Todos los colores pueden resultar atractivos o rechinar dependiendo de dónde y cuándo. A mí me está ocurriendo con el naranja, que ha pasado de aquel que me resultó simpático allá por 1982 con el ‘naranjito’, mascota de ese mundial de fútbol disputado en España; al naranja ‘chillón’ de la piel de un mandatario con mucho poder.
Enajenación
Estamos viviendo un momento histórico, aunque no por lo que a la mayor parte de los humanos nos gustaría, sino por lo burlesco de un personaje que ha llegado a sus casi 80 años a la Casa Blanca para tratar al mundo como si todo le perteneciese.
Es la primera vez que se ven muchas cosas, pero la más importante de ellas es la pérdida de la razón política para pasar a actuar como mafia sin escrúpulos, con el único interés por medio del dinero; que no sabemos si para él, para las empresas con las que tiene acuerdos o con qué destino.
Y mafia es lo que lo describe, ya que en este contexto, como dice la RAE, significa “grupo organizado que trata de defender sus intereses sin demasiados escrúpulos”. Incluso se quedaría corto, puesto que en el caso de Trump es sin ningún escrúpulo.
Vaya personajes
Son tantas cosas de estos personajes, porque hay que incluir en la partida al ‘consejero’ del presidente, Elon Musk, que se necesitaría el espacio de diez editoriales para enumerarlas.
Ha ganado unas elecciones en EE.UU. (que de momento no es América, es solo parte de ella, aunque dale tiempo para que diga lo contrario) y sus primeras imposiciones son que quiere quedarse con Groenlandia, anexionar Canadá, coger la propiedad del canal de Panamá, etc.
Todo eso sin contar con las amenazas constantes de los aranceles a diestro y siniestro, como si eso fuera a arruinar a las economías europea o china, por ejemplo. Sin contar además que quienes van a pagar un precio más caro por los productos son los propios ciudadanos estadounidenses, es obvio que un arancel encarecerá el producto.
Repugnancia
A todos los desmanes del actual presidente de los EE.UU., que ha hecho del Despacho Oval un espectáculo circense con sus firmas de cientos de decretos cuáles dos excéntricos jugando a ser dioses (incluyo a su actual e inseparable ‘niño’ rico el señor Musk), quedaban cosas por añadirse.
Repugnancia, por que no tiene otra palabra, fue ver un vídeo sobre lo que al señor Trump se le ha ocurrido hacer con la franja de Gaza. Echar a todo el pueblo gazatí de sus tierras y crear un gigantesco resort vacacional para ricos. Y lo muestra en un vídeo promocional como si fuera Marina d’Or, con estatua de oro gigante de él mismo porque el sitio, como buen egocéntrico, se llamaría ‘Trump Gaza’.
Un vídeo promocional en el que también salen Elon Musk tirando billetes (no por ser rico quiere decir que no se pueda ser mala persona) y el primer ministro israelí, Netanyahu, en una tumbona tomando el sol junto a Trump. Como ha cambiado la vida: Israel denunció a los nazis por tratar de exterminarles y ahora se junta con quienes hacen en público, y si reparos, el saludo nazi.
Irreflexivo
El colmo de lo antipolítico llegó con la intervención de Vance, vicepresidente del gobierno de Trump, en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania) en la que atacó a los países miembros acusándonos de falta de democracia, algo posteriormente aumentado por su jefe en unas palabras de total desprecio hacia la Unión Europea.
La última reunión de la ‘mafia’ fue el pasado 28 de febrero. Se preparó un montaje de encerrona para humillar al presidente de Ucrania, Zelenski. Allí se convocó a todos los medios para, delante de ellos y en directo, como dos matones (Trump y Vance) abroncar al presidente legítimo de otro país y amenazarle en público con un mensaje claro: o firmas para quedarnos con vuestras tierras raras o te vas.
Las amenazas por quedarse con las riquezas ucranianas encima eran a cambio de nada. Al menos los mafiosos en su momento cobraban a cambio de garantizar la defensa. En este caso, y pese a la insistencia de que ese debía ser el objetivo, el texto de la firma solo daba a Trump, sin recibir a cambio esa garantía de seguridad en ningún momento.
Europa ¡espabila!
Cierto es que quizás este es el revulsivo (o el detonante como dicen los investigadores criminales) que nos hacía falta para ponernos las pilas. La UE y el Reino Unido hemos estado con nuestras cosas, cómodos pensando en el arco de protección defensiva de la OTAN, en nuestros acuerdos internacionales, etc.
Y cual familia acomodada hemos vivido una situación de estabilidad sin ver más allá, pasando el día a día y sin pensar que las cosas pueden cambiar. Ahora acabamos de ver que sí, que un ‘loco’ cualquiera (y les tenemos ya a ambos lados) pueden intentar acabar con nuestra forma de vida. Y la amenaza es muy seria.
Por mi parte no soy bélico, y ojalá no existieran armas en el mundo, pero como no se puede vivir en los mundos de Yupi toca tomárselo en serio e invertir en posicionarnos como una potencia respetable, o nos pasarán por encima con todo y sin más contemplaciones.
Sensatez
Me preocupa oír alabanzas hacía Trump, que lo único que hace es mirar por sus intereses, como las de ‘Obescal’ (que es así como llama Trump al presidente de Vox). Estar con el ‘matón’ te supone ser su esbirro, ni siquiera quiere decir que sepa o le preocupe tu existencia.
Por cierto que el poder de las RR.SS. y su enorme influencia está centrado alrededor de Trump (basta ver el apoyo de todos ellos), y aun así se las sigue apoyando desde lo público. Empezando porque el propio presidente Sánchez utilice la red ‘X’ (antiguo Twitter) de Elon Musk para mostrar su apoyo a Ucrania tras la agresión de Trump, en lugar de hacer un comunicado normal.