Entrevista > Jorge Hinojosa / Cineasta (Alcoy, 22-enero-1987)
Jorge Hinojosa tuvo bien claro que su destino estaba en el séptimo arte, incluso antes de finalizar la carrera de Comunicación Audiovisual en Gandía. “Sabía que me encantaba contar historias”, confiesa, y pronto descubrió el mundo del guionaje. Le apasionó tanto que hizo un posgrado en la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC).
Nos desvelará de qué trata ‘Insurrección’, una realidad distópica que sitúa a la actual Alcoy independiente del país, como lo fue tres días en la llamada Revolución del Petróleo, sucedida en 1873. “Es una carta de presentación de un proyecto más grande”, avanza.
El corto, presentado en abril, ha participado en diversos festivales, con sumo éxito de crítica y público. Hay incluso quien le vaticina con posibilidades en el camino hacia los Premios Goya, cuya próxima sede será Granada.
¿Quién te introduce en el cine?
Básicamente la familia, porque mi abuelo siempre ha sido muy cinéfilo. Después he tenido la costumbre de ir mucho, con mis padres, hermana y amigos. En Alcoy teníamos, además, la suerte de disponer de numerosos cines, con muchísima tradición, y la opción de acudir al videoclub el fin de semana.
A día de hoy todo esto se ha ido perdiendo: primero con la llegada de los centros comerciales, y segundo porque el cine está mucho más a mano, con tanta oferta en las plataformas.
«La primera película que me marcó fue ‘Titanic’, con diez años; recuerdo la locura que se formó»
¿Te marcó alguna película en especial?
Sobre todo ‘Titanic’ (1997), cuyo estreno en España fue una locura. Tenía diez años y recuerdo hacer una cola enorme para verla. Aluciné con lo bien hecha que estaba, envejeciendo de un modo excelente.
Un director que me fascinaba y lo sigue haciendo es Steven Spielberg, autor de ‘ET’ (1982), ‘Jurassic Park’ (1993) y tantas otras. De españoles, aunque suene a tópico, Alejandro Amenábar: ‘Abre los ojos’ (1997) me pareció una locura, especialmente a la hora de jugar y engañar, o cómo darle la vuelta a un relato.
¿Cómo definirías tu estilo?
Intento crear historias que lleguen, atrapen y conmuevan a los espectadores, que durante ese rato se puedan olvidar de lo que sucede en el exterior y se adentren en aspectos con los que se sientan identificados, ya sea con los personajes o la trama.
Antes de hablar de ‘Insurrección’, ¿qué otros trabajos has hecho?
Cortometrajes principalmente, con títulos como ‘ZOMVID-19’ -ganador del concurso de Cultura Inquieta-, ‘Caliope’, de cine mudo, y ‘Ella’, protagonizada por los mismos actores de ‘Insurrección’. Trabajé asimismo como guionista en la película ‘Los muertos también bailan’, rodada en Alicante.
«Rodamos ‘Insurrección’ durante el verano de 2022 en lugares emblemáticos de Alcoy»
¿Qué es ‘Insurrección’ precisamente?
Es un corto que nació en un taller que dirijo para jóvenes guionistas, en el que les cuento sobre todo cómo relatar historias. A los más veteranos les propuse crear algo más ambicioso y surgió, entre todos, ‘Insurrección’.
Trata un tema histórico de nuestra ciudad, como es la Revolución del Petróleo, cuando Alcoy fue independiente del resto del país durante tres días. Pensamos qué sucedería si a día de hoy lo continuara siendo.
¿De verdad?
Construimos entonces este presente distópico en el que Alcoy está amurallada, aislada del resto del país y viviendo como en otra época. Están liderados por El Círculo, la sociedad de gobierno que les controla y les dice, engañándoles, que más allá de las murallas el mundo está en guerra.
¿Cuánto dura el corto?
Dieciocho minutos, rodado en el verano de 2022 en lugares emblemáticos de Alcoy, como el Círculo Industrial, el cementerio o los refugios de la Guerra Civil. Remarcar que el corto es como una carta de presentación de un proyecto más grande, que será una serie o película.
Hicimos primero una campaña de verkami (apoyo económico), que fue muy bien, pero debido a nuestra inocencia de querer grabar el primer capítulo, pronto nos dimos cuenta de que lo acumulado no era ni mucho menos suficiente.
«Siempre me ha encantado contar historias, que lleguen, atrapen y conmuevan al espectador»
¿Fue entonces cuando conociste al otro director?
Exacto, Daniel Caneiro, quien nos dio la idea de convertirlo en un cortometraje, para que tenga cierto camino por festivales y pueda ser una carta de presentación de cara a productoras y distribuidoras.
Precisamente, ¿cómo ha funcionado en certámenes?
¡Muy bien! Se estrenó en Fastaspoa, un festival de cine fantástico de Brasil, antes de acudir a otros certámenes: Puigcerdà (Girona), Guadalajara y Nueva York. La acogida está siendo muy buena, pues es una historia que podría suceder en cualquier sociedad, engañada por parte del gobierno. También es un corto que, cuando acaba, te deja con ganas de más.
¿Descartas que vaya a los Goya?
No, pero sé que es todo un proceso y la enorme competencia que hay en el mundo del cortometraje. Si me llaman para los Goya, ¡yo encantado!