Entrevista > Satur Rueda / Docente (Elda, 29-septiembre-1967)
Decir el Pregón de nuestras Fiestas Mayores es un honor que cualquier eldense quisiera tener. Este año el privilegio -y también la responsabilidad- recaerá en Satur Rueda, profesora y catedrática de inglés, además de la actual directora del IES El Monastil.
“Se trata de una decisión del propio alcalde, Rubén Alfaro, al que conozco desde hace muchos años, pues le di clases en el instituto”, rememora. Entre sus amplísimos méritos está su vinculación con la educación y cultura eldense.
Respecto a los alumnos de hoy en día, Rueda tiene claro que están sumamente condicionados por la tecnología. Lamenta, del mismo modo, la poca o nula capacidad de sacrificio de la mayoría, aunque apunta que sigue habiendo estudiantes muy brillantes.
¿Te esperabas este honor?
Por supuesto que no. Sería muy presuntuoso pensar que iba a recibir una llamada del alcalde para decirme que soy la pregonera, cuando en Elda residimos 55.000 personas.
¿Qué significa para ti dar el Pregón de Fiestas?
¡Todavía no soy demasiado consciente de ello! Seguramente lo sabré a posteriori, pero que haya pensado Rubén que soy la idónea para dirigirme a nuestros vecinos y anunciarles las fiestas es muy bonito.
Igualmente me hace reflexionar si reúno las características adecuadas. Pienso que sí, porque me considero tan eldense como la que más, pese al origen manchego de mis padres, particularidad que comparto con muchos otros.
Precisamente, ¿cómo te lo comunicó?
Tras varias llamadas de un número desconocido, recibí un mensaje personal suyo. Pensaba que quería comentarme algo del centro, posiblemente sobre la matricula, como persona implicada que es. De hecho, es muy habitual que acuda al instituto, por algún evento o inauguración.
«Primero dije que no podía, pero de inmediato pensé ¿qué estoy haciendo?, no se puede rechazar»
¿Cuál fue tu primera reacción?
Le expuse que no podía, debido a que septiembre es un mes agotador para nosotros. Me había sacado de mi zona de confort, pero al momento pensé: ¿qué estoy haciendo?, se trata de algo que no se puede rechazar.
Me dije: reacciona, recompón el tiempo que te queda, acepta, agradece y después disfrútalo.
¿Nos puedes avanzar sobre qué versará tu discurso?
En ocasiones observo pregones que hablan de anécdotas o experiencias personales, quizás de cuando eran pequeños. Opino que debo dirigirme a los que me oyen en directo, a los que tengo delante, basando el discurso en lo compartido, aquello que nos importa, preocupa o alegra a todos los conciudadanos de Elda.
Quisiera que mi mensaje les llegue, que noten que me dirijo a ellos y sea algo que todos compartamos, por ejemplo, ser eldenses y nuestra idiosincrasia.
«Mi discurso se basará en lo compartido, lo que nos importa y preocupa a todos los eldenses»
Recuérdanos detalles de tu formación.
Siempre quise ser profesora, era algo muy vocacional en mí, sin intuir al principio que lo sería de un idioma. Después, en los últimos cursos de EGB -nuestra Educación General Básica- comencé con el inglés y descubrí que podría comunicarme con mucha más gente.
Estudié en la Escuela de Idiomas, con clases particulares, y después hice Filología Inglesa en la Universidad de Alicante (UA). El inglés lo pude perfeccionar durante los múltiples veranos que pasé en Reino Unido, en ciudades como Brighton, York, Southampton, Nottingham…
¿Cómo se desarrolló el último año académico?
Parecido a los anteriores. Aunque sigue habiendo alumnos brillantes, que nos sorprenden por el amplio interés que muestran por aprender, es cierto que ahora tienen muchas distracciones, reflejado en las pantallas y el mundo virtual.
Los estímulos a los que se ven sometidos son innumerables (móviles, redes sociales, consolas…) y además pueden acceder a todo en un instante.
«¡Hay alumnos que entregan los trabajos sin haberlos leído, sin saber siquiera lo que han puesto!»
¿Por ejemplo?
La cultura del esfuerzo que poseían otras generaciones, fundamentada en el estudiar horas y horas, ya no existe. Hoy con un simple golpe de tecla tienen toda la información, por Wikipedia o mediante ChatGPT, que lo modula además a su gusto.
Entonces, ni el esfuerzo y ni la calidad del aprendizaje es el mismo. Cuando no le dedicas tiempo a la instrucción, dejas de asimilarla: si haces copia y pega, no tienes ni idea de lo que has escrito. ¡Hay alumnos que entregan los trabajos sin haberlos leído, sin saber siquiera lo que han puesto!
¿No son muy torpes en ese sentido?
Son demasiado cómodos, optan por el mínimo esfuerzo, la gandulería les gana, porque lleva tiempo preocuparse por las cosas: las pautas se dan, el profesor las indica en las distintas plataformas. Deben leer la tarea, pero también la comprensión lectora ha bajado mucho, van a la inmediatez.
No obstante, insisto, continúan habiendo alumnos que trabajan muchísimo, porque en nuestra generación nos esforzábamos, pero si hubiéramos tenido los medios que hay ahora…. Los alumnos actuales son fruto de las circunstancias, no se deben comparar.