Entrevista > Tomás Palau / Historiador y director del Museo Etnológico de Elda (Elda, 8-enero-1974)
El Museo Etnológico de Elda, creado en 1995 por la asociación Mosaico, ayuda a conocer la sociedad tradicional eldense, además de preservar su memoria y patrimonio etnológico. Después de seis años cerrado -y tras una intensa reforma de sus piezas- el pasado 19 de diciembre volvió a abrir sus puertas.
Tomás Palau, historiador y su director, nos contará los atractivos del centro, destacando una nueva sala focalizada en el tránsito del siglo XIX al XX en la ciudad. “Vemos numerosos objetos dedicados a la agricultura, como herramientas o los cultivos que se elaboraban: aceituna, vid, maíz…”, explica.
Con entrada gratuita, se puede visitar tres días a la semana: jueves y viernes mañana y tarde, y de 17 a 20 horas los sábados. “Llevamos un mes y medio abiertos y hemos recibido a alrededor de doscientos visitantes, estamos muy satisfechos”, agrega Palau. El próximo objetivo es acoger exposiciones temporales.
¿Cuál ha sido la evolución del museo?
En un primer momento estuvimos ubicados en un pequeño local de Las Trescientas, antes de trasladarnos en 2008 a los bajos del Museo del Calzado. Allí hubo una serie de problemas y nos mudamos al centro de Elda, a la calle Eduardo Dato.
El espacio estuvo cerrado un tiempo y ahora volvemos a reabrir, gracias al apoyo fundamental del actual Ayuntamiento, que ha aumentado la subvención que recibimos.
¿Cómo fue el propio acto en sí?
Tuvo lugar el 19 de diciembre, y ¡fue todo un éxito!, con la colaboración de la Concejalía de Patrimonio y la presencia de más de doscientas personas. A pesar de la fecha, hacía una tarde fantástica y pudimos disfrutar también de música de jazz, creando un ambiente festivo.
«Unas 200 personas pudieron acudir el pasado 19 de diciembre al festivo acto de reapertura»
¿En qué ha consistido exactamente la reforma?
Se ha concentrado en las piezas, porque como cualquier museo de etnología contamos con una gran cantidad de artículos de madera y la carcoma se las come. Hemos realizado un tratamiento intenso, para que no siguiera afectando y no se extendiese a más.
Háblenos del nuevo montaje museográfico.
Está confeccionado por Mosaico, recordemos que es la Asociación del Patrimonio Histórico y Cultural de Elda. Aparte del montaje ya existente, hemos mejorado la colección de Pedrito Rico, que reúne premios, discos, vestuario y recuerdos del coplista eldense, de gran renombre internacional.
De igual modo se ha optimizado la maquinaria y documentos de la antigua imprenta Vidal, fundada a principios del siglo pasado. En su momento fue donada por esta familia al consistorio local.
«Se ha mejorado la colección del coplista eldense Pedrito Rico y la maquinaria de la imprenta Vidal»
El visitante, ¿qué es lo primero que se encuentra?
Lo primero está en la recepción, donde disponemos de una maqueta de cómo era el centro histórico de Elda, el mal llamado casco antiguo, a principios del siglo XX. Le acompañan dos de los escudos más longevos, uno del antiguo juzgado municipal y otro en el que aparece por primera vez la palabra ciudad, título concedido en 1904.
¿Más adelante está la nueva sala?
Sí, allí hemos querido reflejar el paso de un siglo a otro, transformando una Elda con poca población -dedicada exclusivamente a la agricultura- a una ciudad industrial, con gran relevancia en el calzado.
Hemos decidido comparar dos piezas que evidencian estos dos mundos. El de la agricultura está representada por el Libro de Aguas, de 1859 -en el que se recogían todos los propietarios que tenían derecho a utilizarla para el riego-, mientras la industria del calzado se aprecia por medio de una máquina de coser.
«La inmigración provocó un problema en la vivienda y la aparición de nuevas entidades deportivas»
¿Es la sala estrella del museo?
Sobre todo porque es la más reciente, con una museografía mucho más actual. Hemos jugado con imágenes, mediante siluetas de personajes que representan un agricultor y un zapatero a tamaño real.
Dicha sala mide unos 150 metros cuadrados, es amplia, incluyendo temas vinculados a la industrialización de Elda. Sabemos que llegó un gran número de inmigrantes en busca de trabajo y lo hemos reflejado a través de datos y fotografías.
Eso provocó una falta de vivienda, creándose como consecuencia dos cooperativas, hoy sendos barrios: El Progreso y La Fraternidad. Conservamos, por ejemplo, el bombo original con el que se sorteaban las casas.
¿Qué supuso la llegada de tanta gente?
Significó un aumento de liquidez, que llevó aparejado la aparición de las primeras entidades deportivas, como es el caso del CD Eldense. El visitante podrá ver un balón y unas botas de fútbol de los años veinte, ambos originales.
Asimismo, fotografías de boxeo o del trinquete en el que se jugaban partidas de pelota valenciana; la creación de los cines con un proyector de los años treinta…