Entrevista > Balbina Sendra / Edil de Turismo, Cultura, Playas y ‘Fira i Festes’ (Pego, 23 de abril de 1980)
La concejala de Turismo de Gandia, Balbina Sendra, hace un balance sobre el funcionamiento del sector durante los casi seis meses que lleva abierta la playa y nos habla sobre las perspectivas de futuro de su departamento, tanto a corto como a largo plazo.
¿Es cierto que Gandia fue la primera playa en abrir la temporada con todos sus servicios operativos?
Efectivamente, abrimos el 15 de marzo. Una de las apuestas de Gandia desde hace tiempo es precisamente abrir la playa mucho antes y cerrarla mucho después. Somos la primera playa de la Comunitat Valenciana que abre después de Benidorm porque, en realidad, esta nunca la cierra.
A veces hemos llegado a tener todos los servicios funcionando hasta el 15 de octubre, y en otras ocasiones lo hemos alargado hasta noviembre. La gente ya no espera a tener vacaciones para visitar sitios, sino que va haciendo pequeñas escapadas a lo largo del año y, cuando viene, no se puede encontrar con una playa que no está en condiciones.
¿Qué impacto ha tenido esto en la ciudad?
Al final, abrir tan pronto y cerrar tan tarde es una forma de fidelizar al público. Además, con esta estrategia también conseguimos desestacionalizar el turismo.
El mejor ejemplo es que, pese a que las condiciones climatológicas no fueron las mejores, en marzo ya tuvimos una muy buena ocupación gracias a las Fallas y en Semana Santa también tuvimos muy buenas cifras.
«Hemos conseguido estar cuatro puntos por encima de destinos muy relevantes»
¿Y qué dicen las cifras de la actividad turística que ha habido en verano?
Junio se consolidó como uno de los mejores meses cuando antes era solo el inicio de la temporada. En resumen, Gandia ha conseguido mantener a su público y estar cuatro puntos por encima de algunas destinaciones muy relevantes de la Comunitat, en cuanto a la ocupación se refiere.
De hecho, según la asociación turística Hosbec, durante la primera quincena de agosto tuvimos un 94’4 % de ocupación. No hemos tenido un verano de llenar todas las plazas como otros años, pero es que eso ha pasado aquí y en todo el territorio valenciano. Ha sido una buena temporada.
Hablando de junio, ¿crees que las actividades del Pride fueron un reclamo turístico?
Sin duda. Nosotros quisimos adelantarnos y celebrar algunas actividades, como la Gala Mr. Gay Comunitat Valenciana a finales de mayo. Trabajamos con un público concreto y quisimos que el nuestro fuera el primer Pride del año, el tiro de salida para el resto.
Como el año pasado nos fue muy bien, apostamos por ir más allá del evento y organizamos un pregón, una marcha del orgullo por primera línea, etc. Podemos decir que fue todo un éxito.
«El patrimonio y el deporte son el segundo y el tercer motivo por el que más nos visitan»
Ahora que el verano está a punto de acabar, ¿qué va a pasar?
Aunque el verano termine a mediados de septiembre la temporada turística aún no ha acabado. Puede que en noviembre no esté todo lleno, pero la tendencia es que cada vez haya más gente en la zona marítima.
En octubre, sin ir más lejos, celebraremos el día 9 y, como llevamos haciendo unos años, montaremos una programación fallera en la playa para enseñarle un pedacito de las fiestas josefinas a los turistas.
Hablamos de personas que vienen no solo porque el clima y la playa estén en muy buenas condiciones todo el año, sino también por todo lo que les puede dar la ciudad.
¿Qué otros productos turísticos tiene Gandia, más allá del sol y playa?
Creo que tiene mucho que ofrecer y, aunque no todo está igual de promocionado, sí está muy consolidado. Las cifras dicen que, aunque la gran mayoría de gente viene a disfrutar del mar, el segundo foco de atracción más importante son los monumentos, especialmente el Palau Ducal.
Sin embargo, no solo está el Palau, puesto que tenemos un patrimonio cultural muy fuerte: la Colegiata, el Monasteri de Sant Jeroni, Santa Clara, el Museu Faller, la Torre dels Pares, l’Alqueria del Duc, el Castell de Bairén…
«Queremos invitar a la gente a formar parte de nuestras fiestas y tradiciones»
¿Y qué hay del turismo deportivo?
También es uno de los importantes atractivos de la localidad. Contamos con grandes operativas como, por ejemplo, el Volley Tour, que funciona en otoño y en primavera y supone la llegada de más de 1.000 turistas a la playa.
Tenemos torneos de baloncesto, balonmano y atletismo, así como de un montón de deportes; el EuroVelo, que hace que la gente que viene del norte de Europa y se va hacia Cádiz pueda alojarse aquí; las empresas de actividades acuáticas, que ya funcionan prácticamente todo el año, etc.
Por encima de todo eso, tenemos nuestras propias pruebas: la 10K, la media maratón, la Volta a l’ Escullera… El clima permite organizar un montón de actividades que atraen al público nacional, pero también al internacional.
¿Cuál es el perfil de las personas que vienen a estos eventos?
Son deportistas de todo tipo, pero lo más importante es que no suelen viajar solos, sino que vienen con sus parejas o sus familias y se quedan unos días.
