Silvia Aguilar / Actriz
Un golpe de suerte, en un concurso de la radio que buscaba jóvenes valores, fue el impulso que necesitaba para decidirse a buscar suerte, y cumplir su sueño de convertirse en actriz.
Corrían los años setenta y a pesar su corta edad, 17 años, Silvia Aguilar (Elche, 1-enero-1959) tenía muy claro hacia donde iba a dirigir su futuro, pero quería formarse y se marchó a Barcelona a estudiar interpretación.
Sueños cumplidos
Y cómo en las películas, a aquella escuela llegó el director Jaime Armiñan, buscando un rostro nuevo para un spot de Bankinter en TVE junto a Antonio Ferrandis, y ella fue la elegida. Se hizo muy popular por ese spot, y la llamó Chicho Ibáñez Serrador para sustituir a Victoria Abril en el 1,2,3 y su carrera se disparó.
Trabajó con Paul Naschy en películas de éxito como ‘El hombre lobo’, o en otras que ya son clásicos como ‘Una casa en las afueras’, ‘Alicia en la España de las maravillas’, y así hasta más de treinta películas en solo unos años.
Vuelta a sus raíces
Ahora ha vuelto, después de vivir treinta años en Suiza, y no esperaba la acogida recibida tras comprobar que sigue cautivando a quienes siguieron su carrera.
Propuestas de trabajo, homenajes por varias ciudades, y su primera nueva película seleccionada en el festival de cine ‘Egiptian American Film’ de Nueva York, han logrado que Silvia Aguilar vuelva a tener la ilusión del primer día cuando menos lo esperaba.
¿Tan claras tuviste las cosas a los 17 años?
Pues la verdad es que sí. Con 17 tenía claro que iba a ser actriz, pero para lograrlo tenía que prepararme, y me marché a Barcelona a estudiar para formarme; allí mismo empezó todo casi de película.
Al poco tiempo ya estaba haciendo un spot de Bankinter dirigido por Jaime Armiñan, nada menos que con Antonio Ferrandis, y mi cara ya empezó a ser muy conocida. A continuación, me llamó Chicho Ibáñez Serrador para sustituir a Victoria Abril en el 1,2,3 y a partir de ahí todo se disparó.
«Por ‘Aquella casa en las afueras’ me concedieron el premio Luis Buñuel como mejor actriz»
¿Cuál fue tu primera propuesta para el cine?
Jordi Feliu me llamó para realizar pruebas para ‘Alicia en la España de las Maravillas’ y me ofreció el rol de coprotagonista con Mireia Ros. Estando en pleno rodaje de esta película me llamó Chumy Chúmez y me propuso protagonizar la película ‘¿Pero no vas a cambiar nunca, Margarita?’, junto Antonio Garisa.
Yo no tuve una primera propuesta, tuve casi dos a la vez, y no podía estar más satisfecha.
Precisamente tu primera película era considerada poco adecuada por su contenido político, Franco hacía poco que había muerto. ¿Qué ocurrió?
Este cine con el que comencé es el llamado cine de autor; ‘Alicia’ la rodé en 1977, poco tiempo después de la muerte de Franco, y si bien obtuvo excelentes críticas en el Festival Internacional de Cannes, en el apartado de la Quincena de realizadores tuvo muchos problemas para estrenarse.
Tenía alto contenido político en contra del franquismo y la represión vivida durante cuarenta años, y que seguía presente en España aun después de muerto, cómo pudimos comprobar.
¿Algo parecido te ocurrió con la película ‘Margarita’?
Aunque sí se estrenó en Madrid y Barcelona, y en algunos cines de provincias, su contenido, que trataba del incesto, impidió tener más visibilidad. Así que estas secuelas de censura en el cine, sobre todo las denuncias que hablaban del franquismo, se mantuvieron hasta la llegada del socialismo al poder.
«Hubo un tiempo en el que nos etiquetaron a todas las actrices como las chicas del Destape»
¿Crees que se trató mal la imagen de la mujer en esa etapa del cine conocida como el ‘Destape’?
