El 29 de octubre la Dana dejó un panorama devastador en Alfafar y municipios colindantes. Las vías de tren se convirtieron en una trampa y han disparado la alarma sobre una reivindicación histórica: soterrar la línea férrea que nos divide.
La Plataforma por el Soterramiento de las Vías, con Encarna Alcaide como portavoz, mantiene que los perjuicios generados por la catástrofe confirman la urgencia de una solución definitiva, y vuelve a rechazar cualquier ‘parche’ que perpetúe el mismo trazado.
Una trampa
La tormenta dejó la estación anegada y pasos a nivel impracticables, agravando un problema anterior: el peligro constante que conllevan los muros, túneles y pasos peatonales precarios.
Desde hace décadas, vecinos y colectivos han denunciado la inseguridad de un corredor ferroviario que discurre por zonas habitadas, sin alternativa real para atravesar las vías de forma segura. El reciente restablecimiento del tráfico ferroviario no ha venido acompañado de mejoras, sino que ha reabierto la discusión sobre la magnitud de los daños.
«Si habiendo pasado lo que ha pasado no hay un plan para eliminar esta grieta tan sangrante, es que no lo entiendo», apunta Alcaide. La portavoz recuerda que la población necesita cruzar las vías para acceder a comercios y servicios, más aún cuando muchos comercios locales han quedado destruidos por las inundaciones.
Adif insiste en continuar con los pasos a nivel
Riesgo inminente
El cierre de túneles dañados impide el tránsito rodado, y la única opción para peatones se reduce a un paso a nivel que, cada pocos minutos, baja sus barreras para dejar pasar convoyes. El riesgo, insisten, es inminente. Incluso antes de las riadas los atropellos mortales persistían sin que se ofreciera una solución adecuada.
Ahora la situación se ha agravado con vallas inestables y pasos subterráneos que, tras la inundación, siguen clausurados, dejando como muestra la última víctima mortal en la víspera de Reyes.
Para Alcaide, la reconstrucción tras la catástrofe no debería limitarse a restituir muros y túneles, sino ser la oportunidad de resolver un problema enquistado: “Si esta infraestructura no existiera así, no habríamos sufrido tanto; no podemos volver a lo de antes, necesitamos una reforma de fondo: el soterramiento”.
Este 5 de enero se produjo un nuevo arrollamiento mortal
Apoyo institucional
Los Ayuntamientos de Alfafar, Benetússer y Sedaví han expresado su adhesión a la demanda vecinal, aunque la plataforma cree que hace falta una posición firme en las instituciones superiores. Alcaide insiste en que el Ministerio de Transportes y Adif deben implicarse en un proyecto que elimine los muros que actúan como dique, empeorando las inundaciones.
“Nos preocupa que propongan otro paso subterráneo, cuando los túneles se vuelven ratoneras en las riadas”, recalca. En su opinión, la obra de soterrar las vías evitaría tragarse periódicamente el coste de unas reparaciones inconclusas. La Plataforma por el Soterramiento mantiene una denuncia en los juzgados y ha contactado con el Defensor del Pueblo, además de elevar el problema al Comité de Peticiones de la Unión Europea.
En una reciente comunicación la organización recibió por parte de Adif la insistencia en crear un nuevo paso peatonal subterráneo, algo que los vecinos consideran inviable tras ver cómo los pasos actuales quedaron inutilizados. Para Alcaide, no afrontar la raíz del problema equivale a condenar a estos pueblos a vivir en permanente precariedad.
«No podemos volver a lo de antes, necesitamos el soterramiento» E. Alcaide
Parte de la reconstrucción
La lógica que se plantea es que, si el Estado invertirá fondos en la reconstrucción, debería contemplar la modernización integral de la línea, eliminando la barrera física que divide las calles y los municipios a ambos lados de la vía. Encarna Alcaide recuerda que “cada vez que hay fuertes lluvias, los túneles anegados incomunican gran parte de la población, y el único paso libre es el que está a nivel, o sea, el más peligroso”.
El soterramiento, argumenta, devolvería la coherencia urbana y la seguridad que la zona necesita. La Plataforma lamenta que, en pleno siglo XXI, “siga atravesando un tren por el centro de las ciudades sin condiciones mínimas de accesibilidad ni evacuación”.
Según datos oficiales, cada vez que se produce una gota fría de cierta intensidad, los pasos subterráneos dejan de ser operativos y obligan a la ciudadanía a jugársela en un paso a nivel colapsado cada poco tiempo por el paso de convoyes. El soterramiento se ha acometido en otras localidades españolas para integrar el tren y reducir la siniestralidad, y Alfafar confía en el respaldo europeo para su causa.
Solución urgente
Las opciones técnicas, como viene denunciando desde tiempo atrás la plataforma, han sido estudiadas en diversas ocasiones. Sin embargo, los planes nunca se ejecutan, y la propuesta de construir un paso más no convence a la población, que ve cómo la realidad “tras la peor riada vivida en décadas”, ha evidenciado la ineficacia de los mismos viejos remedios.
Para la ciudadanía, la reconstrucción pasa por invertir de forma decidida en una infraestructura que evite el caos circulatorio y el peligro de arrollamientos, y su llamamiento es rotundo: no repetir los errores del pasado. El balance final no deja dudas de la prioridad: restaurar viviendas y comercios arrasados por el agua y, a la vez, abordar la supresión de la barrera ferroviaria como parte de la recuperación integral.
Frente a la inercia oficial, la Plataforma por el Soterramiento planea nuevas acciones e insiste en reunirse con el Ministerio para exigirle “una solución definitiva que evite más muertes, aislamientos y daños”. Y si el futuro inmediato pasa por lograr fondos y el compromiso de las administraciones, confían en que la voz ciudadana sea al fin escuchada.