Desde el inicio del presente año hídrico, el pasado mes de septiembre, los habitantes de la Marina Baixa viven con un ojo puesto en el cielo y el otro en los pantanos que abastecen a la comarca. La ausencia de lluvias sigue siendo uno de los principales temas de conversación entre muchas personas, más si cabe en estos meses de calor asfixiante.
Que la región vive en un constante estrés hídrico no es ningún secreto, pero eso no hace que los alteanos, como el resto de sus vecinos comarcales, no hayan recibido con alarma la decisión de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) al declarar la emergencia por sequía en toda la comarca.
Un bando firmado por el alcalde prohíbe ciertos usos en zonas determinadas del municipio
Preocupación por el agua
Esa noticia llegó prácticamente de manera simultánea a la publicación de un bando, firmado por el alcalde de la Villa Blanca, Diego Zaragozí, anunciando restricciones de agua en parte del municipio, lo que convirtió a Altea en la primera población de la provincia en tomar una decisión de este tipo en el contexto del actual periodo de sequía.
Aunque una cosa no tenía nada que ver con la otra (al menos, en el ámbito causa-efecto), ese aumento del nivel de situación decretado por la CHJ, como respuesta a la petición realizada por el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa de recibir más agua de este organismo, que negó esa posibilidad, hizo saltar una vez más las alarmas en la región.
Zonas afectadas
Tras el año hidrológico más seco que se recuerda, y las previsiones que no auguran precipitaciones de relevancia en las próximas semanas, el fantasma de las restricciones se ha convertido en una realidad en parte de la Villa Blanca.
En concreto, según reza el bando del alcalde, las zonas afectadas son Malla (Altea Hills), Mascarat, Alhama Candela y Sierra Altea II, y en todas ellas se prohíbe utilizar el agua de la red de abastecimiento domiciliaria para el riego de jardines, huertos, terrazas, zonas verdes y deportivas, de carácter privado o público; así como el llenado de piscinas, estanques y fuentes, privadas o públicas.
Los pozos de Sierra Bernia están dando síntomas de agotamiento ante la pertinaz sequía
Desconexión comarcal
Pese a todo, desde el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa se ha lanzado un mensaje de tranquilidad, afirmando que el acceso al líquido elemento está garantizado en la comarca, incluida Altea.
Sin embargo, y ante la disonancia entre ese mensaje y la realidad de las zonas de la Villa Blanca antes mencionadas, se explica que mientras que la gran mayoría del municipio está conectada a la red del consorcio, esa parte de Altea no lo está, por lo que depende en mayor medida de sus recursos propios.
Pozos agotados
Esos recursos propios a los que se refieren en el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa son los pozos de Sierra Bernia, unas reservas de las que siempre ha bebido esta zona de Altea, pero que ahora, como ya sucediera en episodios similares en el pasado, están mostrando síntomas de agotamiento.
Los expertos consultados por este medio, en cualquier caso, aseguran que “Altea ha hecho las cosas bien”, ya que, históricamente, la cantidad de agua que se podía sacar de esos pozos “era suficiente”. Alertan, eso sí, que ahora, “ante la situación de sequía y el aumento de la presión urbanística en la zona y, por lo tanto, mayor demanda”, sí ha llegado el momento de estudiar la creación de esa tubería de conexión con el resto de la red.
«Estamos en un dato de eficiencia del 97% en aprovechamiento» J. R. González de Zárate
Una red eficiente
De hecho, el diputado autonómico y miembro del consorcio, José Ramón González de Zárate, asegura que el motivo de que durante un periodo de pertinaz sequía como el actual el agua esté garantizada es que “hemos hecho las cosas muy bien”; recordando, también en relación con esa petición de más aportes a la CHJ, que la región tiene “derechos al agua que viene de la desaladora de Mutxamel y al agua que viene del Júcar”.
Y aunque “es muy importante que la ciudadanía ahorre”, González de Zárate presume de que “en el consorcio lo llevamos haciendo muy bien muchos años. Seguimos subiendo en turistas y bajando en consumo de agua. Estamos en un dato de eficiencia del 97% en aprovechamiento. Son datos espectaculares”.
Cambios normativos
A juicio de González de Zárate, “también es el momento de cambiar la ley de caudales ecológicos. Ni en el Algar ni en el Amadorio ha habido agua. ¿Por qué tenemos que echar agua potable cuando desde nuestras depuradoras podemos echar agua depurada? ¿Por qué no podemos hacer eso? Es el momento de que nos den el visto bueno a todo ello, porque daría pie a muchas cosas positivas para los ciudadanos”.
En cualquier caso, y quitando de la ecuación la zona ya afectada en Altea por los motivos anteriormente comentados, el diputado autonómico ha insistido en que “no vamos a tener ningún tipo de restricción” en la comarca y, refiriéndose a esos usos prohibidos en parte de Altea, ha añadido que “tampoco, por ejemplo, para baldeos”.