Entrevista > Luis Flox San Juan / Presidente y técnico del Club Judo Sant Joan (Madrid, 21-julio-1989)
El Club Judo Sant Joan ha vivido una década de crecimiento continuo desde sus inicios como escuela municipal. Su presidente y técnico, Luís Flox San Juan, destaca los valores del judo como herramienta educativa y formativa, y reivindica su papel como deporte accesible para todas las edades.
Con nuevas instalaciones, alumnos en competiciones nacionales y un ambiente de familia en el tatami, el club se ha consolidado como un referente deportivo en el municipio.
«El judo es una disciplina muy segura»
¿Cómo nace el Club de Judo de Sant Joan?
Empezamos hace unos doce años, cuando se puso en marcha la Escuela Municipal de Judo en el polideportivo de Sant Joan con solo ocho alumnos, ahora somos más de cien. Era una actividad nueva en un municipio con mucha tradición de kárate, y al principio hubo cierta incertidumbre.
Pero poco a poco, la acogida fue muy buena, tanto por parte de los niños como de las familias. Algunos alumnos llevan con nosotros desde el primer día y ya están cerca del cinturón negro o compitiendo a nivel nacional. La familia ha ido creciendo.
¿En qué consiste exactamente el judo y qué lo diferencia de otras artes marciales como el kárate o el taekwondo?
El judo es una lucha cuerpo a cuerpo que consiste en derribar al adversario al suelo, buscando que caiga de espaldas sobre el tatami. Siempre estamos agarrados, no hay golpes, ni patadas, ni puñetazos. Eso lo diferencia de otras artes marciales.
Usamos un traje específico llamado judogi y combinamos técnicas de pie con trabajo en suelo. En edades tempranas se trabaja la inmovilización y, en niveles superiores, se permite estrangular o luxar, siempre dentro de un marco de seguridad. No se busca hacer daño, sino que el oponente abandone la acción, por eso es una disciplina muy segura.
Se suele decir que las artes marciales inculcan valores desde la base. ¿Sucede lo mismo con el judo?
Totalmente. Desde pequeños, los niños aprenden valores como el respeto, la humildad y la cooperación. Para progresar, necesitas a un compañero, y eso crea un vínculo. Siempre se saluda antes y después de cada combate, se agradece al otro su tiempo. Además, el judo aporta mucho en lo físico: psicomotricidad, postura, equilibrio, agilidad. Es un entorno muy beneficioso para el desarrollo integral de los niños.
«Para progresar necesitas a un compañero, y eso crea un vínculo»
¿Qué franjas de edad y categorías abarca actualmente el club?
Trabajamos desde los cuatro años hasta adultos de todas las edades. Comenzamos como una escuela municipal y hemos ido ampliando. Incluso tuvimos un grupo de defensa personal para mujeres que, con el tiempo, se transformó en un grupo de judo para adultos, ya que muchas quisieron profundizar más.
Hay personas que han empezado de cero y ahora están compitiendo o entrenando con regularidad. El año pasado logramos dos medallas nacionales en categoría veteranos y estamos compitiendo a nivel provincial y autonómico. Incluso algún judoca nuestro va a participar en el Campeonato Nacional Universitario.
Un crecimiento importante en solo una década…
Sí, para nosotros es un logro enorme. No venimos de otro club, empezamos desde cero. Y con todo lo que hemos pasado, como la pandemia, que casi nos deja fuera, estamos muy orgullosos. Nos hemos tenido que adaptar, movernos de instalaciones, y aun así hemos seguido creciendo.
¿Hace falta tener alguna cualidad física especial para practicar judo?
Absolutamente no. Todo el mundo puede hacer judo. Nosotros trabajamos mucho la técnica, no se trata solo de ser fuerte o ganar por ganar. Queremos que cualquier persona, incluso con sesenta años, pueda seguir practicando y disfrutando del judo. Desde fuera parece un deporte muy duro, pero si trabajas con técnica y respeto, lo puede practicar cualquiera.
«Es un entorno muy beneficioso para el desarrollo integral de los niños»
¿Cuáles son los principales retos del club a medio o largo plazo?
Nos gusta la competición, y nos gustaría llegar a tener medallas nacionales e internacionales, por supuesto. Incluso soñar con tener algún día un judoca olímpico. Pero, por encima de todo, queremos que la gente disfrute del judo. Ver un tatami lleno de personas que se lo pasan bien, que se respetan y que crecen juntas como grupo, para mí es más importante que cualquier medalla. Queremos seguir con un crecimiento sano, disfrutando del camino.
Entiendo que el apoyo institucional ha sido clave en este proceso.
Siempre agradeceremos el apoyo del Ayuntamiento desde el primer minuto. Empezamos poco a poco, y hemos ido creciendo también en instalaciones. Ahora mismo contamos con una sala diáfana de más de cien metros cuadrados, sin columnas, perfecta para practicar. Estamos muy cómodos, tanto los niños como los adultos, y se lo debemos al respaldo del Ayuntamiento y del Polideportivo.
¿Qué mensaje final darías a alguien que esté valorando iniciarse en el judo, ya sea un niño o un adulto?
Les diría que prueben. Solo probándolo puedes descubrir lo útil que es. Te ayuda a ganar confianza, a mejorar tu forma física y a sentirte seguro. Es un deporte muy completo, que engancha y que te aporta muchas herramientas para la vida. No es solo lucha: es aprendizaje, respeto, autocontrol. Lo recomiendo a todo el mundo.