Carles Navarro (Llíria, 21-abril-1981) se siente enormemente satisfecho de su labor en À Punt, dentro del equipo de fiestas de la televisión pública. Eso le hace estar, pese a su gran timidez, en los acontecimientos más seguidos de la cadena, véase Fallas o las diferentes Entradas de Moros y Cristianos.
Se considera un periodista polivalente, capaz de preguntar cualquier cosa siempre que lleve un micro, que ejerce la función casi de armadura. “Si voy sin el micro me cohíbo, me aparto incluso cuando me van a presentar a una persona”.
Parece paradójico, pero es cierto. Nos contará asimismo su trayectoria, iniciada en la radio, antes de llegar a la televisión y que ésta le atrapase; además de su buena relación con Ferran Cano, maestro de ceremonias de todos los eventos que suceden en la Comunitat Valenciana.
¿Por qué te llaman ‘El Cari’?
Procede de la influencer ‘Soy la Forte’, amiga íntima desde hace veinticinco años, que siempre me dice Cari. Entonces, para su comunidad de seguidores/as soy ‘El Cari’, sobrenombre que utilizo únicamente en las redes sociales.
¿Siempre quisiste ser reportero, periodista?
Mi madre así lo cuenta, por lo que lo mío es vocacional, pese a que no hay tradición periodística en mi familia. Después de finalizar la carrera, hice un máster de radio en Madrid, en la Cadena Cope, y estuve con ellos un par de años.
¿Regresaste seguidamente a València?
Sí, para trabajar en medios locales, como Tele7 -actual TeleValencia-, donde presentaba los informativos, que era lo más glamuroso. Pero había mucho trabajo detrás, como redacción, edición y montaje de las noticias, preparar otros programas, grabar o salir a hacer encuestas.
¿Ya te gustaba más la tv que la radio?
Hice el máster de radio, como indiqué, así que mis pasos se dirigían hacia ella. En este sentido, el tiempo que estuve haciéndola fui muy feliz, porque la radio es mágica, más inmediata. Sin embargo, probé la televisión y me enganchó.
Los que nos dedicamos a tv, si pensamos que en algún momento la vamos a dejar, nos ponemos incluso nerviosos. ¡Es imposible abandonarla!
«La radio es magia, me fascina, aunque cuando pruebas la televisión te atrapa»
¿Cuándo entras en À Punt?
El mismo año de su apertura, en 2018, pero en diciembre. Mi debut fue en ‘À Punt Directe’, presentado por Carolina Ferre, primero en la redacción de actualidad, aunque pronto aparecí en pantalla, en las Fallas de 2019, quedándome ya como reportero del programa. Pasé seguidamente al programa ‘Bona vesprada’, en actualidad y sucesos.
Habrás vivido numerosas anécdotas.
Como estaba en sucesos, nos llamaron para cubrir una redada que había hecho la policía antidroga en un gimnasio. Estando allí, tanto el cámara como yo tuvimos que salir por patas -cuando nos rodearon tres ‘matones’-, porque parecía ser que el propietario estaba muy metido en el contrabando.
¿Vergüenza debes tener poca?
Al igual que el resto de los que salen en la televisión, pero soy extremadamente tímido. Si voy sin un micro me cuesta preguntar hasta una dirección: con él, lo que haga falta, me transformo, porque me da seguridad.
¿Te fascina entonces el contacto con el público?
Siempre que sea un tema amable, lejos de los sucesos. Hay reacciones de la gente que son impagables, sobre todo si te conocen mínimamente: te reciben con los brazos abiertos y es ¡tan gratificante!
«Benejúzar, castellanoparlante, parecía un territorio complicado: todo lo contrario»
¿Cómo fue la Romería de Benejúzar?
Al ser castellanoparlantes parecía a priori un territorio complicado. Fue todo lo contrario: estaban encantadísimos que fuéramos a retransmitir, por primera vez, su Romería de la Virgen del Pilar para toda la Comunitat Valenciana.
Acudimos un par de días antes a grabar reportajes y nos dieron muchísimas facilidades. El propio día de la retransmisión la amabilidad de sus gentes fue infinita. ¡Nos lo pasamos muy bien!
¿Ahora mismo en qué programa estás?
Estoy en el equipo de retransmisiones, es decir, Fallas, Moros y Cristianos (Alcoy, Ontinyent, Villena, La Vila Joiosa…), todas ellas comandadas por Ferran Cano, el mejor presentador que la televisión pública valenciana puede tener a día de hoy.
¿De qué forma te coordinas con él?
De un modo muy sencillo, porque es tan generoso… Te permite brillar, te da tu espacio, nunca se mete en nada de mi contenido y tenemos una muy excelente relación fuera de las cámaras, que posteriormente se traslada a los directos. Sin duda, el buen rollo profesional se enriquece del personal.
¿Estás en uno de tus mejores momentos?
A nivel profesional, sin duda. Estoy trabajando en la cadena autonómica y dentro de las retransmisiones de fiestas, que suelen ser de los programas más seguidos por el público. Se puede decir que estoy en el mejor sitio posible.