Entrevista > Fran Mercader / Escritor (Benidorm, 19-enero-1990)
Llegados a esta época del año, en la que los calores del verano van remitiendo y también lo hace el número de turistas que llenan todos los rincones de la Marina Baixa en los meses de más calor, Fran Mercader vuelve a los montes de la provincia.
Es su propio ciclo de la vida. En verano descansa más, pero ahora se lanza a conocer el patrimonio natural de nuestras montañas. De esa curiosidad ha nacido ‘Cuevas de Alicante’, un libro en el que enseña y cuenta la historia de más de un centenar de cuevas. Dos de ellas, en l’Alfàs del Pi.
¿Te lo has pasado bien haciendo el libro?
La verdad es que sí. Esto lo hago en mis ratos libres. Ir a la montaña y hacer fotografías es mi hobby, así que eso ha ayudado a que me lo pase bien haciéndolo.
«Hacer este libro ha supuesto un trabajo de cerca de dos años»
Eres licenciado en Ciencias Ambientales y, en tus ratos libres, además de haber explorado el pasado prehistórico por nuestras cuevas, compartes tus experiencias en viajes en el blog ‘Más allá de la ciudad’. Con todo eso, hacer este libro te ha llevado diez años.
Sí. En realidad, hacer el libro me llevó dos años, porque finalmente decidí centrarme en las cuevas, ya que en las montañas tienes muchas cosas que ver, mucho que visitar y tenía que centrarme en algo.
¿Por qué las cuevas?
Porque son sitios que me encantan. Además, fotográficamente son muy buenas. Aparte de eso, porque me atrae, sobre todo, el tema de la arqueología, del patrimonio histórico que tenemos aquí, en la provincia de Alicante.
Diez años recorriendo montañas y hace dos es cuando decides centrarte en las cuevas. ¿Cómo empieza el trabajo de selección?
Pues en internet. Hoy en día, prácticamente todo está en internet y en realidad he tenido que estar más horas en el ordenador que en la montaña. Tienes que buscar dónde están esas cuevas. Muchas de ellas son conocidas, las puedes encontrar en otros blogs, en otras páginas web. Pero luego hay otras que tienes que investigar bastante o preguntar a gente del pueblo porque no están en un mapa.
«Me he centrado en las cuevas porque son sitios que me encantan, y fotográficamente son muy buenas»
¿Hay alguna que te haya costado más de la cuenta o, al menos, más de lo que esperabas?
Me han costado bastante esas que te comento que no están en los mapas. Muchas veces me he tenido que volver a casa sin haber podido llegar a ellas. Otras no las he incluido en el libro porque o son muy peligrosas, o a lo mejor son bastante delicadas y he preferido no incluirlas para que no se masifiquen. Me he encontrado de todo en ellas.
Hablando de esa masificación y del impacto humano en la naturaleza, ¿tenemos las cuevas hechas unos zorros?
Así es, en la mayoría de ellas había bastante basura, pero no es algo reciente. Fíjate que hay cuevas, como te decía, que me ha costado mucho encontrarlas; y no es que yo fuera el primero en verlas, porque tenían grabados de hace más de 150 años y latas de Coca-Cola y otros refrescos de hace sólo cuarenta o cincuenta años. Las he podido datar por el patrocinio que sale en la lata.
En el libro has recopilado más de un centenar de cuevas de toda la provincia. ¿Qué posición ocupan las de la Marina Baixa?
El segundo lugar. Creo que la mejor comarca es la Marina Alta porque es donde más montañas y valles hay, y luego está la Marina Baixa. Conforme nos vamos hacia el sur de la provincia, es más complicado encontrar cuevas, porque ya son terrenos más llanos.
«Las minas de ocre de l’Albir tienen un origen natural»
Hay dos cuevas de l’Alfàs que se han colado en tu libro. Una me resulta, en el buen sentido, muy evidente: la Boca de la Ballena.
Es una cueva natural y una de esas que comentaba a las que no se puede acceder porque el Parc Natural ha cerrado su acceso, debido a que alguna vez se han encontrado pinturas en sus paredes. Así pues, por el vandalismo y porque el camino de acceso no es muy fácil, se ha decidido restringirla y a día de hoy no se puede acceder.
Pero también has incluido las minas de ocre. Corrígeme si me equivoco, pero no son cuevas, sino galerías realizadas por el ser humano.
Pues es cierto que fueron explotadas para sacar el ocre de ellas, pero tienen un origen natural. Si entras en ellas puedes observar coladas por las paredes, así como estalactitas y estalagmitas. Se han producido formaciones durante muchos años ahí dentro. Así pues, son unas cuevas que se aprovecharon posteriormente para explotarlas por las vetas de ocre que tenían.
Por esta razón, las he incluido en el libro por su origen natural y también porque forman parte de la cultura y la historia de la provincia, ya que en su día fueron un potente motor económico de la cueva.
Tras tantas cuevas visitadas y sabiendo lo que te gusta salir a la montaña, ¿en qué estás ahora?
Sigo con las cuevas porque, como ya te he dicho, hay muchas. Si esto sale bien, me gustaría sacar una segunda versión de aquí a un año o un par de años. En las montañas hay muchos sitios interesantes, monumentos naturales, arcos, incluso cimas… de los que también se podría sacar una recopilación. Vivimos en una provincia muy montañosa, de las que más de España, y eso genera un montón de oportunidades.