Entrevista > Àlex Castro / Escritor y filólogo (Girona, 26-noviembre-2002)
La obra ‘El Gronxador’, de Àlex Castro, se hizo con el primer puesto del Premio Ciutat d’Alcoi de Teatre, excusa perfecta para charlar con este joven pero maduro autor. Pronto se introdujo en este complicado sector, primero en una escuela, “donde sobre todo aprendí disciplina”.
Estudió, no obstante, Filología Catalana, “buscando cierta estabilidad”, hasta que su yo interior le reclamó regresar al teatro, con sumo acierto. Junto a la mencionada ‘El Gronxador’ destaca ‘A(MOR)T’, estrenada con la compañía Theatrum Mundi, de la que fue miembro fundador.
Ha colaborado también con el Grup Proscenium, llevando a cabo tres lecturas dramatizadas en la ‘Sala La Planeta’ de Girona. Comenzó con las obras de Pier Paolo Pasolini, siguiendo con poemas vinculados a la guerra -y sus dolorosas consecuencias- y en 2024 “nos focalizamos en la autora local Aurora Bertrana, al cumplirse medio siglo de su fallecimiento”.
¿Cuáles eran tus inquietudes de niño?
Ya era muy teatrero: recuerdo que en casa de mi abuela, en Llerena (Badajoz), colocaba una madera en el patio y hacía mis pinitos, véase malabares o contar chistes. Después pasaba la gorra, para ganarme algunos euros, ¡tonto no era! (ríe).
Con el tiempo, sin saber exactamente a qué dedicarme, tenía claro que los escenarios me gustaban. En Girona tenemos la Escuela de Teatro ‘El Galliner’ y a los doce años le pedí a mi madre apuntarme, teniendo las primeras clases de interpretación.
¿Por qué estudiaste entonces Filología?
Llegó el momento de escoger, y realmente no sabía qué hacer. Acababa de pasar precisamente la pandemia y dudaba entre Filología Catalana -me fascina la docencia- y el arte dramático, desde el punto de vista de la actuación.
Opté, tras charlar con muchos amigos, y por cómo estaban las cosas, por lo seguro, pecando quizás de no valiente. Pero al final las cosas acaban saliendo, y en la actualidad estoy cursando un máster de estudios teatrales en la Universidad Autónoma de Barcelona y el Institut del Teatre.
«Me presenté al certamen alcoyano con ninguna intención de ganar, ¡solo hay que ver su palmarés!»
Te iniciaste con ‘A(MOR)T’.
Una obra de unos cincuenta minutos realizada por un único actor, que a su vez interpreta diferentes personajes. Trata de un joven cuyo padre sufre una enfermedad degenerativa -sin cura- y se debate a favor o en contra de la eutanasia, en un momento que todavía no había sido legalizada.
‘A(MOR)T’ se centra en los remordimientos que padece el hijo tras matar a su padre, todos sus pensamientos, por eso el nombre del título, entre amor y muerte.
¿Qué es ‘El Gronxador’?
En castellano, el columpio, parte de una mujer (Carme), de algo más de setenta años, que se instaló hace muchos años en la periferia de una gran ciudad, en una zona en ese momento de poco valor. Pero se ha revalorizado y diversos agentes -inmobiliarias y Ayuntamiento- la engañan, asegurando que la casa se debe derribar.
Realmente anhelan comprársela a precio de saldo para edificar viviendas de lujo, hasta que un funcionario (Gerard) le hace una atractiva oferta. Le quiere ayudar, aunque poco a poco vamos descubriendo que las motivaciones de ambos son bien distintas, puramente egoístas, y que la casa -incluido el columpio- es una simple excusa.
«No me planteo escribir en otra lengua: el catalán es la que domino y con la que me siento cómodo»
¿Te esperabas el guardón?
Sé que es muy tópico decirlo, pero en absoluto. Abrieron una convocatoria y me presenté al certamen, que es anónimo, sin ninguna intención de ganar, especialmente ¡por el palmarés que ostenta!, con autores que han logrado premios nacionales.
¿Cómo defines tu estilo literario?
En cada obra que hago intento probar aspectos nuevos. Es la etapa que me toca vivir: si en ‘El Gronxador’ opto por un lenguaje sencillo y cotidiano, la última que he escrito (todavía sin publicar) recrea mucho más la metáfora y la sugestión de imágenes.
«La mayoría de lo que redacto inicialmente se descarta después, pues soy de escritura reposada, lenta»
¿No deseas que te encasillen?
No es eso, sino que quiero probar otros estilos y maneras de escribir. De este modo descubro cuál me gusta más, son como retos personales, para conocerme mejor.
Asimismo, me encuentro más cómodo en catalán: es la lengua en la que he crecido y he estudiado. La domino mucho más, soy más rico léxicamente.
¿De qué modo te llega la inspiración?
Primero voy tomando un sinfín de notas, apuntándolas en el móvil. Asimilo la idea y le voy dando vueltas, hasta que está suficientemente madura. Cuando la quiero poner por escrito inicialmente no sucede nada.
En el caso de lograr la inspiración, o lo que llaman así, es por las noches, y puedo ser capaz de estar varias horas seguidas, aprovechando ese instante. Sin embargo, la mayoría después se descarta; soy de un tipo de escritura muy reposada, lenta.