Entrevista > Tomás Lamas / Entrenador de baloncesto (Venado Tuerto, Argentina, 27-diciembre-1994)
Tomás ‘Tommy’ Lamas creció casi en una cancha de baloncesto, ‘bebiendo’ de ese deporte desde la cuna, al ser hijo de Julio César Lamas, entrenador de la Selección Nacional de Argentina, Real Madrid, Tau Vitoria y Lucentum de Alicante, entre otros muchos equipos.
Aprendió obviamente de su progenitor, pero ha sabido labrarse una más que digna carrera también como técnico, aprendiendo incluso en Japón. Regresó a España en 2022 para ser técnico asistente del San Pablo Burgos, antes de pasar dos excelentes campañas al mando de L’Alqueria Basket de València.
Pese a todo, no se llegó a un acuerdo de renovación. En plenas vacaciones estivales, nos atiende en el invierno de Buenos Aires para repasar su periplo valenciano, comentar la actualidad del baloncesto e indicar si tiene algún proyecto en marcha. “Sin novedades por el momento”, avanza.
Siendo hijo de Julio César Lamas, ¿tu destino profesional estaba escrito?
Puede que desde afuera se vea así, pero en mi caso no lo viví igual. Estudié Comunicación y Marketing, e incluso trabajé un año en ESPN para Latinoamérica.
Seguidamente, lo de ser técnico fue mucho más rápido. Me vieron entrenar a chicos jóvenes, de la cantera, y pronto comencé en un ámbito más profesional. A los veinticinco años ya estaba de asistente en Japón.
¿Fue entonces cuando te enamoraste de este trabajo?
Sin duda, ya no dejé de ver baloncesto, para formarme y aprender, tanto en Europa -el ascenso del Girona de Marc Gasol en Madrid, sin ir más lejos- como en la NBA. Fui a ver entrenar a los New York Knicks o los San Antonio Spurs en la Summer League de Las Vegas.
«Nunca trabajé junto a mi padre, Julio César Lamas, porque cuando yo comenzaba él se retiraba»
¿Te dio tiempo a aprender también de tu padre?
Nunca trabajamos juntos y justo cuando me iniciaba, él se retiraba, tras los Juegos Olímpicos de Tokio (2021). Obviamente le vi entrenar, sobre todo de pequeño, cuando acudía a los entrenamientos del Real Madrid o el Lucentum de Alicante. Toda mi vida gira alrededor de una pista de baloncesto.
Ahora hablamos mucho, le utilizo como fuente de consulta. Ve casi todos mis partidos y me da su opinión, un feed-back. Ambos nos sentimos a gusto.
¿Cuáles son tus características?
Como entrenador asistente, ayudo al principal en todo lo que precise, sabiendo que la decisión final siempre es suya. Los roles deben estar bien marcados.
Ya como técnico principal, como hice los dos últimos años en L’Alqueria Basket, buscaba ganar, pero sobre todo potenciar a los chicos. El mejor ejemplo es Sergio de Larrea, ahora estrella del Valencia Basket y preseleccionado para el Eurobasket.
Me gusta jugar con diez jugadores, que todos participen, con rotaciones cortas, jugar rápido, dándole mucha importancia a la defensa. Es el primer momento del ataque, pues te permite correr.
«Me gusta jugar con diez jugadores, con rotaciones cortas, jugar lento, dándole importancia a la defensa»
¿Qué valoración haces de tu etapa en España?
Es imposible para mí no tenerle un cariño especial a España, es mi casa, mi segundo país. De pequeño fui al colegio y conservo amigos en Vitoria, Madrid y Alicante, siempre nos han recibido espectacular.
Luego regresé y la acogida fue igualmente increíble, en Burgos y todavía más en València. En total he vivido una tercera parte de mi vida en España.
Si las temporadas en L’Alqueria fueron notables, ¿por qué no continúas?
Durante el año hablamos de seguir, porque en València estaba cómodo, pero la sorpresa del torneo U-22 cambió un poco los planes. Es verdad que recibí ofertas, de las cuales ninguna se ha concretado, y que empezaba a ver con mejores ojos estar cerca de la ACB u otras ligas tradicionales.
Me siento muy agradecido por el trato recibido, especialmente de Luis Arbalejo y Enric Carbonell, grandes trabajadores, personas que estiman muchísimo al club. En absoluto finalizó mal mi vínculo con L’Alqueria Basket, ¡fui muy feliz en València!
«Estoy enormemente agradecido por el trato recibido en L’Alqueria Basket, ¡fui muy feliz en València!»
¿Todavía desconoces tu siguiente destino?
Estoy dialogando con equipos de diferentes ligas, proyectos muy diversos, así como en roles distintos. De igual modo, estoy hablando con mi agente y mi padre, sin tener nada firmado.
Por ejemplo, en Argentina acaban de concluir las Finales, mientras la Summer League -liga de verano de la NBA- arrancó hace poco. Ojalá se concrete pronto.
Un escaparate fueron las últimas Finales de la NBA.
La mejor competición, a años luz del resto. Acudí junto a Álvaro Martín, periodista de baloncesto muy popular en toda Latinoamérica.
¿El Antoni Daimiel vuestro?
Es más narrador, se podría equiparar con el tristemente fallecido Andrés Montes. Ambos cubrimos las Finales, yo como comentarista, haciendo los análisis tácticos de los partidos.
Allí coincidí con muchos ojeadores de la liga, dos que habían venido a València, a ver a jugadores como Larry (De Larrea). La experiencia en las Finales fue muy positiva.