¿Qué hacer con esas monedas antiguas que has encontrado en un baúl en casa de tu abuela? ¿Y con esa vieja cartera de cuero que ha aparecido en una chaqueta de tu yayo en donde aparecen billetes de distintos tamaños, colores y con personajes que te suenan de cuando estudiabas Historia de España en Bachiller? ¿Valen dinero o ya no valen absolutamente nada?
Pues depende. Hay billetes que por su ‘vulgaridad’, estos son porque hay muchísimos en la calle, no valen apenas nada. Los hay que sí que valen por su rareza. Ahora bien, en función del estado de conservación su valor puede caer en picado o cotizarse en algunos cientos de euros si su estado es impecable. ¿Y quién nos puede determinar estas dudas? Pues existe una profesión destinada a ello: la numismática.
Toda una ciencia
La numismática representa el estudio o coleccionismo de monedas y otros objetos relacionados, tales como billetes, títulos con valor y medallas. Para algunos considerada como una ciencia, la numismática abarca el estudio de la moneda y el pago, y da testimonio de la historia económica, comercial y política del ser humano.
Como disciplina y afición, la numismática no posee una larga tradición. Esta nace en el siglo XIX y está relacionada con la epigrafía, la paleografía, la semiología y el arte. Probablemente surja al hilo del Romanticismo imperante, momento en el que comenzó a extenderse el amor por las cosas del pasado, por revalorizar la antigüedad.
La numismática está relacionada con la epigrafía, la paleografía, la semiología y el arte
Historia y antropología
La ciencia numismática permite obtener conocimientos sobre los objetos usados en los intercambios y en la economía de distintos pueblos, también de su historia y costumbres. Es por ello que se entiende su especial relevancia de cara a la historia, y más en concreto a la rama de la arqueología.
En términos humanísticos, además, el estudio y recuperación de estos elementos permite profundizar en la antropología. Esta rama del saber, una de las subdisciplinas de la filosofía, como lo pueden ser la estética y la metafísica, entre otras, se adentra en el conocimiento sobre lo que todos los seres humanos tenemos en común.
Por su parte, la escripofilia estudia los títulos y certificados con valor económico, como acciones y bonos
Los inicios de la moneda
El primer modelo bancario del que se tiene registro histórico data de la antigua Roma. Desde época romana la moneda era una regalía, es decir, solo la puede acuñar el emperador, en especial la moneda de oro. El uso del papel moneda fue mucho más tardío. De hecho, cuando se trata solo de papel moneda, se conoce como notafilia.
Hay que señalar que este comenzó en el ecuador de la Edad Media, más en concreto en el siglo XI y en el continente asiático. Fue China quien impulsó el papel moneda. No sería hasta siglos más tarde cuando en Europa se oficializaría. El primer banco europeo en emitir billetes fue el sueco Stockholms Banco (predecesor del Banco de Suecia) en 1866.
De la antigua Roma es el primer modelo bancario del que se tiene registro histórico
División clásica
La numismática disfruta, además, de otras dos ramas: la exonumia y la escripofilia. La primera se halla relacionada con el estudio de los objetos monetiformes que no son moneda en un sentido estricto, tales como las fichas privadas o las medallas. La segunda estudia los títulos y certificados con valor económico, principalmente acciones y bonos.
Conviene indicar que la numismática clásica se divide en dos partes: la descriptiva y la histórica. La descriptiva estudia la nomenclatura y las bases de la clasificación de las monedas y demás objetos. La histórica se centra en cuestiones de la historia de la moneda y de los medios de pago.
Locales en València
Existen diferentes posibilidades a la hora de saber qué valor posee la moneda o billete. Para comprobar esto multitud de empresas se ofrecen a través de internet. Mediante una buena captura de pantalla enviada se permite enviar un precio estimado. Por otro lado, en los mercadillos de València, se dan compradores que evalúan las monedas y pueden estar interesados en su adquisición.
Para mayor tranquilidad existen algunos locales especializados en numismática en el ‘cap i casal’. Así, Numismática La Lonja, en la calle Ercilla, ofrece su servicio en el mismo centro histórico de la ciudad. También está Numismática Llamas, en el Ensanche (calle Burriana, 24). Sin abandonar ese mismo barrio se halla Numismática V. Craven-Bartle. “La tienda existe desde los años setenta”, explican a este periódico sus propietarios. “Además de moneda y billetes, también adquirimos objetos antiguos que nos puedan interesar”, añaden.
“El estado del billete condiciona su valor: si por ejemplo está un poco dañado o sucio, pierde valor. Luego hay que ver si circula mucho, como es el caso de los billetes expedidos durante la República, que muchos hijos tienen de sus padres y abuelos”, concluyen los responsables de esta tienda Numismática ubicada en la calle Joaquín Costa.