Entrevista > Mónica San Emeterio / Concejala de Cultura (Miranda de Ebro, Burgos, 16-agosto-1967)
El pasado septiembre el ayuntamiento recibió varias máquinas antiguas donadas por Crevillentina Picacarpets, empresa especializada en diseño de alfombras, regentada por la familia Alarcón. De esta forma se sigue recopilando material para el futuro Museo Etnográfico que se pretende implantar en Crevillent.
Aprovechamos la ocasión para entrevistar a Mónica San Emeterio sobre el estado actual de este esperado proyecto. Esta abogada es la concejala de Cultura (PP) -aparte también de Recursos Humanos y Agencia de Desarrollo Local- desde hace algo más de un año.
Antes de su entrada en política, ya era una veterana de la vida pública crevillentina. No en vano es comparsista y ha sido miembro de la asamblea local de Cruz Roja y directora del Libro de la Fiesta de la Asociación de Moros y Cristianos. Además, más allá de Crevillent ha ejercido de vicedecana del Colegio de Abogados de Elche y de miembro de la comisión de derechos y deberes de la agrupación provincial de Cruz Roja.
Como es la primera vez que te entrevistamos, quería empezar preguntándote por qué te metiste en política.
Hubo una llamada, de la cual salió un compromiso personal con la actual alcaldesa. Echando un vistazo a mi vida, creo que se deduce muy fácilmente que tengo una exacerbada vocación de servicio público.
Siempre he llevado como motor de mi vida esa frase de Kennedy que dice “no pienses lo que tú país puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu país”. Pues eso mismo yo lo traduzco a Crevillente. Es lo que me ha hecho estar siempre trabajando en la sociedad civil y ahora en el ayuntamiento. Normalmente de manera bastante altruista, porque hasta ahora no había cobrado nunca por ello (risas).
Y a toda esa vocación, se le sumó la propuesta de una persona bastante confiable para elaborar un proyecto político nuevo. Las primeras diez veces dije que no, pero al final aquí estamos… intentando arrimar el hombro y trabajar todo lo que podamos por los crevillentinos.
«Ya hemos entrevistado a más de 100 crevillentinos nacidos antes de 1940»
Una vez que ya pasan las elecciones y hacéis el reparto de concejalías, ¿por qué te quedaste con Cultura, Recursos Humanos y Agencia de Desarrollo Local?
A mí la cultura me apasiona, y es un mundo al que he estado muy cercano en Crevillent sobre todo a raíz del Libro de la Fiesta. Me gusta la preservación de las costumbres y dicen que tengo una parte muy creativa. Supongo que por eso la alcaldesa entendió que yo era la adecuada. Es una de las concejalías más bonitas, y al mismo tiempo de las más complicadas.
Aunque sinceramente Recursos Humanos y Agencia de Desarrollo Local también son muy complejas con su casuísticas en las que cada día surge una cuestión urgente que resolver. El tema es que la alcaldesa consideró que por mi carácter podía encajar bien aquí. Aunque nunca he tocado derecho administrativo en mi carrera profesional, soy jurista y tengo la formación para ponerme al día. Así que estoy trabajando y estudiando mucho.
Quiero dar las gracias al personal que tengo en estas tres áreas porque he aprendido muchísimo de ellos y hacen que mi trabajo sea más llevadero. Son gente muy profesional y entregada a su trabajo.
Hace años que se lleva escuchando lo de “hacer un museo de la alfombra en Crevillent”. ¿Qué tal marcha este tema?
Para crear un museo hay que tener fondos. Es precisamente por eso que hace varias legislaturas se creó el Consejo Etnográfico, con la intención de que sea un órgano municipal que gestionara la recogida de estos fondos. Esta sensibilidad nace porque se considera que se estaba perdiendo parte de nuestra historia más reciente.
En realidad el proyecto etnográfico no solo abarca el tema del museo de la alfombra, sino que es mucho más amplio.
«Estamos recibiendo muchas donaciones últimamente de material para el futuro museo»
¿Qué otras iniciativas se están realizando desde este Consejo?
Desde 2019 se está trabajando en un proyecto de memoria oral con nuestros mayores, con una recogida de testimonios de las personas más mayores del municipio de la mano de Ana Satorre que es la responsable del departamento de Cultura.
Mediante estas entrevistas se recogen datos, descripciones de lugares desconocidos, usos del lenguaje, hechos que ocurrieron en el pasado de Crevillent… Ya llevamos más de cien entrevistas, todas ellas a personas que han nacido antes de 1940.
Además, el año pasado se inició el concurso de historia gráfica de Crevillent, dirigido a los colegios, para recopilar fotos históricas del municipio con las que enriquecer el archivo, servir para futuros estudios y también para tener una base para el futuro museo etnográfico. Es un proyecto muy bonito, porque ves a los abuelos contándoles la historia a sus nietos.
También tiene una revista, ¿no?
Sí, en mayo presentaremos el próximo volumen de la Revista de Etnografía de Crevillent, que intenta dar a conocer distintos aspectos de la vida crevillentina.
Igualmente se está realizando una catalogación de archivo fotográfico compuesta por más de 2.000 imágenes con aportaciones de la colección fotográfica de Juan Agustín, el fondo de Alfonso Viudes y los propios entrevistados del proyecto de memoria oral.
«Recogemos material histórico de todo tipo relacionado con la alfombra, desde el inicio del proceso»
Volvamos al museo. ¿En qué punto está este proyecto?
Pues ahora estamos precisamente en el trabajo de recopilación de material para un futuro museo de la alfombra. Dicho material abarca también todo lo relacionado con el diseño, hilado, tejido, etc.
