Investigadores de la Universidad de Alicante (UA) han publicado un estudio que analiza el entorno alimentario de la ciudad de Alicante, del que se extraen conclusiones como que los supermercados son las tiendas de alimentación con mayor disponibilidad y accesibilidad a alimentos saludables, frente a las tiendas especializadas, y que estos son más accesibles, proporcionalmente, en los barrios según su nivel de renta, entre otras. Firmado por Iván Hernández Caravaca, Alba Martínez García, Eva María Trescastro López, Ángel Plaza Gavaldón, Julio Martí Cremades y Joaquín Moncho, investigadores del Departamento de Enfermería Comunitaria, Medicina Preventiva y Salud Pública e Historia de la Ciencia de la UA, el artículo ha sido publicado en la revista científica Nutrients.
Este trabajo es el primer estudio que analiza el entorno alimentario de la ciudad de Alicante y que establece diferencias dentro del contexto por nivel socioeconómico. Para lograr este análisis, el objetivo principal de la publicación fue evaluar la disponibilidad y accesibilidad de los alimentos en puntos de venta de diferentes barrios de la ciudad de Alicante.
En concreto, se llevó a cabo un estudio transversal en el que los investigadores de la UA recogieron datos de tiendas de alimentación mediante el uso la herramienta validada Nutrition Environment Measures Survey in Stores for Mediterranean contexts (NEMS-S-MED). Una vez recogidos datos de tiendas de alimentación de una muestra socioeconómicamente diversa de Alicante, se comparó la disponibilidad y asequibilidad de alimentos con mayor y menor contenido en sal, azúcar y grasa, y se establecieron puntuaciones entre los distintos tipos de tiendas de alimentación (supermercados, tiendas especializadas y tiendas de conveniencia) y por nivel socioeconómico en diferentes barrios de la capital provincial.
Una vez analizados los datos, entre sus resultados destaca que “las tiendas de alimentación con mayor disponibilidad y accesibilidad a alimentos saludables son los supermercados, frente a las tiendas especializadas y las tiendas de conveniencia”, explica Alba Martínez García, una de las investigadoras firmantes del artículo. Además, se encontraron diferencias en la “accesibilidad y disponibilidad de alimentos saludables por barrios con diferentes niveles de renta, donde son más accesibles en los barrios residenciales con mayor nivel de renta”, añade.
“Investigaciones previas llevadas a cabo en diferentes países como Malta, China, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos o Australia, así como en España, han obtenido resultados similares”, apunta Martínez García, a lo que matiza que “los resultados obtenidos, además, aportan una nueva e interesante línea de investigación porque sugieren que el turismo podría influir en el entorno alimentario del barrio donde este se concentra”.
En definitiva, los resultados obtenidos “invitan a reflexionar sobre el desarrollo y adopción de estrategias políticas que promuevan la disponibilidad y accesibilidad de alimentos saludables en las zonas más desfavorecidas de nuestra ciudad”, concreta la investigadora.
Este estudio, del mismo modo que otros similares, alcanza notable importancia debido a que “los hábitos alimentarios no saludables están asociados a enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), como diabetes, hipercolesterolemia y cáncer, y pueden contribuir a aumentar la mortalidad”, explica Martínez García. En el mismo sentido, la investigadora sostiene que “debido a la complejidad de los comportamientos alimentarios y al amplio abanico de factores que pueden influir en la dieta de la población, la mejora de la alimentación requiere la colaboración activa desde todos los sectores implicados”.
El entorno alimentario, contexto que ha analizado el estudio, determina la accesibilidad, disponibilidad y promoción de los alimentos, “por lo que influye notablemente en las elecciones alimentarias de la población”, según Martínez García, a lo que matiza que “existe evidencia de que las desigualdades socioeconómicas influyen en el acceso a los alimentos en función de las características del entorno, por lo tanto, comprender el entorno alimentario y cómo difiere entre barrios de diferente estatus socioeconómico puede ser clave para abordar las enfermedades crónicas no transmisibles”.