Entrevista > Mario Lorenzo / Actor de teatro (Elda, 14-julio-1981)
Dicen los entendidos que, a un alto nivel actoral, la diferencia entre uno profesional y otro amateur reside únicamente en el sueldo. Una gran verdad de la que en Petrer damos fe, gracias a actuaciones como las que realiza Mario Lorenzo, quien se atreve con todo, “solo hay que proponérselo”.
Si en diciembre de 2023 nos hizo reír a carcajadas con su imitación de la Pantoja de Puerto Rico, célebre personaje que popularizó ‘Crónicas Marcianas’, recientemente lo ha bordado en el papel principal de ‘La Casa de Bernarda’. “Es mi mejor interpretación, sin duda”.
Son muchos los que le conocen por su trabajo como jefe de prensa del Ayuntamiento, aunque en las siguientes líneas nos focalizaremos en su faceta como actor, para ‘Aquí Te Pillo, Aquí Teatro’ y ‘Dafó Theatrum’. “Es mi gran pasión, compartida con viajar y conocer nuevos rincones del planeta”. Ha visitado, de hecho, más de cincuenta países.
¿Cómo te iniciaste en el teatro?
La parte materna de mi familia es muy numerosa y recuerdo que, en fechas navideñas, montaba un show de variedades e imitaciones, acompañado de mis primos. Ese germen, ya latente, lo puse en práctica en el instituto, mediante la lectura dramatizada de poemas de la Generación del 98.
Mi primera obra seria fue ‘La malquerida’, de Jacinto Benavente. Tendría unos dieciséis años, y noté cómo me atrapaba el teatro, yendo muchísimos sábados a la Casa de Cultura de Villena a un curso de interpretación dramática.
El escenario ¿qué significa para ti?
Ha sido muy terapéutico, enriquecedor, al permitirme salir de mi esencia. Consigue sacarme de mi yo para convertirme en otra persona y ver el mundo desde otra perspectiva. Asimismo, me libera de prejuicios, estereotipos, me focaliza y me saca de mi bola mental.
De igual modo, con los compañeros acabas formando una familia, tras tantas horas de viaje, anécdotas, vivencias…
«Las tablas consiguen sacarme de mi yo, ser otra persona y ver el mundo desde otra perspectiva»
Sin embargo, lo abandonaste un tiempo.
En cuanto a subirme a las tablas, sí, porque he sido un acérrimo espectador, viendo desde 1999 unas ¡750 funciones! Retomé esta pasión en 2019 de la mano del taller municipal que dirige Begoña Tenés.
¿Pudiste haberte profesionalizado?
Una de mis opciones fue estudiar Arte Dramático, aunque ciertas inseguridades hacían que no me viera suficientemente bueno. Además, como es bien sabido, se trata de una profesión muy inestable, algo que me frenaba muchísimo. Son muchos los actores que malviven.
Después de tantas obras, ¿sabrías definirte actoralmente?
Aunque cuando me ofrecen un papel lo primero que veo es un ‘monstruo’, soy un actor de rigor que le pone mucho empeño para sacarlo adelante. Mi gran actuación ha sido la más reciente, de Bernarda en ‘La Casa de Bernarda Alba’, muy bien recibida por otro lado, tanto que ya no veían a un hombre.
«Estuve años sin subirme a un escenario, siendo un acérrimo espectador: habré visto ¡750 funciones!»
¿Sigues a pie juntillas lo que dice el director o das tu opinión?
Me involucro, doy mi opinión, pero echándole un sinfín de horas, para que todo salga cómo marca el director y de la forma como deseo vivir ese papel. Sí o sí soy muy sacrificado.
Más allá de la obra de García Lorca, ¿cuáles otras destacarías?
En ‘Aquí Te Pillo, Aquí Teatro’, la primera que participé fue ‘Rertep’ (Petrer al revés), una producción muy entrañable, coral, seguida de ‘Menos es miss’, una comedia fresca escrita por Juanan Moreno.
Igualmente, ‘Un millón de trenes’, que abordaba el cierre de una fábrica, con todos los problemas que iba a ocasionar; ‘Un proceso de declive’, la lucha de una presentadora de televisión por mantenerse en antena, o ‘Escenas de matrimonio’, para ‘Dafó Theatrum’.
¿Cómo te plantean hacer de Bernarda Alba?
El verano pasado Begoña propuso recuperar la obra, pues le tiene una estima especial porque fue su primera. Estuvo también en la casa natal de Federico y le vino la necesidad de realizarla.
En un momento de la reunión me dijo “¿quieres ser Bernarda Alba, Mario?” Me quedé estupefacto, pero de inmediato lo afronté. Que me lo dijera fue un halago, pero del mismo modo un reto enorme.
«Me considero un actor con mucho rigor, que le pone mucho empeño para sacar el papel adelante»
Lo has conseguido, es tu mejor actuación.
Sí, después de grandes sacrificios y muchas veces pensar eso de “no llego, no llego”. Al final pude sentir el papel y lo logramos, solo había que proponérnoslo, en un Teatro Cervantes repleto, con seiscientos espectadores que disfrutaron muchísimo.
¿Habrá gira de ‘La Casa de Bernarda Alba’?
La idea es que sí. Estamos ahora en el proceso de presentar la obra a certámenes de teatro, contactar con algunos ayuntamientos… Es un camino lento.
¿De dónde sacas el tiempo para tanto?
Quitándole horas al sueño, porque mi objetivo es focalizarme también en el periodismo de viajes, mi otra gran pasión.