Haciendo un símil de nuestro refranero, que nos dice que “a Rey muerto, Rey puesto”, algo parecido podríamos pensar del recién estrenado Roig Arena -el pasado 6 de septiembre-, que sustituye al clásico pabellón Font de Sant Lluís. Este nuevo recinto no solo cambiará el deporte en València, sino también su paisaje urbano y cultural.
En el Roig Arena disputará sus choques el Valencia Basket, pero en este pabellón multiusos se celebrarán muchos más acontecimientos nacionales e internacionales (conciertos, congresos, mítines…). Sin ir más lejos, ya ha sido adjudicado como sede de la Copa del Rey de baloncesto para 2026 y 2027.
Su coste supera los 300 millones de euros, todos sufragados por el patrimonio personal de Juan Roig. Se trata de una apuesta privada con vocación pública, un espacio pensado para emocionar y situar a nuestra ciudad en el plano de los grandes eventos. Para Pedro Ortiz, su director de comunicación, “es una inversión para España, la Comunitat Valenciana y València”.
La casa del Valencia Basket
Los equipos masculino y femenino del Valencia Basket serán los principales inquilinos de un pabellón que alberga la más alta tecnología. Así, tanto los Jean Montero, Sergio De Larrea o Jaime Pradilla como las Raquel Carrera, Cristina Ouviña o Kayla Alexander harán las delicias de los 15.600 espectadores.
El nuevo Roig Arena acogerá asimismo las oficinas del club, vestuarios, gimnasio y pista de entrenamiento. La idea se gestó durante el verano de 2017, cuando el club conmemoraba su trigésimo aniversario alzando el título de la Liga ACB: aquel logro fue el punto de partida de una pregunta tremendamente ambiciosa: ¿damos el siguiente paso?
La inversión total de la obra supera los 300 millones, todos ellos sufragados por Juan Roig
Mucho más que un pabellón
Como hemos indicado, para los partidos de baloncesto, la capacidad superará las 15.000 personas, cifra que aumentará en los conciertos hasta 20.000. De igual modo, el recinto podrá adaptarse también como auditorio para 2.500 usuarios y podrá acoger congresos y espectáculos en una sala anexa. Uno de los más esperados será este mismo 27 de septiembre, jornada que tenga lugar la gala de elección de candidatas a Fallera Mayor 2026.
En este sentido, otro de los pilares del Roig Arena será la gastronomía, a lo largo de todo el año, con espacios como un restaurante de lujo, un espacio de ultramarinos y una selección de puestos de comida rápida y local.
“Está preparado tecnológicamente para acoger cualquier evento”, apunta Ortiz, quien agrega el deseo que “la gente cene aquí, llegando antes y se quede después, que asocie el Roig Arena a un plan completo, no únicamente a una entrada”.
Está ya previsto que sea la sede de las Finales de la Copa del Rey los dos próximos años
Brillante dentro y fuera
Su diseño incorpora una envolvente doble piel, una interior -para el aislamiento térmico y acústico- y otra exterior, compuesta por 8.600 lamas de metal. Ahí llamará especialmente la atención una pantalla LED de 300 metros cuadrados, conocida como ‘El Ojo’.
Ya en el interior, un videomarcador central de más de 250 metros cuadrados, dos pantallas adicionales y un ribbon LED perimetral convertirán cada evento en una experiencia inolvidable. “El Roig Arena cambiará cómo disfrutamos de un concierto o un partido”, pronostica el director de comunicación.
A nivel estético puede recordar al renovado Santiago Bernabéu, pero las diferencias son más que evidentes: si en Madrid los vecinos se han quejado por las molestias acústicas, en València las pruebas fueron concluyentes, el Roig Arena no las genera.
Su altísima tecnología convertirá cada evento en una experiencia inolvidable
Quatre Carreres
El Roig Arena, además, forma parte del ambicioso Proyecto Ciudad que está transformando el barrio de Quatre Carreres. El valor de los pisos desde el inicio de las obras se ha triplicado, reflejo del atractivo y potencial urbanístico que representa el nuevo pabellón.
Se ha construido también un nuevo colegio público, Les Arts, una inversión de ocho millones de euros, está ya operativo un aparcamiento subterráneo con más de 1.000 plazas y está prevista la apertura de un parque de 21.000 metros cuadrados, que conectará el entorno con el recinto deportivo.
Ortiz argumenta que el reto era realizar una obra “que sirviera no solo al club, sino que fuera una referencia europea, un lugar que proyecte a València”. Un desafío, ahora mucho más real, sería acoger una futura Final Four de la Euroliga.
La Fonteta
Si hay una parte negativa en esta propuesta es el papel secundario que pasará a tener el Pabellón Municipal Font de Sant Lluís, La Fonteta para todos los aficionados al baloncesto. Inaugurado en 1983 junto a la carretera de la Fuente de San Luis -de ahí su nombre-, se reformó en 2016 y en la actualidad tiene una capacidad para 9.000 espectadores.
El Valencia Basket disputó sus partidos en esta cancha desde la temporada 1987-88, siendo igualmente sede del Ros Casares de baloncesto femenino y los equipos de fútbol sala Valencia FS y Levante UD FS.