El destape llegó a España muchos años después que a Francia, Alemania e incluso Italia. El español, sobre todo el conservador, no podía de ninguna de las maneras aceptar a una actriz desnuda en una pantalla de cine… Hay que decir que las actrices de esta época fuimos pioneras, y ello mostró el camino a la nueva era de actrices, donde un desnudo es bello y normal.
¿Era difícil avanzar en aquellos años sin pasar, aunque fuera de puntillas por esa etapa?
Por supuesto. En esta época nos etiquetaron a todas como las chicas del destape. Aun así, he tenido el privilegio de protagonizar películas que hoy en día son consideradas de culto, alguna de la cuales, como por ejemplo ‘Aquella casa en las afueras’, me valió para que me concedieran el premio Luis Buñuel como mejor actriz.
Me acaban de homenajear precisamente ahora por esa película después de tantos años. Película que por cierto se encuentra en las principales filmotecas de España.
Algunas de tus películas son consideradas como clásicos del cine, y fuiste musa de Naschy en películas de suspense o de miedo como ‘El hombre lobo’. Ahora con la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías es todo mucho más fácil, pero entonces ¿cómo se ambientaba y se conseguía esa atmósfera de miedo?
Así es, y, de hecho, muchas de ellas se han reeditado en blu-ray dvd por una compañía americana y están ya a la venta.
En España poseemos patrimonios artísticos maravillosos y espectaculares, muchas de las películas de Paul Naschy se han rodado en castillos medievales, por supuesto con decoraciones extraordinarias que se ambientaban según la historia. Las luces, los sonidos y la música eran también muy importantes para provocar miedo.
«La censura se vivió en el cine con Franco incluso después de muerto»
De repente dejaste el cine, té fuiste a vivir a Suiza, desapareciste en tu mejor momento. ¿Por qué?
Comencé muy jovencita en el mundo del espectáculo, y durante siete años de mi vida los dediqué en cuerpo y alma, y sin pausa, a representar personajes.
No tenía tiempo ni de pensar entre una película y otra, y después de más de veinte personajes un buen día me dije ¿quién soy yo? Tuve la necesidad de parar, encontrarme con un mundo real, y así fue.
Está claro que no te asustan los cambios…
Mi vida cambió completamente: cambio de país, profesión, mamá de tres maravillosos hijos; y aun así nunca olvidé el mundo de la interpretación.
A pesar de tres hijos y trabajar todo el día, encontré tiempo para montar una compañía de teatro, y dirigir obras como ‘La casa de Bernarda Alba’ entre muchas otras.
La pregunta ahora es a la inversa, has vuelto después de treinta años. ¿Por qué?
Sentí que tenía que volver. Mi retorno a España después de tres décadas ha sido impresionante. No tenía ni idea de que tenía tantos admiradores, ni siquiera que se me consideraba una heroína del cine de terror.
«Me llamó Chicho Ibáñez Serrador para sustituir a Victoria Abril en el 1,2,3»
Y por lo visto has vuelto por la puerta grande.
Ha sido como un sueño, no me lo esperaba. Al poco de llegar concedí una entrevista y comenzaron los homenajes por diferentes ciudades españolas. Entre ellos, los últimos: El cineclub Luis Buñuel en Elche, la ciudad donde nací, por ‘Aquella casa en las afueras’ y la Academia de cine de Madrid, por ‘Alicia en la España de las maravillas’, entre otros.
Para finalizar dime que estás haciendo ahora, que proyectos tienes.
Ahora tengo un proyecto para rodar un largo y también una obra de teatro. De mi vida no cambiaría absolutamente nada. ¡La vida es bella!
Lo último que te puedo contar es que acabo de rodar una película que se llama ‘Los Bichos muy raros’, del director Martín Guach, y que antes de su estreno ya está haciendo ruido. Nos vamos a Nueva York porque ha sido seleccionada en el festival de cine Egiptian American Film’ y se va a proyectar allí durante tres días. Después podremos verla aquí.
A esta velocidad desde que has vuelto, ¿qué te depara el 2025?
Para el 2025 de momento tengo pendiente un largometraje y una obra de teatro, y no descarto materializar alguno de mis guiones.
Así es la vida, venía de vuelta para descansar y llevar una vida tranquila en mi país, y mira por dónde mi sueño empieza de nuevo cuando menos lo esperaba, y con la misma ilusión.