Entrevista > Susana Gisbert / Fiscal y escritora (València, 17-diciembre-1966)
¿Estamos frente a la peor sociedad de la historia? ¿Tan egoístas somos? Muchos nos lo preguntamos, al ver cómo actuamos y nos comportamos: vemos a un anciano o una embarazada subir a un autobús y no nos levantamos para cederle el asiento, circunstancia inviable hace apenas unas décadas.
De todo esto deseamos hablar con la fiscal y escritora Susana Gisbert, que imparte infinidad de cursos sobre violencia de género, racismo y discriminación en centros educativos, y es la autora de libros como ‘Mar de lija’ (2016), ‘Caratrista’ (2019), ‘No me obligues’ (2020) o ‘101 valencianas frente a mi espejo’ (2021). De reciente lanzamiento es ‘Em deien Caratrista’.
También queremos saber su opinión sobre las nuevas tecnologías, hasta qué punto nos afectan: “Tienen su parte buena y su parte mala, porque por un lado nos acercan a muchísima información y relacionarnos con más personas, aunque mal utilizada produce el efecto contrario”, expresa Gisbert, mujer asidua en los medios de comunicación.
¿Ha mejorado la igualdad de género?
Sí, pero con matices. Desde los primeros años de los 2000, a partir de la Ley de Igualdad de 2007, se produjo una mejora espectacular, pero considero que en los últimos tiempos nos hemos parado o incluso hemos ido para atrás.
¿Qué falta exactamente?
Una mayor implicación por parte de la sociedad: hubo un momento en el que todos nos lo tomamos muy en serio -hubo un notable consenso en esta lucha-, pero desconozco en qué instante perdimos toda esa unión y fuerza. A día de hoy hay mucha discusión, mucho negacionista y demasiada respuesta en las redes que debemos hacer que cambie.
«No sé si estamos en la sociedad más egoísta de la historia, pero empatamos con la primera»
¿Es por falta de cultura?
En parte sí. Lo que realmente me asombra es que gente formada a veces dice unas cosas que una no se lo puede creer, pero sucede. La sociedad ahí tenemos mucho que decir, porque no es algo que deben arreglar los políticos, sino que todos podemos contribuir.
Si nos cuentan un chiste machista pues tenemos que responder, al igual que cuando oímos algo que menosprecia a la mujer. ¡Ya está bien de quedarnos callados!
¿Estamos en la sociedad más egoísta de la historia?
No sé si la más egoísta, pero empata con la que más, sin duda alguna. Se están perdiendo muchas amistades por dinero -a veces poco- o por algún cargo: se trata de una sociedad muy individualista, en el que cada uno va a lo suyo.
Antes, cuando vivíamos en una comunidad todos los vecinos eran como familia, les llamábamos tío o tía, y ahora apenas se tiene relación. Los jóvenes, además, no saben ni quiénes son sus vecinos.
«Antes, los que vivíamos en una comunidad éramos como familia, ahora desconocemos quién es el vecino»
¿Cuáles son los cursos que impartes?
Debido a que me apasiona la pedagogía, por una parte, participo en cursos del ayuntamiento -para funcionarios, policías o fiscales- en materia de igualdad y violencia de género, además de otros sobre la igualdad en los delitos de odio y discriminación, es decir, derechos humanos, racismo o del colectivo LGTBI+.
Acudo en muchas ocasiones a institutos o colegios, combinando nuestras charlas con talleres de lectura de algunos de mis libros, o talleres propios de escritura para personas que quieran aprender a escribir.
Háblanos de tu vinculación con la Fundación Vicente Ferrer.
No habíamos trabajado directamente, pese a que nos conocíamos, y fueron las serendipias de la vida. En mi caso, la fundación se puso en contacto con la editorial y me propusieron colaborar con ellos.
El programa me pareció superinteresante, y luego resultó que a todas las invitadas las conocía: estábamos conectadas por el mismo sentimiento y patrones de actuación.
«Nuestra justicia es garantista y mejor de lo que muchos creemos, aunque nos faltan medios»
¿Cómo es tu función como fiscal?
Intento, mediante mi forma de ser, que se cumpla la ley. En ocasiones decir las cosas en un tono más sosegado es más contundente que pegar un grito o un golpe encima de la mesa. El Ministerio Fiscal somos un cuerpo nacional y nuestra función, categoría profesional y sueldo son idénticos al de los jueces.
La oposición, de hecho, es la misma y después uno elige ser juez o fiscal. Tuve la suerte de estar siempre en la Comunitat Valenciana, primero en Castellón, seguidamente en Gandía y ahora en València. Los fiscales acusamos, como se ve en tv, y hacemos muchas más cosas, como defender siempre la legalidad.
¿En España hay una buena justicia?
Hay una justicia garantista y mejor de lo que se cree, pero faltan medios, muchos, lo que provoca que en numerosas ocasiones tengamos que esperar bastante tiempo. Normalmente trascienden los casos en los que no se ven las cosas claras, aunque todos los días resolvemos miles.