En Alicante la Policía Local ha desarrollado una campaña especial para prevenir los excesos acústicos durante las noches de verano. Se trata de una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento que busca garantizar las pertinentes horas de descanso a aquellos vecinos que prefieren quedarse en casa para dormir en lugar de salir de fiesta.
“Queremos reducir el número de denuncias en horario nocturno, y concienciar a la ciudadanía y a los establecimientos sobre la importancia de respetar los límites sonoros. Para eso estamos actuando de manera proactiva y disuasoria en las zonas identificadas como más conflictivas, garantizando el régimen sancionador de las ordenanzas” nos comenta Julio Calero, concejal de Seguridad.
Composición del operativo
El dispositivo consta de cincuenta agentes, más del doble de los que ya habitualmente prestaban servicio durante la noche. La mayor parte son efectivos policiales corrientes, pero también algunos pertenecen a las unidades especiales de aperturas y de ocupación de vía pública.
La puesta en funcionamiento de todo este operativo se produjo el 8 de agosto, es decir ya a mitad del verano, y se mantendrá en vigor hasta el 30 de septiembre.
“En realidad nuestra idea inicial era empezarlo ya desde el principio del verano. Sin embargo, por diversos motivos, se ha ido demorando. Aun así era un compromiso del alcalde y está dando excelentes resultados desde que se ha activado” nos señala Calero.
La campaña se mantendrá hasta el 30 de septiembre, con cincuenta agentes en el servicio nocturno
Tipos de denuncias
Hasta el momento los policías están realizando una media de ochenta intervenciones a la semana. La mayoría de ellas han sido a consecuencia de que algún ciudadano se ha puesto en contacto con la Policía Local para denunciar una situación en la que se estaría incumpliendo las normas de convivencia cívica.
Por ejemplo, algunas denuncias están motivadas por presuntos incumplimientos acometidos por locales de ocio como sobrepasar el horario permitido o el nivel de decibelios. También por particulares que ponen música a gran volumen y a altas horas de la noche, cuando se encuentran en plena calle, con sus teléfonos móviles, altavoces electrónicos o en sus vehículos. Igualmente, en ocasiones hay quejas provocadas por fiestas que se producen en domicilios particulares.
Se están realizando unas ochenta intervenciones a la semana
Centro urbano y casco antiguo
La mayoría de las intervenciones realizadas suelen focalizarse en el centro urbano y el casco antiguo. Por todos es conocido el largo conflicto existente en esta zona desde hace años entre asociaciones de vecinos y hosteleros por el ruido generado en las calles. Desde el pasado febrero este barrio está declarado oficialmente como Zona Acústicamente Saturada por el Ayuntamiento, lo cual significa que los negocios han de atenerse a unos horarios más estrictos.
En concreto, durante el verano los restaurantes y bares deben cerrar a la 1 de la madrugada (media hora antes de domingo a jueves), y sus respectivas terrazas a las 00:30 horas. Las discotecas tienen el mismo horario de domingo a jueves; pero pueden aguantar hasta las 3 de la madrugada los viernes, sábados y vísperas de festivo.
Aun así es habitual que los vecinos acusen a los establecimientos de incumplir dichos horarios. “No es que la policía haga la vista gorda o haya permisividad por su parte. El problema es que cuando llegan vestidos de uniforme, algunos locales enseguida bajan la música en los locales y al irse la vuelven a subir. Lo bueno es que ahora, con este refuerzo, podemos tener más presencia” nos apunta el concejal de Seguridad.
Las multas por incumplimientos acústicos pueden alcanzar los 12.000 euros
Barrios periféricos
No obstante, en ocasiones los agentes también se ven obligados a intervenir en otros barrios más periféricos, como por ejemplo en la Playa de San Juan donde hay bastante actividad nocturna ahora en verano. Aunque cabe recordar que los establecimientos de ocio ubicados fuera de la ZAS sí pueden cerrar su actividad algo más tarde que los del centro o el ‘barrio’.
De hecho, según nos señalan, desde que se puso en marcha este nuevo dispositivo policial las noches más conflictivas habidas hasta ahora fueron precisamente las de los dos últimos fines de semana de agosto, coincidiendo con las fiestas de las urbanizaciones.
“Recientemente también hemos tenido que actuar en viviendas privadas que hacen fiestas en las partidas rurales o San Gabriel. La normativa establece unos límites de ruido, que se reducen más a partir de las diez de la noche” nos comenta Calero.
Igualmente, los policías realizan actuaciones contra los botellones nocturnos en las playas. Realmente en este caso no molestan tanto a los vecinos, dado que el ruido se produce más lejos de las viviendas, pero también están prohibidos.
Posibles sanciones
La Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica establece sanciones de hasta 12.000 euros en casos muy graves. También los dueños de los establecimientos pueden verse abocados al cierre de su negocio.
Aunque evidentemente no todas las intervenciones policiales terminan en sanción. Esto es así porque tampoco todas las denuncias recibidas por la Policía Local han sido motivadas realmente por un incumplimiento. Cabe recordar, por ejemplo, que los festejos populares de urbanizaciones o barrios suelen tener permiso para poner música hasta las cuatro de la madrugada.
“De cara al verano que viene, queremos ya plantear esta campaña desde junio. Haremos todo lo necesario para poner en orden los desmanes. En realidad Alicante es una ciudad tranquila, y no es que tengamos tanto ruido como a veces se dice.
Sin embargo, sí es verdad que hay puntos concretos donde se acumulan jóvenes en la noche que generan molestias. Esperamos que todos estos esfuerzos policiales se vayan notando y que en breve ya se produzcan menos incumplimientos de la normativa”, nos aduce el concejal Julio Calero.