Es algo que cada vez nos interesa más, y estamos trabajándolo mucho yendo a ferias o eventos especializados para contar que Gandia está ahí y puede ofrecer todo eso.
«Los festivales suponen una gran inyección para el tejido productivo de la ciudad»
¿Cómo se está gestionando el debate sobre el turismo masivo en Gandia?
En Gandia no hay turismofobia. Aquí la ciudadanía es consciente de que el turista es bienvenido. Por eso estamos trabajando en que los visitantes se sientan cada vez más integrados.
No solo les decimos “ven y disfruta de nuestras playas”, sino que les invitamos a formar parte de nuestras fiestas y nuestras tradiciones. Queremos que se acerquen a la ciudad para descubrirlas e intentamos llevárselas al paseo marítimo. Por esa razón, la programación de Gandia a la Mar cuenta con pasacalles; pirotecnia o actividades de Semana Santa.
Creo que todo esto es clave para poder darles a entender que no solo son bienvenidos en verano, sino que les acogeremos con los brazos abiertos si quieren conocer nuestras Fallas, nuestra Fira i Festes o cualquier otra de nuestras costumbres.
Otra cosa que parece estar volviéndose tradicional aquí son los festivales de música, ¿qué impacto tienen en la ciudad?
Pienso en los festivales como en una excelente forma de dinamizar lo que ya hay. A veces no es preciso hacer que haya más turistas, sino que lo que se busca es que sea mejor. Tenemos claro que tienen sus propios fans locales, pero que también atraen a gente de fuera que viene por la novedad.
Lo que es cierto es que priorizamos la calidad a la cantidad porque, al final, suponen una gran inyección para el tejido productivo de la ciudad. Evidentemente, un festival aporta riqueza y hace que Gandia se consolide como un sitio de referencia cultural y musical que, a la larga, puede proyectarse a nivel internacional.
«Son muchos los turistas valencianos que vienen y es señal de que estamos haciéndolo bien»
Cambiando un poco de tema, ¿qué medidas se están tomando para garantizar que todo este turismo sea sostenible?
Está claro que cuando hay tanta gente que va y viene de un mismo territorio existe una huella ambiental que hay que compensar.
Nosotros nos esforzamos por hacerlo y por trabajar en ello cada vez más. Todo el sector hotelero tiene sus propias medidas para evitar, en la medida de lo posible, que esto pase y también intentamos reducir los residuos, utilizar energías renovables y ser más eficientes a nivel medioambiental y a nivel social y económico.
¿Cómo afronta tu departamento la digitalización?
Es un elemento clave, pero hay que verla desde dos perspectivas. Una es la que gestionamos desde nuestra área y que está basada en los datos. Nos interesa mucho entender qué funciona, qué es lo que atrae a la gente y cómo podemos optimizar los productos y los servicios que ofrecemos.
La otra es la que se refiere a lo digital como a una oferta turística más. Aquí, de momento, todavía no hemos trabajado en ello. La prioridad es consolidarnos, pero estamos abiertos a explorar todas las vías para que, cuando sea posible, puedan convertirse en un activo más de nuestro catálogo.
Esos datos, ¿explican qué perfiles suelen visitarnos más?
Sí, siempre hay patrones que se repiten. Por ejemplo, es sabido que la gente de la Comunidad de Madrid siempre ha sentido cierta predilección por Gandia, por lo que suponen una gran parte de nuestros visitantes.
Es curioso que este año el porcentaje haya bajado un poco mientras que el de los visitantes de la Comunitat Valenciana, que podrían escoger literalmente cualquier destino, ha subido. Ahora mismo son el 20 % de nuestro turismo y pensamos que es una señal de que estamos haciendo las cosas bien. Respecto a los extranjeros recibimos, sobre todo, a franceses, ingleses e irlandeses.
Todo esto lo sabemos porque acostumbramos a hacer encuestas a pie de calle con, aproximadamente, 700 personas. Obviamente son una parte muy pequeña de la gente, pero nos dan una idea de las estrategias que podemos seguir.
«Hay que adaptarse, mejorar y garantizar que sigamos siendo un destino atractivo»
¿Cuáles son las perspectivas de futuro para el turismo en Gandia y qué líneas de trabajo seguirá el área en los próximos años?
Las previsiones de cara a la temporada de 2026, y en general para los próximos años, se centran en mantener y fidelizar al turismo que ya tenemos, al mismo tiempo que vamos mejorando los productos.
La estrategia del departamento de Turismo se basa en unas líneas claras que ya están consolidadas: gastronomía, deporte, música, turismo LGTBIQ+, patrimonio y, por supuesto, el sol y la playa.
Estos son los pilares fundamentales con los que trabajamos cada año en Fitur y que han venido para quedarse. La idea es que se consoliden mientras se van haciendo a los cambios que marcan el sector.
Por último, ¿cómo pensáis superar los retos que puedan surgir con el paso del tiempo?
Con flexibilidad. Si un producto tiene que crecer, lo hará; si otro debe transformarse o incluso desaparecer para dar paso a nuevas propuestas, también estamos preparados para ello. El turismo es un ámbito muy dinámico y por eso nos apoyamos en las tendencias y en los datos.
Al final, la clave está en adaptarse, mejorar y garantizar que sigamos siendo un destino atractivo y competitivo.