Sinceramente, hay preguntas que son difíciles de responder porque se producen de golpe, pero llegan como una plaga.
Efecto contagio
Llevamos ya un tiempo hablando de algo que se ha convertido en uno de los principales problemas y que, de tanto decirlo a diario en grandes medios nacionales, no hace más que agrandarse, contagiar a otros propietarios que piensan que si ellos no actúan igual están haciendo el idiota.
No sé hasta donde es cierto la imposibilidad de encontrar vivienda en alquiler, es decir, hasta donde llega la extensión del problema geográficamente. Pero lo que sí es cierto es que se ha convertido en una de las principales preocupaciones ciudadanas.
Falta de construcción
Por analizar algunos de los problemas que nos han llevado hasta aquí, empecemos por la falta de viviendas. La famosa ‘burbuja inmobiliaria’ de la década inicial del siglo actual llevó a una parada en seco en la construcción, incluyendo edificios ya iniciados y que se quedaron en su esqueleto.
Esta actividad de la construcción a día de hoy no se ha llegado a recuperar y, sin viviendas, no hay oferta. Es como en la pandemia cuando se decía que no había papel higiénico; no solo se multiplico la demanda sobre la oferta provocando desabastecimiento, sino que la insistencia en decirlo provocó un efecto llamada incluso para aquellos que no se lo creían del todo. Conclusión: más demanda hacia una misma oferta, el papel higiénico se acaba.
Cajas de ahorro
Además, aquí la política tuvo una gran parte de culpa. Las cajas de ahorro, que construían viviendas asequibles a través de sus fundaciones, cayeron. Y no hablamos de una ni dos, sino de casi una entidad por provincia y todas expandiéndose. Recordemos que estas entidades no podían tener beneficios, y debían reinvertir todo lo que obtuvieran en beneficio social.
Pero un buen día los políticos vieron que estas entidades eran un filón, entraron en sus consejos de administración, empezaron a hacer inversiones con otros fines, comprar en el mercado internacional y, como castillo de naipes, en cuanto el viento sopló más fuerte cayeron una a una.
Los bancos, igualmente entidades financieras pero gestionadas por profesionales, no tuvieron ese problema a pesar de lo difícil que se lo pusieron en muchos casos en aquellos tiempos.
La caída de las fundaciones
Recuerdo que en reportajes que realizamos por aquellos años, por el 2010, en el que la caída de las cajas o su fusión y luego absorción por bancos era casi diaria, en ningún caso iba a suponer la desaparición de la fundación que todas ellas llevaban anexa.
Lo que ocurrió es lo que todos sabemos: fueron siendo eliminadas; es como la frase que tanto gusta de “no dejaremos a nadie atrás” y que se olvida al torcer la esquina.
Fondos buitre
A esa falta de oferta de viviendas en el mercado se sumó la permisividad, cuando no se provocó directamente, de los políticos, en todo tipo de instituciones, de la entrada de fondos buitre que se quedaran con casas por pequeños impagos, o los famosos alzamientos (vamos, que te quitan la casa) de los bancos por lo mismo, sin más alternativas.
Esos mismos bancos que luego no han pagado las comunidades de vecinos ni los IBI, y todo sin que a ellos nadie les quitase nada. Esa especulación de los usureros no solo arruinó la vida de muchas personas y las dejó en la calle, sino que dejó fuera del mercado decenas de miles de viviendas que quedaron abandonadas.
Eso sí, muchas de ellas fueron ocupadas ilegalmente, provocando en muchos caos todavía más problemas a los vecinos. Este sería otro tema largo, pero que se puede resumir en lo que opinan algunos: tu vivienda te la pueden quitar por un impago, pero si la ocupan no les puedes echar y encima debes seguir afrontando los gastos de suministros como la luz y el agua.
Vivienda pública
Volviendo al tema de la falta de vivienda, casi dos décadas sin construir vivienda pública provoca que el mercado se agriete por completo. Muchas promesas electorales, pero faltan realidades si se quiere acabar con la escasez. Aumentar la oferta sobre la demanda será lo que haga que el precio se estabilice en parámetros normales.
Luego está lo que vemos en la televisión y que uno se queda perplejo; pisos que son trasteros y cosas similares, que se anuncian públicamente y que nadie, desde la Administración, hace nada, a pesar de que evidentemente son ilegales y jamás han podido pasar una aprobación de cédula de habitabilidad. ¿Dónde está la protección al ciudadano?
Pisos turísticos
Si todo eso fuera poco llegan y de repente nos invaden los famosos pisos turísticos, generando más problema y menos oferta de alquileres.
En viviendas donde antes no se podía poner una actividad, aunque fuera algo silencioso como un bufete de abogados, porque solo eran para vivir, llega la moda y se instalan sin control negocios como son los alojamientos que suplantan los regulados de hotelería.
¿Y quién puede solucionar eso? Evidentemente los políticos, que son quienes legislan y quienes tienen las competencias de inspección, sanción y cierre.