A los pies del Mediterráneo, entre sirenas de plata y canciones inmortales, Benidorm fue testigo de un momento clave en la historia de la música española. Pocos lo recuerdan, pero en el verano de 1982 el escenario del Festival Internacional de la Canción acogía una obra que acabaría convirtiéndose en una de las más icónicas del repertorio de Joaquín Sabina: ‘Princesa’.
El primero: Muriel
Sin embargo, quien la cantó aquella noche no fue el jienense, sino su coautor musical, el malagueño Juan Antonio Muriel. Quedó en segunda posición, pero el tiempo le daría un lugar privilegiado en la memoria cultural del país.
Hoy, 43 años después de aquel certamen celebrado en la ciudad alicantina, Muriel no olvida la historia de esa pieza legendaria que, sin pretenderlo, vinculó para siempre su carrera, y de rebote la de Sabina, con Benidorm. “No quería ir al festival, me parecía que ‘Princesa’ funcionaba sin necesidad de trampolines”, recordaba en una entrevista reciente el veterano cantautor. Pero su discográfica le obligó por contrato, y así acabó interpretándola ante el jurado del mítico certamen reconvertido hoy en el Benidorm Fest.
En la versión original de Muriel se incluían versos distintos a los que luego grabó Sabina
Puesta de largo de ‘Princesa’
La historia de ‘Princesa’ empieza dos años antes del festival, en los sótanos del Song Parnass, un local de Lavapiés donde Sabina y Muriel se conocieron. Sabina escribió la letra, Muriel le puso la música y comenzó a cantarla en sus actuaciones por todo el país. La respuesta del público fue inmediata. “Vi que era un cañón. La gente se quedaba con ella desde la primera escucha”, ha explicado muchas veces Muriel.
Pero fue Benidorm quien le dio la plataforma televisiva. Aquel verano, con una letra dura que hablaba de drogas, muerte y amor desgarrado, ‘Princesa’ se coló entre las candidatas del festival. Terminó segunda. El triunfo fue para el chileno Fernando Ubiergo, pero la posteridad se la ganó Muriel y su canción. Del premio, 250.000 pesetas de la época, el malagueño le dio la mitad a Sabina porque “moralmente era lo justo”.
El genio del bombín no grabó el tema hasta tres años después en el disco ‘Juez y parte’
La otra mitad del mito
Juan Antonio Muriel, de 75 años, lleva seis sin poder subirse a un escenario por culpa de una esofagitis que apenas le deja hablar. Sabina, por su parte, está de retirada en su enésima gira de despedida. No pasará esta vez por la capital turística, pero nadie pierde la esperanza de que el genio del bombín vuelva a despedirse en el futuro con parada y fonda en la ciudad.
Eso sí, cada vez que el jienense canta ‘Princesa’ en sus recitales, Muriel hace caja ya que recibe su parte de derechos de autor. Y no debe ser poco ya que, salvo contadísimas ocasiones, ese es el tema con el que Sabina cierra sus conciertos y, por lo tanto, es muy posible que (siempre que esta sea la gira final), sea la última canción que cante en directo.
Joaquín Sabina sigue cerrando hoy en día sus recitales interpretando ‘Princesa’
Benidorm, punto de inflexión musical
El certamen de Benidorm, tantas veces asociado a baladas ligeras o propuestas comerciales, fue en aquella edición de 1982 el inesperado canal para una letra cruda y una melodía contundente. ‘Princesa’ hablaba de yonquis, farmacias asaltadas y silencios emocionales.
¿Cómo una canción tan oscura pudo quedar en segunda posición en un festival tan televisivo? Quizá porque su fuerza narrativa trascendía géneros. Quizá porque incluso el público más tradicional supo ver que aquello era algo distinto. Una historia real, intensa, amarga. Quizá, claro, por el contexto social de la época.
Benidorm supo ver, aunque fuera por un instante, que aquella canción tenía algo especial. Lo irónico es que Sabina tardaría tres años más en grabarla en su disco ‘Juez y parte’ (1985), enterrada en el noveno corte de un álbum de diez canciones. Pero cuando lo hizo, le cambió la letra. Cuatro versos modificados, estribillos incluidos. Aun así, la esencia seguía ahí: la Princesa, su princesa, ya era un mito.
Sabina, sombra inseparable del festival
Aunque Sabina y Muriel acabarían distanciándose, la historia de ‘Princesa’ es inseparable de ambos. Y de Benidorm. Desde aquel 1982, la ciudad quedó asociada al nacimiento público de un himno generacional. Hoy el Benidorm Fest ha devuelto la ciudad al epicentro musical del país. Pero quienes estuvieron allí aquella noche de hace más de cuatro décadas saben que ya entonces se escribía historia en ese escenario frente al mar.
La canción, además, ha servido para que Sabina compartiera escenario con nombres como Leiva, Andrés Calamaro o Dani Martín. Incluso Los Rodríguez grabaron una versión muy ‘stoniana’ para un disco tributo. Y por si fuera poco, en 2025 Sabina sigue cerrando con ella todos sus conciertos. Una ‘Princesa’ que, entre tanto, se ha hecho reina, pero siempre con Benidorm como punto de partida.