Joan Ferre / Ilustrador
Algo tan simple como contarles a sus dos hijas pequeñas (Aina y Jana) aspectos de la historia local acabó convirtiéndose para Joan Ferre (Alcoy, 3-abril-1983) en un apasionante “experimento”. El resultado es ‘La història d’Alcoi (com mai l’havies vista)’, un libro para niños que relata de un modo gráfico desde el Pleistoceno hasta la actualidad alcoyana.
Formado como ingeniero informático, trabajó incluso para la Universidad de València, montando seguidamente una firma de programación. “Lo dejé todo hace un par de años para seguir experimentando”, apunta, siendo el libro una apuesta que “por el momento está funcionando bastante bien”.
Ferre también es el creador de Watamug, web que cuenta con alrededor de 250 viñetas en las que unas tazas desarrollan actividades cotidianas, siempre acompañadas de frases irónicas. “La idea del libro me llegó dibujando tazas con mis hijas”, confiesa.
¿Cómo surgió precisamente esa primera idea?
En una de las viñetas dibujé la fábrica de Rodes, reabierta hace pocos meses. Le acompañó el globo del Tirisiti, otros dibujos más -entre ellos, el primero del perro Max- y pensé en elaborar un libro didáctico, amigable e infantil sobre la historia de Alcoy.
Surgieron entonces temas que nunca se han contado, al menos de esta forma, porque creo que nadie ha hecho algo similar. ‘La història d’Alcoi (com mai l’havies vista)’ es el primer paso hacia una dirección, con la esperanza que haya más.
«Pensé en elaborar una historia didáctica, amigable, de un modo que nadie ha realizado»
Contiene dibujos y una parte explicativa.
Exacto, con el propósito de darle un poco de rigor, pues no soy historiador. Me basé en la historia que plantea cronológicamente el Museo Arqueológico de Alcoy, aportando nuevos aspectos, como que el actual municipio estaba sumergido hace setenta millones de años. Muchos no son conscientes de lo que implicó.
Cada época está representada por dibujos, acompañados por una o dos frases que indican momentos importantes de ese periodo. Más complicado es narrar los instantes contemporáneos, sin la perspectiva que otorga el tiempo, y por eso las últimas páginas están en blanco, para que cada uno dibuje lo que considere más relevante.
¿Son dibujos hechos a mano?
Empleo el móvil o una tableta con boli, es decir, trabajo con medios electrónicos, aunque hechos a mano. Dibujar directamente a papel hoy en día es más lento, pues después se debe escanear, maquetar electrónicamente… Además, en el ordenador puedes darle el trazo que deseas y el mío es muy característico.
¿Los niños actuales se interesan por el pasado?
Fijándome en mis hijas, todavía muy pequeñas (ocho y cinco años), observo que tienen numerosos estímulos y pueden escoger infinidad de caminos. Pero si algo les agrada, pasa a interesarles, y mucho.
¿Cuáles son los aspectos más destacados del libro?
Debido a que está planteado de una forma rigurosa -fundamentado en la historia del museo- un niño de tres años ya lo disfruta. Los dibujos son llamativos y puede, por ejemplo, ir buscando al perro, escondido en cada época.
A partir de ahí va comprendiéndolo un poco más, le puede servir como complemento en casa o en el colegio, hasta llegar a una edad (doce-catorce años) en la que no le interese ese tipo de libros, sino otros.
Un planteamiento muy atractivo.
Sin duda. Cuando llevas a niños muy pequeños al Museo Arqueológico de Alcoy todo lo ven de una manera inconexa. El libro puede ayudar a situarles un poco mejor en la historia alcoyana.
Lo que más les va a sorprender, considero, es aquello que desconocen por completo, como la existencia de tiburones, porque insisto Alcoy estaba bajo las aguas, se han encontrado fósiles, o los artistas nacidos en la localidad, como Camilo Sesto u Ovidi Montllor.
¿Qué acogida está teniendo?
Muy buena, con el condicionamiento que la expectativa era realmente baja. Sabemos que publicar un libro es complicado, sobre todo sin una editorial fuerte detrás y más siendo una persona prácticamente anónima. Ha sido un salto al vacío, llevando a cabo todo el proceso, pero tenía muy claro que formaba parte de un experimento más.
«Ha sido un salto al vacío, pero tenía muy claro que formaba parte de un experimento más»
Regresando a la obra, ¿el perro está escondido al más puro estilo Wally?
Quisiera remarcar que Max ya aparecía en las viñetas, discutiendo con las tazas. Gustaba mucho, tenía personalidad propia e intuí que sería un acierto incorporarlo al libro, escondido, en un cierto paralelismo a Wally, en ocasiones igualmente difícil de encontrar.
¿En qué estás focalizado ahora?
Tengo en marcha varios proyectos, uno de ellos -inminente- la traducción del libro a castellano e inglés, debido a que también soy amante de los idiomas. Sé algo de francés y he empezado a estudiar rumano, lengua latina.
De igual modo, con Aina estamos preparando un nuevo libro de superhéroes, del que no puedo desvelar mucho más.