Guadalupe Sáez / Autora y guionista
Guadalupe Sáez (Alicante, 27-octubre-1981) es una de las plumas más reputadas del sector teatral y audiovisual de la Comunitat Valenciana, como evidencian sus múltiples obras. Sobresale ‘Para que no te me olvides’ (2012), “partiendo desde lo personal, para poder elaborar ficciones”.
Estudió Periodismo, y confiesa que en cuarto de carrera tuvo una crisis de fe sobre la posibilidad de narrar la verdad, “dándome cuenta que prefería contar historias”. Quizás por ello se apuntó a un taller que impartía Mariano Barroso y la ficción acabó atrapándola.
Acto seguido realizó un máster en guion de televisión y ya no paró, confeccionando relatos principalmente para su propia compañía, La Familia Política. Nos desvelará también cómo ha ido cambiando su metodología y sus inmediatos proyectos, ‘Postals’ y ‘Tinc un bosc al cervell’.
¿Siempre te gustó contar historias?
Creo que sí, aunque hubo ciertos momentos que pensaba que sería arqueóloga o veterinaria. Escribir me llamó desde pequeña, la posibilidad de explicarte el mundo a ti misma, cambiarlo, o intentar entenderlo.
¿También las leías?
Muchísimo. Además, mi padre decía que en literatura podíamos gastar todo lo que quisiéramos: recuerdo muchos veranos bajar expresamente a València para comprar libros.
Leía muchos de misterios, como ‘Los cinco’, de Enid Blyton, o ‘Los tres investigadores’, de Robert Arthur. Después me encantó ‘Un largo silencio’, de Ángeles Caso, sobre tres generaciones de mujeres durante la Guerra Civil.
«Lo bello del teatro es que una obra tuya deja de serlo para pasar a ser del colectivo»
¿Cómo fue tu evolución?
Finalizada la carrera, compaginé el máster con mi tarea como periodista en Canal 9. Surgió entonces la opción de trabajar en el guion de un documental, para una productora, y así comencé, pasando seguidamente por muchos programas, la mayoría de ámbito infantil.
Se estaba produciendo una crisis en el seno de la televisión pública valenciana -sin apenas producciones propias- y decidí montar mi compañía, La Familia Política (2010), junto al actor Pau Gregori. Algo más tarde entró Sandra Sasera.
¿Nos hablas de ‘Para que no te me olvides’?
Fue lo primero que escribí, era más libre entonces. La obra se centra en el fallecimiento de mi padre, grandísimo aficionado al flamenco. Es un estilo que escuché muchos años, puede que por eso no me agrada, pese a despertarme algo.
A partir de la publicación en un diario de su muerte me planteé hasta qué punto le conocí de verdad. Quise acercarme a él mediante el flamenco.
Esta obra te tocó mucho.
Ya ha pasado un tiempo. Una vez lo escribes -y se lo entregas a otros-, lo bello del teatro es que deja de ser tuyo para pasar a ser colectivo. Fue bonito, porque hablaba de mi padre, pero igualmente de los padres de los actores…
Otras obras relevantes son ‘Nínive’, premio Jesús Domínguez de teatro 2024, ‘La lengua incompleta’, finalista Premio Born 2021, y ‘Princeses, cavallers i dracs’, junto a Jerónimo Cornelles.
¿Es verdad que la inspiración te llega en los bares?
Antes sí. No tenía la costumbre de escribir en casa y me bajaba a bares o cafeterías, hasta el confinamiento. Ahora me cuesta trabajar fuera de casa, puede que porque me he hecho mayor (ríe).
«Cuando estás dentro de un proyecto, escribiendo en mi caso, es básica la mirada del otro»
¿Escribes para ser feliz?
Escribo para intentar entender el mundo. Al final no sé si es tanto para ser feliz, pero siento que escribir me ayuda a serlo, aunque a veces me enfada.
¿Te falta algo si estás un periodo largo sin escribir?
No recuerdo haber estado un tiempo prolongado sin hacerlo. Tampoco creo mucho en la inspiración, pues escribir no deja de ser como cualquier otro trabajo, con tu horario. Existen las fechas de entrega y te obligas.
¿Prefieres escribir teatro o audiovisual?
Siempre depende del momento. Si pudiera compaginarlo toda la vida sería muy feliz, debido a que cada género te aporta una cosa distinta. Mientras con el teatro no tienes reglas, en televisión se difumina más en el colectivo, siempre con alguien por encima que te va indicando.
«Teatro y audiovisual me aportan cosas diferentes, si pudiera compaginarlos toda la vida…»
¿Por eso tus borradores se los dejas leer a amigos?
Considero que cuando estás dentro de un proyecto, escribiendo en mi caso, es básica la mirada del otro. Tengo la suerte de tener gente cerca que son muy buenos profesionales, actores y autores. Me encanta pasarles textos, leerlos con ellos y recibir sus críticas.
¿Qué es ‘Postals’?
Una obra que trata la evolución del turismo en España, desde los años sesenta -con el boom que se produjo, en Benidorm especialmente- hasta la época actual, caracterizada por los precios disparados y el crecimiento constante de turistas, de todo tipo. La idea es que sea una comedia.
¿Tienes más proyectos?
‘Tinc un bosc al cervell’, producción de la Sala Beckett de Barcelona que explica cómo, de pronto, un hecho lo cambia todo y tienes que reconstruir a partir de ese punto.