EsmorzAvant es una iniciativa sin ánimo de lucro que busca ayudar a los bares de almuerzos reabiertos tras la DANA (Depresión Alta en Niveles Aislados) que sufrió la provincia de València a finales de octubre. Sin duda, ¿hay algo más valenciano que un buen almuerzo entre compañeros, amigos o familiares?
Álvaro Martínez, amante de compartir almuerzos con amigos, es el gran promotor de un mapa que cuenta en la actualidad con unos ciento treinta locales, “aunque sé que hay muchos más”, indica, antes de apuntar que el ‘boca a boca’ funciona muy bien en ese sentido.
Otros colaboradores le informan, y seguidamente los chequea en Google Maps “para confirmar que han reabierto e incluso les llamo”. El objetivo final es tender puentes entre una tradición muy valenciana -el almuerzo- y el deseo de apoyar a los bares afectados.
El origen de la iniciativa
Martínez confiesa que todo comenzó un poco por casualidad. “Una amiga que estuvo conmigo en labores de voluntariado me comentó que se iba con su pareja a un bar que había reabierto en Paiporta”, recuerda.
Se preguntó entonces si existía algún directorio en el que encontrar todos los bares dañados el 29-O. “¡Estaría bien que otros muchos pudiéramos hacer lo mismo!”, pensó. Sí comprobó que había otras iniciativas, más encaminadas a abrir, ayudarles con el consorcio y los papeleos.
Pero ninguna como EsmorzAvant, en la que “enseñamos de una forma sencilla, mediante una cuenta de Instagram, los bares que fueron seriamente damnificados por el desastre natural y ya han podido reabrir”. Así, los que quieran almorzar en esos establecimientos contribuyen en su recuperación.
El objetivo de EsmorzAvant es echar una mano para que se reactive la economía
Echar una mano
EsmorzAvant anhela echar una mano para que se reactive la economía, porque estos bares lógicamente han estado unos meses cerrados, se han visto obligados a hacer algún tipo de reforma y no han tenido ingresos.
El objetivo, insiste, es que haya la mayor difusión posible y se pueda llegar a más gente. En la red social se aprecian las actualizaciones y se puede enlazar al mapa de Google Maps: “contamos ahora con unos tres mil seguidores, número que está creciendo gracias a otros creadores de contenidos que nos apoyan”, matiza Álvaro.
Él mismo se desplaza una o dos veces por semana a los lugares, “para ayudar en primera persona”. Hace fotos a los bocadillos y a la oferta culinaria, dando mayor visibilidad, que el bar lo conozca más gente, que vean la afectación que provocó la DANA.
Cerrados unos meses, los locales han tenido que hacer alguna reforma y no han tenido ingresos
Agradecidos
Algunos usuarios le transmiten que, gracias a la propuesta, han ido a conocer a estos bares, con más gente, para colaborar. “A poco que a alguien le sea útil, la iniciativa ha triunfado”, remarca Álvaro, “habrá merecido la pena, no es necesario que sea un éxito rotundo”.
Los propios bares están muy agradecidos, pues cualquier tipo de ayuda les permite recuperar mínimamente esa economía anterior, cerrar ese agujero financiero que ahora arrastran. Cuando va les intenta explicar por qué está allí, qué está llevando a cabo…
“Cada uno tiene una historia de ese fatídico día, pero todos tienen en común: agradecen muchísimo la colaboración”, resume. Tienen marcado hasta dónde llegó el agua, lo muestran, las pérdidas sentimentales (en forma de fotografías, por ejemplo) y enseñan las imágenes que tomaron, imprescindibles para los seguros.
Los propietarios están muy agradecidos, pues cualquier tipo de ayuda permite cerrar mínimamente el agujero financiero
Un buen almuerzo
Sin ser un gran experto en almuerzos, “para nada un gurú”, Álvaro sí disfruta yendo con sus íntimos a degustar alguna de las especialidades del sitio. “Me gusta ir allí, ver variedades y escoger el bocadillo que me apetece en ese momento”, sostiene.
También le agrada observar las distintas tradiciones, las diferencias que hay, visibles en ‘el gasto’, es decir, entrantes, cacaos, aceitunas o una pequeña ensalada. Como sabemos, un almuerzo valenciano comienza entre las 9 horas -para los más puristas- y las 12 horas, para los más rezagados.
Tender puentes solidarios
EsmorzAvant persigue precisamente eso, unir algo tan valenciano como es el almuerzo con la desgracia padecida, “para intentar convertir una actividad lúdica en una que sea igualmente solidaria”, aclara.
El impulsor confiesa que no se trataba de crear nada, “simplemente juntar dos puntos, una necesidad de ayuda con un hábito valenciano, muy común entre todos nosotros y que tiene su punto festivo, el juntarte con los tuyos”.
Simplemente había que tender una especie de puente entre las dos historias, para que funcionara sola. Fundamental han sido las redes sociales, “porque ha pasado en un contexto claro, que es el siglo XXI, en los años 2024 y 2025”.
Instagram y las demás redes brindan una forma de comunicar esa solidaridad, “hay que usarla, para que personas que viven en otros lugares se puedan desplazar, si quieren, a esos pueblos”.