Hemos hecho varias campañas para recogida de útiles vinculados a esta industria, y parece que este intento de generar sensibilidad a la población ha cuajado porque en los últimos tiempos se están recibiendo muchas donaciones. Mucha gente ha encontrado cosas que podían ser de sus abuelos y han considerado que podrían ser interesantes para el museo.
¿Cómo se está contactando con los donantes?
En esto sentido tengo que destacar la colaboración que está teniendo la Unión Nacional de Fabricantes de Alfombras y Moquetas (UNIFAM) con esta concejalía. Ellos son quienes conocen de primera mano qué fabricas cierran, están reformando o tienen interés en que su material no se pierda. Su presidente está apoyando mucho este proyecto.
«Hay conversaciones muy avanzadas para que el museo se ubique en la fábrica ‘Universal’»
La última donación a la causa ha sido la realizada por Picacarpets. Quien posea material interesante, ¿qué tiene que hacer para poder donarlo?
Tiene que contactar con la Concejalía de Cultura. Aprovecho para animar a todos los crevillentinos para que no dejen perder este patrimonio. Nosotros lo recogemos casi todo, dado que la evolución del mundo de la alfombra empieza con las rejillas hasta la que conocemos hoy en día. Es esto lo que queremos preservar.
Estamos recogiendo desde las primeras labores de tejido del esparto, y a partir de ahí tenemos donaciones de todo tipo. Con esta última de ocho máquinas, realizada por Picacarpets, se constata la evolución que ha sufrido este sector.
¿Han llegado muchas más donaciones últimamente?
Este año hemos tenido bastantes donaciones como la de Juan Antonio Belmonte, Juana Ginesa López Marín, la familia Soler, los herederos de Vicente Mas, Joan Manuel Varó, Manuel ‘el Monaguillo’ y esta última de la familia Alarcón. Traslado mi agradecimiento a todos.
Evidentemente no vamos a tener un edificio sin llenar. Cuando se tengan los fondos ya se hará el museo, pero mientras tanto ya estamos trabajando en diversas líneas para estudiar su futura ubicación. Lógicamente luego habrá que hacer un proyecto museístico que también estamos elaborando en paralelo.
«No sé si el museo se abrirá en este mandato, pero vamos a intentarlo»
Con todo lo que ya habéis recibido, ¿consideráis que todavía no hay suficiente material como para abrir el museo?
Faltan cosas porque aún tenemos que completar algunas de las partes de la evolución del hilado. Además, en algunos casos, estamos restaurando ciertas piezas para al menos preservar lo que queda.
Con todo este trabajo pretendemos no perder esa parte de la historia que son las costumbres y tradiciones de nuestra tierra. De no ser por estas personas que realizan sus donaciones y cesiones, esto llegaría a perderse. Por eso es tan importante la colaboración de la ciudadanía. Cada persona que tenga algo por casa que considere que no se debería perder, que sepan que el Ayuntamiento de Crevillent es un espacio para su preservación y su futura exposición.
Respecto al tema de la ubicación, se ha comentado que podría ser en la antigua fábrica de alfombras ‘Universal’…
Esto ya depende mucho de los propietarios que actualmente es el grupo Enercoop. Hay conversaciones muy avanzadas en ese sentido, y esa es la línea de trabajo que se está siguiendo.
¿Crees que lo veremos en este mandato?
Ojalá. No lo sé porque no depende únicamente y exclusivamente de nosotros. Esto es un espacio que sería cedido y ellos tienen sus propios tiempos en la rehabilitación de este edificio.
Desde luego lo intentaremos. Creo que esta entidad está por la labor y nosotros también. Las relaciones entre ambos entes siempre han sido fantásticas. Así el trabajo se hace mucho más fácil.
«Los crevillentinos van a ver alfombras dibujadas por las calles»
Precisamente ahora, hasta el 11 de octubre, se está celebrando la IV Feria Exposición de la Alfombra de Crevillent. ¿Crees que tener este museo también puede beneficiar al sector industrial actual ayudando con la promoción del producto?
Sí, todo suma. Está demostrado que la relevancia de la alfombra siempre es la que se le quiera dar. De hecho estamos trabajando en otras iniciativas relacionadas con el mundo de la alfombra, por ejemplo de cara al embellecimiento urbano. Entendemos que es una seña de identidad de la localidad.
Éste es un proyecto del que ya hablaremos más adelante, pero esperamos que esté ya a finales de este año. Queremos fusionar la creatividad artística con el respeto hacia la tradición y el detalle. Será un homenaje a los dibujantes, ilustradores y diseñadores que, con su destreza y visión, hacen posible la creación de las fantásticas alfombras que han distinguido siempre a Crevillent. Así que nos gustaría que nuestra población se convierta en un lienzo urbano donde se utilice el arte para embellecer la ciudad.
Recientemente ya se han pintado murales artísticos en varios lugares como la plaza de la Constitución, la calle Valle o la calle Primero de Mayo. ¿En qué sitios se pintarían estos de las alfombras?
Estas actuaciones se han hecho con el fin de remozar dos muros que afeaban estos espacios. Lo más reciente ha sido instalar un panel con fotografías de Juan Agustín, que datan de mediados del siglo XX, en la calle Primero de Mayo. Estas fotos nos muestran cómo eran antiguamente las calles adyacentes. Así queríamos embellecer un rinconcito y poner en valor este archivo fotográfico que tanto ha hecho por el recuerdo de Crevillent.
Vamos a seguir encontrando rincones a los que darles más personalidad y entidad. De hecho ya tenemos tres identificados para nuestras próximas actuaciones. Todavía estamos trabajando en este ambicioso proyecto y no quiero vender humo, pero esto saldrá ya pronto. Los crevillentinos podrán ver alfombras por sus calles. A mí personalmente me entusiasma mucho.