy a aguantarme las ganas.