Entrevista > Ajo Valls / Periodista (Alcoy, 11-diciembre-1987)
Ajo Valls es desde hace una década uno de los rostros más populares de la televisión de l’Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla, gracias a su naturalidad y sentido de la comunicación, “uno de los aspectos que más me agradan”.
Formada en Comunicación Audiovisual en Gandía, ya entonces deseaba ser actriz de doblaje de películas de animación. “Un profesor me avanzó que era imposible”, recuerda, con la opción de ser también guionista, “como he acabado haciendo”.
Sus semanas son estresantes al presentar el magazine vespertino ‘Mosaic de les comarques’, “en el que tratamos temas culturales, pero caben igualmente infinidad de situaciones actuales”. Intenta guardar un espacio para su hija Greta y las series, otra de sus pasiones.
¿Siempre quisiste comunicar?
De pequeña grababa programas de radio en casetes, junto a mis amigas. Todos los viernes quedábamos para hacer pequeños cortos; casi siempre he estado ligada a hacer el ‘payaso’ (ríe), con la idea de comunicar, pero sobre todo entretener.
Podías haberte dedicado a la interpretación.
De hecho, mi madre -Xelo Valls- fue muy conocida en los ochenta y noventa por su participación en zarzuelas, primero en ‘La Cazuela’ y seguidamente en ‘El Trabajo’. Falleció hace ya años y llevo este apellido en su honor, porque mi nombre oficial es María José Pérez Valls.
«El público no acepta que un día pueda estar triste, pues me consideran entretenimiento puro»
¿Te marcó su pérdida tan pronto?
Por supuesto, porque además tenía un carácter arrollador y allí donde iba -metida en numerosas asociaciones alcoyanas- era superquerida. Quise al principio apartarme de todo lo relacionado con el teatro, pero he acabado presentando galas: son mis raíces.
¿Qué tipo de comunicadora eres?
Me fascina la ‘joguera’, es decir, jugar haciendo cosas. Sorprendentemente, el público no acepta que un día pueda estar triste, pues me consideran entretenimiento puro. Me paran por la calle y me dicen ¡no estés tan seria!
¿El programa que presentas es diario?
No, martes, miércoles y jueves, sin descartar especiales los lunes, por ejemplo. Asimismo, hacemos directos los fines de semanas sobre las fiestas que se celebran en la comarca.
Lo más atractivo de trabajar en la televisión son los directos, son pura adrenalina. Es como hacer teatro, prácticamente sin guion, solo explicando lo que ves, mientras improvisas.
¿Cómo lo preparas?
Disponemos de un calendario con ferias y certámenes que se repiten anualmente, véase Fitur. También tengo compañeros que me informan de aquello que va sucediendo en las diferentes localidades de la comarca, y paso muchísimas horas -a veces incluso los fines de semana- buscando personas o temas interesantes en las redes sociales.
«Cada vez tenemos menos paciencia, todos estamos muy crispados y se ha ido un poco de madre»
¿El periodismo comarcal está igualmente condicionado?
Antes debería ser mucho peor, porque si ahora te sucede algo, tenemos las herramientas necesarias para denunciarlo y gente dispuesta a escucharte. Hacer periodismo en los setenta sería terrible, un horror.
Más que terrible, dictatorial.
Sí. Hoy en día, no obstante, debemos ser conscientes dónde y para quién trabajas. Tengo muy presente la asignatura de Derecho, porque, aunque el mío sea un programa de entretenimiento, hay mucha improvisación -en ocasiones humor- y ciertos comentarios le pueden sentar mal a la otra persona. De las cosas que más me preocupa es que nadie se sienta atacado.
¿No tenemos la piel demasiado fina?
El periodismo sufre mucho de ello: no tienes intención de ofender a nadie, pero lo haces y acaba siendo un problema enorme para ti y la cadena que representas. Cada vez tenemos menos paciencia, todos estamos extremadamente crispados y se ha ido un poco de madre.
Está bien que haya derecho a la información, es esencial diría, pero tener tanto miedo a decir según qué cosas no es bueno ni normal.
«Lo de las galas comenzó hace algunos años, disfruto muchísimo, ¡ni recuerdo cuántas he hecho!»
¿Puedes contarnos alguna anécdota que te haya pasado?
Hubo una muy divertida, que se hizo viral. Años atrás, durante el Día de la Gloria Infantil -un acto previo a las Fiestas de Sant Jordi-, entrevisté a un chico de unos once años que ejercía de sargento de su filà.
Había mucho jaleo, apenas le escuchaba, pero al preguntarle cómo estaba, me contestó en valenciano que era algo que no podía explicar en paraigües (paraguas). El vídeo apareció en ‘Tàp Zàping’, ‘APM’ de TV3, que era mi sueño, y en TikTok tiene más de un millón de visualizaciones.
¿Presentar galas se ha convertido en otra de tus especialidades?
¡Ni recuerdo cuántas he hecho! Comenzó hace unos años, lo disfruto muchísimo y he presentado eventos como los Premios Arc de Sant Martí, los Samarita de la Festa, 9 d’Octubre, empresariales…
¿Un reto sería los Goya?
Uf, sería todo un sueño, me encantaría, pero ciertamente estoy muy gusto en la tele comarcal, desarrollando temas cercanos, los que tanto nos tocan.